- Persona
- 22-02-1919 - 14-09-2011
Escritor y dramaturgo español.
Nació en Valencia en 1919. Durante la Guerra Civil española formó parte del bando republicano. Este hecho, unido a su ideología de izquierdas y su compromiso social, le obligó a trasladarse primero a Madrid y luego a exiliarse a Londres (1954), donde vivió durante 60 años.
Residió en Madrid desde 1944 hasta 1954. Allí frecuentó las tertulias del Café Lisboa, donde entabló amistad con artistas e intelectuales de la época como Buero Vallejo, Arturo del Hoyo o Corales Egea. De esta amistad se conserva el epistolario (desde 1954) entre Vicente Soto y Buero Vallejo, cuya amistad duraría hasta la muerte de este último. En dicho epistolario, relató su frustración por no tener tiempo para escribir debido a su trabajo, lo que le obligaba a escribir sólo los fines de semana o, incluso, en el transporte público.
Su carrera artística comenzó en el teatro, en un principio como actor en la compañía El Búho y, más tarde, como dramaturgo de la mano de una comedia infantil titulada Rosalinda (1943). Gracias a esta obra, ganó el Premio Lope de Rueda.
En cuanto a su obra literaria, produjo tanto novelas como cuentos y obras literarias, centrándose en el sentimiento de añoranza y nostalgia hacia España debido al exilio que sufría y marcó toda su producción artística. Precisamente durante este exilio, su labor literaria se centró más en la novela.
De esta manera, realizó su primera obra, La Zancada, por la cual ganó el Premio Nadal (1966) y el respaldo de la crítica a pesar de estar fuera de los círculos literarios españoles. En esta obra retrata, de forma un poco autobiográfica, el paso de un niño a la pubertad. Asimismo, esta novela supuso un gran éxito de ventas en España. A pesar de esto, tuvo que realizar otros trabajos para subsistir, ya que su trabajo como escritor nunca fue del todo reconocido.
El lenguaje de su obra es muy cuidado, especialmente en los detalles, lo cual lo separa de la narrativa de la generación anterior.
Además, publicó varios cuentos como Cuentos del tiempo de nunca acabar (1970) y Tres pesetas de historia (1983), basada en un hecho real de la compra de un cuadro religioso en el rastro de Madrid por parte de su mujer, Blanca, y en el cual descubren, una vez en Londres, que detrás hay una serie de objetos, entre ellos, una carta de una viuda a un fusilado, tres pesetas de la zona de Casteller, una insignia de la UGT y los datos de una mujer que vivía en Valencia. Tras encontrar esto, realizó una investigación para descubrir que había detrás de esta historia, poniéndose en contacto con varias viudas de fusilados y recogiendo sus testimonios. De esta manera, se anticipa a la novela de memoria histórica.
Gracias a estos cuentos recibió varios reconocimientos, como el Premio Gabriel Miró, el Premio Hucha de Plata y el Premio Hucha de Oro. A pesar de todos estos reconocimientos, su figura fue olvidada. Falleció en Madrid en 2011.