Poeta español.
Nació en 1914 en Zaragoza. Hijo del abogado Manuel Pinillos Serrano y de Rosario de Cruells. Fue un poeta más prolíficos, a pesar de que su figura ha quedado en el olvido. La escritora María Pilar Martínez Barca recuperó su figura a través de la obra Manuel Pinillos: Poesía Completa (1948−1982). Prensas Universitarias de Zaragoza, colección Larumbe de textos aragoneses (2008).
Su familia pertenecía la burguesía zaragozana. Pasó sus primeros años en Zaragoza, especialmente en la finca El Aspro que su familia tenía en La Almunia. Su padre le exigió que estudiase derecho, lo cual causó un distanciamiento entre ambos, aunque su madre siempre le mostró su apoyo.
Durante la Guerra Civil fue oficial de Regulares en Teruel, lo cual se verá reflejado en su obra.
Colaboró en varios periódicos y revistas, como el diario Lucha de Teruel, ciudad en la cual también ejerció como funcionario de prisiones. Gracias a su trabajo en este diario ganó el Premio Nacional África de periodismo (1947).
Su poesía abarca temas entorno a la muerte, lo existencial y lo telúrico, lo cual puede observarse sobre todo en obras como Sentado sobre el suelo (1951). Esto se debe sobre todo a la situación desoladora que vivió Aragón tras la guerra. Tras la muerte de su padre publicó A la puerta del hombre (1948), en la cual se aprecia una influencia garcilasiana.
Perteneció a la Generación del 36, compuesta por artistas como Juan Panero, Luis Rosales, Ildefonso Manuel Gil, Miguel Hernández, Carmen Conde, L.F. Vivanco y Gabriel Celaya.
En la década de los 50 creó la revista Ámbito, en la que colaboró con varios personajes destacados de la época como Carmen Conde, Blas de Otero, José Hierro, Leopoldo de Luis, José Luis Hidalgo, Mercedes Chamorro y Gabriel Celaya.
En esta época crea también poesía de carácter social, lo cual puede verse en obras como De hombre a hombre (1952) y La muerte o la vida (1955), donde vuelve a reflexionar sobre la vida y la muerte.
En 1954 se casó con Margarita Sanjuán, la cual extenderá el universo femenino del poeta, que había comenzado con su madre. De esta manera, escribió El octavo día (1958), Débil tronco querido (1959) y Debajo del cielo (1960).
Sin embargo, su etapa más destacada será la década de los 60, en la cual elaborará ocho poemarios. Así, en 1962 publicó tres obras, En corral ajeno, Aún queda sol en los veranos y Esperar no es un sueño. Falleció en 1989 en Zaragoza.