Print preview Close

Showing 111 results

information objects
Archivos personales custodiados por el Archivo del Ateneo de Madrid With digital objects
Advanced search options
Print preview Hierarchy View:

1863-11-16. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Le comenta que no se siente incomodada por algo que él le dijo y le envía la copia de una carta de ella con algunas enmiendas que ha hecho al original. Manifiesta su afecto y respeto hacia Sus Altezas Reales los duques de Montpensier.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querido amigo
¡Cómo incomodarme con V. por una indiscreción de tan amistoso origen y de un resultado que como V. pudo notar, al decirme lo que me dijo por haberlo oído de augustos labios, conmovió las más profundas y tiernas fibras de mi corazón! ¡Ay! ¡Qué dulces recompensas tiene el que obra siempre y siente con conciencia y rectitud!
He obedecido y mando a V. la copia de mi carta con algunas enmiendas que he hecho al original. He tenido que ser lo corta que exige una carta, aunque trate de los asuntos de más interés; pero lo que más siento es que, ignorando la gran honra que V. proporcionó a mi carta, he hablado de SS. AA. RR. sin todo el respeto y reverencia que les es debido, omitiendo para abreviar los dictados que les son debidos.
He dormido poco esta noche, siendo la causa principal las palabras que V. me dijo. Ni la Reina Amalia ni la Reina Cristina pueden tener sentimientos más tiernos que los míos hacia Sus Altezas Reales, pues el respeto no es raya para el amor.
Su más sincera amiga,

Fernán
16 Noviembre 63

1863-11-27. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Nota por la que le envía un regalo con motivo de un feliz acontecimiento.
[Seguramente se refiere a un regalo de boda, ya que Miguel Velarde contrajo matrimonio con Julia González-Nandín el 7 de enero de 1864]

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querido amigo:
La costumbre autoriza en las circunstancias en que felizmente V. se encuentra, a todos los amigos a demostrar con una expresión la parte que toman en el feliz acontecimiento. Aunque la pobre expresión que le remito es de arcilla y frágil, cuando debería ser de oro y brillantes para darle algún valor y eterna duración, yo espero que V., con su acostumbrada indulgencia y bondad, dará el precio que le falta a los sentimientos de amistad y a los votos que hago por su felicidad, que ella simboliza.
Su más sincera amiga
Fernán
27 Noviembre 1863

[acompaña un sobre triangular con el texto: “Al Coronel Señor D. Miguel Velarde B. L. M. S. A. y S. S.- F.C.”]
.

1865-12-13. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Le solicita recomiende a un conocido suyo para un puesto de encargado que necesita reemplazar su suegro. Comenta la llegada de los duques de Monpensier a Sanlúcar. Hace alusiones a algunos casos y temores por la enfermedad del cólera.

TRANSCRIPCIÓN:

Hubiera querido escribir para dar a V., y que se lo diese a mi querida Julia, el pésame por la muerte de Ágreda, uno de esos hombres cuya proverbial honradez honraba nuestra menospreciable época, y cuya caballerosidad y finura honraban el hoy tan rebajado carácter español. Con cólera o sin él, no se verá nunca desierta la triste senda que lleva nuestros mortales restos a: "volverse polvo lo que polvo fue".
Pero V. era "introuvable"; unos lo hacían en aquel río tinto, aquel Aqueronte, río de tristeza y de angustia en la fábula y en la realidad. Otros sostenían que estaba V. en el Puerto, otros que en Jerez, por lo cual, a no haber puesto el sobre como aquella pobre madre de un soldado: “a mi hijo Juan, donde esté”, no podía escribirle. Llegado el feliz y tranquilizador momento de saber a SS. AA. RR. en Sanlúcar, ya habría sabido dónde dirigirle este retenido pésame, aunque los renglones que acompañaban la carta de Matilde no me lo hubiesen confirmado.
La llegada de SS. AA. RR. pone al fin las cosas en su estado normal. El cielo se serena; el sol brilla, los últimos e infundados temores de cólera se disipan con las nubes, y los olivos se preparan a recibir a sus respectivos mochuelos. Dios mejora sus horas.
El pueblo, que siempre habla por imágenes, dice de una persona pedigüeña, que "parece mano de huérfano", esto es, mano extendida para pedir; me aplico esta comparación con solo la variante que la huérfana no lo soy yo. Lo que a V. pido es solo y únicamente el que si su Sr. suegro trata de reemplazar a su encargado, muerto del cólera, y si no tuviese compromiso a otro conocido suyo a la vista, es decir, si busca, que le recomendase V. a un sujeto excelente, fino y entendido (que dará fianza), el que sirve un modesto destino, compatible con los quehaceres que le pudiese dar el cargo de que hablo a V. El pobre, aunque tiene poca familia, es activo y ama el trabajo y ha pensado que, unidos estos dos cargos, podría pasarlo mejor que con el pequeño sueldo que le da su destino. V. comprenderá que yo no recomendaría sino persona de "toda confianza". Le he quitado toda esperanza, diciéndole que el Regente tendría ya a cientos las pretensiones y personas conocidas; pero he querido cumplir lo que prometí y merecer mi definición de "mano de huérfano".
Mi portera Valle sigue mejor, pero con sus parótidas está hecha un monstruo, ¡¡y tan impertinente!! ¡Ay Velarde! Dios me va a castigar, acuérdese V. de lo que le digo, pues como siempre estoy buena, y si alguna vez dejo de estarlo no me quejo, los males me impacientan, y las quejumbres me desesperan.
Ayer tuve una carta de Mr. de Latour, y diciendo que es de él es inútil añadir "preciosa", pues dicho se está. Me. Mercier ha consolado mucho a Aurora en la pasada temporada diciéndole, en tono muy convencido, que era un absoluto imposible el que Dios se llevase a una persona tal "útil" como yo!!! Yo le contesté que tenían razón, solo que se había dejado en el tintero el "in" antes del "útil", pues efectivamente, todos los pobres, viejos e inútiles estábamos después del cólera "au grand complet", y así lo verán SS. AA. RR. cuando vengan, que serán asaltados por "el mismo" enjambre de pobres que imploran su inagotable caridad.
El correo debería exigir que pusiese yo dos sellos a mis cartas, por su mucho contenido y por pesadas. Pesada o no, soy la mejor y más sincera de las amigas de Julia, de su niño y de su marido,
Fernán
Fernando quieto en Bornos. Le voy a decir que a él toca escribir ahora la segunda parte del Verano, es decir "un invierno en Bornos".
13 diciembre 65

1868-08-20. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en contestación a las cartas que Velarde y los duques de Montpensier le han dirigido desde su destierro en Portugal. Lamenta la triste situación en la que se encuentran y hace diversos comentarios sobre la situación política española.

TRANSCRIPCIÓN:

20 agosto 68
Muy reservada
Varias veces he empezado a escribir a V., señor y amigo, y otras tantas he roto lo que había escrito, tal es la agitación de mi espíritu, la opresión de mi corazón, que a veces no sé lo que me digo. Puede que otro tanto me suceda en esta ocasión, por lo cual le suplico lea con indulgencia esta carta, puesto que no debo demorar el escribirla, pues no basta pensar en las personas queridas, es preciso probarles su interés con las cartas, ¡suaves estrellas en la oscura noche de la ausencia!
El júbilo que sentí al ver las cartas que se han dignado dirigirme SS. AA. RR., así como aquella con la que la amistad de V. me favorece, se tornó en honda tristeza al leerlas. S. A. R. la Infanta, pintando con tanto sentimiento los últimos momentos de la fiel servidora que ha perdido, momentos que ha tenido S. A. R. el consuelo de endulzar y de santificar con su presencia, me llenaron de admiración y de melancolía. Aflictiva empero me fue la lectura de la de S.A.R. el Infante en la que, con su superior talento y delicadeza me dice que me agarro a una ilusión para no ver lo que "comprende muy bien" que no quiero ver, y esto, amigo mío ¿cómo no lo ha comprendido V., cuando me dice: que no tengo una palabra para condenar al Gobierno? Para condenar al Gobierno tengo 100 mil, y lo he hecho de esa cobardía, pues otra cosa no cabe; es demasiada la distancia. Pero si el tiro que puede alcanzar a tan elevados Sres. venía de otra parte, no solo no lo he querido ver, como dice S. A. R., sino que aunque lo viese, no sería yo, no, la que me atreviese a decirlo, lo uno porque lo crea irreverente hacia sus mismas AA. RR., y lo otro porque en los intereses de los buenos españoles, en los de los amantes adheridos a la Real familia, y en el de nosotros los que apegados estamos a SS. AA. RR. como la yedra a la noble encina, está el despojar cuanto sea dable a este doloroso asunto de su gravedad, no acumular, sino despojar cuanto nos es dable las dificultades en una reconciliación de familia que no puede menos de verificarse en breve entre estas augustas personas tan propias, tan nobles y generosas, tan cristianas que por tanto deben saber "perdonar" esa noble prerrogativa de las personas Reales; y cuando esto suceda, lo que espero será pronto (si el enemigo de la paz europea no gasta en contra su nefanda influencia), entonces S. M. y SS. AA. mirarán bien a aquellos que, aun a costa de hacer aparecer su sincera y profunda adhesión menos exaltada, han ensayado en su pequeño radio el dulcificar lo amargo, templar lo duro. Pena cuando S. A. R. me dice hablando de la hermosa catedral: "que quizás no vuelva a ver", ¡¡¡la carta cayó sobre mis rodillas y quedé anonadada!!! Y cuando leí la exposición de SS. AA., que hace días aguardaba yo con tanta ansia, ¡¡comprendí esta terrible frase!! Está digna –dicen los unos; está fuerte, dicen los indiferentes; está muy intencionada, dicen la enorme falange de los malos que se gozan en los disturbios; y yo exclamo: ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Qué ha sucedido? ¿Qué enemigo de las seculares Reales estirpes y de la felicidad de España ha venido a sembrar en el hermoso suelo de las flores de lis la zizaña?!!!
A esto se añade, para aumentar mi aflicción, las noticias que corren muy válidas. Se dice que los conspiradores desterrados han comunicado a ese "hombre", a ese "Júpiter inhábil", que solo están apegados a la primera parte de su programa; se dice que aquel "metomentodo", asustado de la segunda parte del programa (como era fácil prever), se ha puesto de acuerdo con Prim para poner sobre el Trono de España al cuñado de su primo, a aquel P. Amadeo que años pasados hizo aquí tan triste papel, haciendo de este revoltoso su Garibaldi y del Sr. Olózaga su Ratazzi; Y en este estado de cosas nos abandona el Príncipe nuestro, que en circunstancias dadas está llamado a contrarrestar con ayuda de todos los buenos y leales, y de toda la España "en masa" tantas locas ambiciones, a tantos descabellados planes, y a los intrusos. ¡Sí, mi querido amigo! ¡Nos abandona!
Dígale V. a S. A. R. que sí iré a la Virgen del Valme como me encarga y le diré como le dijo su santo antecesor: ¡Señora, "valnos"! ¡"valnos"! ¡Trae a tu lado los ilustres descendientes, que volvieron a levantar la derrumbada capilla que tu santo protegido te edificó! ¡Disuelve con tu gran poder esa negra nube de la que tanto se gozarán los enemigos de España y de los egregios Borbones!
¡Diga V. a ambos Señores cuánto los tengo en el corazón y en el pensamiento, ante la hermosa Señora de los Reyes en su octava! Me dirijo a la bóveda en que reposan los dos hermosos Príncipes, que me parece deben estar tristes por la ausencia de sus amantes padres, de ellos les hablo, y pido a la Virgen que los custodia, que los consuele trayendo pronto al triste y abandonado San Telmo, su vida, su alegría, su honra, su alma.
Espero en Dios que Joaquina habrá llegado bien con los Infantitos, y si D. Luis ha soportado sin resentirse las penalidades del viaje, será señal que se va robusteciendo. He visto a Dolores Campo Verde que me ha dicho que no es bonita la casa de la calle de San Amaro. Mucho lo he sentido. Para los que cifran y restringen toda su felicidad en su hogar doméstico, este debe ser hermoso como San Telmo; pero mucho será que la vara mágica de S. A. R. el Infante, no lo ponga pronto (y aunque sea para habitarlo poco tiempo) hermoso y elegante.
Suplico a V. que diga a S. A. R. la Infanta, que con ese corazón abierto a todas las desgracias se ha dignado interesarse en la salud de mi hermana Aurora, que sigue lo mismo, que por tercera vez ha ído a junta Nelaton, Verthez, Voilnir, Ricord, en fin 7, y que se han vuelto a dividir las opiniones, por lo cual, no se opera.
Envío a V. un trozo de carta de nuestro buen y discreto amigo Grandallana para que vea V. cómo se cree a SS. AA. RR. víctimas. No le hablo a V. de noticias, que todas las sabrá mejor que yo. De lo que mucho se habla es del asunto del pobre niño atado en el inmundo husillo del Tagarete, donde a los tres días lo hallaron sus verdugos espirando de hambre, sed, angustia, desesperación, roído vivo por las ratas, y lo degollaron. Roído a su vez, pero de remordimientos, el asesino (que está ético) se está muriendo en la cárcel. Otros crímenes horribles se han cometido en estos días, ¡¡¡no parece sino que hay una negra nube sobre Sevilla!!! ¡Habré cansado a V. mucho, mi querido amigo, pero cómo contenerme hablando y hablando "a coeur ouvert", como lo hago con V., de las cosas que más, más, más, me interesan en este mundo!! ¡¡Que no hubiese estado ahora Tenorio en la corte!!! ¡¡Qué tristísima época!!
Páselo V. bien, mi muy querido amigo, póngame V. con amor y reverencia a las plantas de SS. AA. RR. A Joaquina, que me cumpla su palabra de escribirme y darme noticias de los Infantitos todos. A Pepita y Ramona, tantas cosas y V. sabe es su mejor amiga,
Fernán
No he tenido la exposición por Julia

1874-12-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Miguel Velarde, comunicándole que puede acudir a visitarla cualquier día y a cualquier hora, puesto que está enferma y no puede salir de casa.

TRANSCRIPCIÓN:

Veo desde aquí asomar a sus labios su graciosa y alegre sonrisa al tiempo que me escribía la fina esquela que he recibido, pues tendría presente el enojo que contra el malhadado Fernán sentiría Cecilia. ¿Qué he de decir a usted? Si digo la "verdad", que es estar enferma, pasará (sin serlo) por una excusa. Así, como que no salgo, a cualquier hora y en cualquier día puede usted venir, pero, ¡ay!, no como suele hacerlo con mi querida y discreta Julia, sino con un curioso que saldrá alzando los hombros y diciendo: ¡¡¡"Valía la pena" de venir a la calle de Juan de Burgos!!! La hora en que estoy sentada en mi mesa de copa es desde las seis a las diez de la noche. De seis a siete no pierde teatro ni tertulia; pero repito me es indiferente, puesto que no puedo salir ni puedo escribir, como lo prueba esta esquela que quizá no pueda usted leer. Los malos ratos y los años roban las fuerzas y la vida, pero no así la amistad, a la que parecen dar más consistencia y ternura.
Su más amiga,
Fernán
6 diciembre 74

1875-07-01. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Julia

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Julia, en la que le ruega interceda ante su cuñado González para que intervenga en la recomendación de su antiguo criado Antonio Peña, necesitado de un reconocimiento en su puesto de trabajo.
[Posiblemente la destinataria sea Julia González-Nandín, esposa de Miguel Velarde]

TRANSCRIPCIÓN:

Querida Julia:
Tengo que hacer un grande empeño a tu cuñado González; pero no me atrevo a tomarme directamente esta libertad, y me valgo de ti, hija mía, que tantas pruebas de bondad me tienes dadas, para que con este enfadoso empeño le incomodes.
Me han asegurado que su hermano, el señor D. Francisco, es la persona a la que más atiende el Sr. Lacambra. Ahora bien, mi buen criado antiguo Antonio Peña hace diez y seis años que entró de dependiente en puertas, en cuyo ramo ascendió en breve a cabo por su ejemplar comportamiento. Este puesto volvió a ocupar cuando se restablecieron los Consumos, hasta que de buenas a primeras, sin causa ni razón, lo rebajó de categoría y de sueldo el Sr. Lacambra, dejándole de dependiente con el cargo de aforar. Ahora hay una plaza de cabo vacante y la equidad y la justicia, así como la caridad (pues ese excelente y honrado hombre tiene mujer y cinco hijos que mantener), piden que se le reponga en el lugar que sin causa le fue quitado. Es soldado cumplido con sobresaliente hoja de servicio.
Perdona no vaya en persona a hacerte este empeño; pero no puedo salir por haberse ayer enterrado mi pobre sobrino Guillermo Hidalgo, lo que me tiene en gran desconsuelo.
Mil cariños a Velarde y María y recibe todo el de tu más sincera amiga,
Fernán
1 julio 75

Fondo Elena Amat Calderón de Wienken

El fondo personal de Elena Amat Calderón, que fue bibliotecaria y directora de la Biblioteca del Ateneo de Madrid durante 1939-1953, ha sido donado por sus hijas al Archivo del Ateneo de Madrid. Contiene la siguiente documentación:
• Documentación personal: copias digitales de algunos documentos personales y fotografías. Posiblemente en un futuro estas series se vean ampliadas con nuevas donaciones.
• Colecciones documentales: documentos originales conservados por Elena Amat de procedencia familiar:
Cartas de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde (1859-1875)
Cartas de Emilio Castelar a Jerónimo Amat (1857-1870)

Amat Calderón, Elena

Carta de Jacinto Octavio Picón a Arturo Mélida

Carta de Jacinto Octavio Picón a Arturo Mélida rogándole se encargue de la conferencia sobre las fiestas de los toros en tiempos de los Felipes, en lo que se relaciona con los trabajos de la Sección de Literatura del Ateneo.
6 de diciembre de 1895
Membrete de Jacinto Octavio Picón

El autor de la carta es presidente de la Sección de Literatura durante el curso 1895-96

[1860, junio]. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat, dándole cuenta de los gastos referentes al capital que ha invertido en su obra “La Redención del esclavo”.

TRANSCRIPCIÓN:
Querido Jerónimo: la vida del Catedrático en el mes de junio es el infierno. Hasta hoy no he podido escribir a V. Llevamos gastado en la Redención veinte mil reales, y recogidos veinte y ocho mil. De estos veinte y ocho mil le tocan a V. catorce mil. Pasado mañana le mandaré las siete mil cuatrocientas que con seiscientas forman ocho mil. Quedan pues en mi poder seis mil reales de V. En poder de los corresponsales tenemos para el próximo giro unos diez y seis mil reales, de los cuales le tocarán a V. ocho mil, y cuando tengamos las entregas cumplidas que será para fines de setiembre se habrá V. reembolsado capital y grandes ganancias. No tengo tiempo para más. Ya mandaré la cuenta con mayores circunstancias. Dígame V. si hay que hacer algún repaso. Suyo,
Emilio
Además quedan setecientos ejemplares para la venta.

1861-10-12. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat informándole sobre los pormenores de la venta de un nuevo tomo. Le consulta si quiere seguir con la empresa, para publicar La Hermana de la Caridad, las lecciones y los discursos.

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 12 de Octubre de 1861
Querido Jerónimo: ayer recibí su grata última carta y hoy le escribo. Sin duda alguna no ha llegado a sus manos la última que le dirigí a Valencia. Hemos ya firmado el tomo de la nueva publicación del cual le mando el prospecto en pruebas. Como V. verá después de haber recibido quince mil reales entre libros y dineros, tiene un nuevo libro en campaña del cual se han tirado tres mil ejemplares, y además cuatrocientos tomos de la Redención todavía en los estantes que valen algún dinero y que tarde o temprano se irán vendiendo, después que la Redención del Esclavo nos ha costado en impresión, papel y administración más de cuarenta mil reales como V. verá por las cuentas y sus comprobantes. Por consiguiente las cuentas han salido como nos prometíamos, y lo único que nos ha retrasado un tanto ha sido el maldito fiscal, y los malditos acontecimientos de Loja. He entregado la administración del nuevo libro al Sr. García, administrador de la Discusión, persona de toda mi confianza y de toda honradez, que por un tanto por ciento bien bajo la administra, pone anuncios, la propaga, gira y cobra y me dará cuentas cada tres meses evitándonos un trabajo ímprobo, un sueldo crecido y un gran engorro. Dígame V. si aprueba mi conducta dirigida por la confianza que tengo en V. Para emprender en grande las lecciones como V. desea se necesitarán de veinte mil a treinta mil reales más. Si V. está decidido a llevar adelante la empresa dígamelo para tomar mis medidas. Si no quiere V. continuar yo le iré remitiendo lo que le toque de la venta del nuevo tomo y de los ejemplares que hay en mi poder de la Redención. Necesito saber su decisión por el correo para encargar papel. Si V. se decide a continuar publicaremos La Hermana de la Caridad, las lecciones, que unido a los discursos será una gran empresa de la cual podemos prometernos grandes rendimientos. Si V. viene aquí verá minuciosamente y con sus mismos ojos las cuentas. Si V. no viene de le mandarán todas las cuentas con la misma escrupulosidad. Ya sabe V. hasta donde llevo yo mi delicadeza en materias de intereses, delicadeza que solo es comparable a la de V. mi bueno y simpático amigo. En fin, espero que mañana sin falta tendré una respuesta de V., y en vista de ella procederemos como a V. mejor le plazca. Adiós, amigo mío, sabe V. que le quiere de veras su afmo.
Emilio
He pasado muy malos ratos pues creí que el fiscal no dejaba parar nuestra última obra.

1861-11-04. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat enviándole un borrador de las cuentas. Acompaña una hoja manuscrita: “Resultado de los gastos e ingresos de “La Redención del Esclavo” en 4 de noviembre de 1861”.

TRANSCRIPCIÓN:
Hoy 4 de noviembre
Querido Jerónimo: adjunto va un borrador hecho deprisa de las cuentas. Se están poniendo en limpio por partidas. Pero ese borrador basta para que V. se entere. Me extraña su silencio. La colocación del tío Rafael está adelantada. V. puede disponer de su afmo. amigo que le quiere,
Emilio Castelar
Su tío de V. será colocado como mi primo Eleuterio en una sociedad de crédito por mi amigo D. Joaquín Maldonado. Ya avisaré.

1862-12-23. Carta de Antonio del Val (en nombre de Emilio Castelar) a Jerónimo Amat

Carta de Antonio del Val [secretario de Emilio Castelar] a Jerónimo Amat remitiéndole una letra de 4.000 reales por encargo de Emilio Castelar.

TRANSCRIPCIÓN:
Sr. D. Jerónimo Amat
Madrid 23 de diciembre de 1862
Mi apreciable amigo: Las muchas ocupaciones de que Emilio se ve rodeado le privan hoy del placer de escribir a V., y me encarga que remita a V. la letra que es adjunta de Rvon. 4.000 y que al mismo tiempo le diga que uno de estos días de fiesta, libre ya de los quehaceres que hoy le roban el tiempo para todo, escribirá a V. extensamente.
Haga V. el favor de hacernos saber el recibo de ésta con la letra dicha y disponga como guste de su affmo. amigo s.s.q.b.s.m.
Antonio del Val

1870-02-08. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat pidiendo le envíe nota del dinero que se han entregado mutuamente, con el fin de arreglar todo a su satisfacción.

TRANSCRIPCIÓN:
8 febrero 70 [escrito a lápiz, al comienzo de la carta]
Querido Jerónimo:
Mándame nota del dinero que me entregaste y de el que yo te he entregado pues ya conoces que con tanta catástrofe todos los papeles se los llevó la trampa. Esto, como todo, se arreglará a tu satisfacción. Ya sabes que de todo corazón te quiere tu invariable
Emilio

[1859]-08-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, relatando sus gestiones en la búsqueda de datos escritos sobre la capilla de la Virgen de Valme. Se refiere también a asuntos de la edición de la Corona Poética, como la letra, la fotografía y el orden de colocación de las poesías.

TRANSCRIPCIÓN:

23 de agosto
Muy señor mío y amigo:
Hubiese contestado a su muy amable y favorecida en el acto de recibirla, a no ser detenido mi deseo de hacerlo por otro, que era el de remitir a V. para que se los comunicase a Su Alteza Real el Serenísimo Infante cuantos datos escritos pudiese hallar sobre la capilla. Pero el Escribano de Alcalá no ha contestado todavía; según me dice el Señor Deán, no se han encontrado en la biblioteca de la Catedral las memorias del Padre Castro. El excelente Cantillo, hombre muy culto, tipo de la desgracia y de la complacencia, me las ha buscado con igual mal resultado en la biblioteca de la Universidad, por lo que sospecha que nunca fueron impresas y que existirían en el convento de San Francisco, del que fue guardián el Padre Castro, sólo manuscritas. Si Camacho el bibliotecario estuviese aquí, podría darnos quizás alguna razón sobre los manuscritos del Convento, pero da la casualidad que está ausente, como lo está casi todo el mundo.
Su Alteza Real, me honra de una manera que me avergüenza, tomando mi pobre, femenino, incompetente parecer sobre el carácter de la letra que me parece hermoso, y en cuanto a la fotografía, solo diré a V. que tenía yo un pensamiento continuo y era: si estuviese aquí Bécquer que entiende de ello, habíamos de sorprender a SS. AA. RR. con una vista de la vieja capilla resucitada por su piedad, ¡que gloria es para mí que haya tenido S. A. R. la misma idea que yo, pero qué pena que con ella me haya quitado la honra y el placer de prevenir su deseo!
Remito a V. el tomo de Flórez, es decir un extracto de estas memorias que dio a la prensa su hijo. El original que consta de 12 tomos manuscritos están depositados en la Escribanía de Alcalá, a cuyo Escribano hemos escrito para que nos comunique lo que dice del Valme. El otro folleto que me ha remitido el Señor Deán, solo hace de ella referencia, pero como todos esos libros viejos, tiene éste, entre muchas pesadeces, cosas interesantes. Mucho celebro que S.A.R. el Serenísimo Infante apruebe con su buen gusto, acierto, y saber, el que, reunidas y abreviadas, se pongan en una nota todas las noticias auténticas que se puedan adquirir que hubiesen sobrecargado la relación.
¡En qué compromiso me pone S. A. R. tocante al orden de la colocación de las poesías! ¿Qué le parece a V. poner en nota: “las poesías están puestas según el orden en que han llegado”? Y aunque en esto no se diga la estricta verdad, puesto que tan delicadamente impide S. A. R. que se empiece por la de Mr. de Latour, escrita en francés, ese pecado confío me lo absolverá el Padre Pila (es decir el agua bendita que absuelve las culpas veniales).
Mucho celebraré que S. A. R. esté aliviado de una incomodidad tan pequeña como incómoda y penosa. ¡Cuánto me interesa y enternece cuanto V. me dice de las vacaciones de las Infantitas y del cariño y esmero de sus augustos padres hacia ellas! Si, las virtudes domésticas son el santo fin y la más pura fuente de felicidad del hombre cuando desde tan alto se muestran, se enaltecen, se ennoblecen y se propagan, y esta es la más bella corona de Reyes y Príncipes. No me despido, porque si mañana tengo las noticias que espero, continuará molestándolo su más agradecida amiga y S.S.
Cecilia.

1859-08-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que le cuenta algunos datos que ha averiguado sobre la capilla de la Virgen del Valme, así como pormenores del tomo y composiciones poéticas que se editarán.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y apreciado amigo
Antes de contestar a su muy grata, empezaré por comunicarle algunos datos más que sobre la capilla he adquirido. A su regreso, mi amigo el Sr. D. Antonio Colón, que es además de muy instruido muy curioso, ha podido adquirir las siguientes noticias. No existe en la Catedral archivo de fundaciones de ermitas y capillas. Hubo un Prior especial de este ramo que residía en Madrid y tenía allí el archivo de fundaciones. Este cargo eclesiástico hace tiempo que se ha suprimido y solo en Madrid podrían dar razón adónde ha ido a parar aquel archivo.
El canónigo Ochoa dijo recordaba que la catedral había tenido un pleito sobre la capilla del Valme, cuyos autos deben existir en la Audiencia, y ha suplicado que se la franqueen; pero como esas cosas son lentas y difíciles, si SS. AA. RR. se dignasen recomendar este asunto al Regente, en breve se podría ver ese pleito (que será el que sostuvo el cabildo para traerse aquí a la Señora y al estandarte) lo que daría mucha luz y autenticidad al asunto.
Recuerdan personas fidedignas del pueblo que esta fundación fue dotada por S. Fernando con tierras, y las personas que las han usurpado hicieron hábilmente desaparecer de la escribanía o archivo del pueblo los autos o fundaciones que las donaban a la Capilla.
¡Es un dolor oír contar las pérdidas que por el más atroz descuido ha tenido la Señora! Gran número de alhajas que se vendieron. Otro mayor de exvotos que han desaparecido, entre ellos la espada de un pez espada. Un pequeño San Fernando arrodillado ante la Señora con su manto blanco y sus espuelas de plata. Un asta o cuerno, que se conservó 600 años y desapareció ahora poco (cuando los franceses), en que bebieron los jefes y soldados cuando brotó la fuente al decir el Rey
¡Si Dios Quisiera
Agua aquí hubiera!
Hinca Pelayo
y al hincar en tierra D. Pelayo su bastón de mando, brotó la hermosa fuente. Considero como "milagro patente" del Santo que se haya conservado el pendón.
Hacíase miedo a los niños, con el "secreto" de la capilla del Varmen. Era esto (cosa extraña) un efecto de acústica que hacía que en cuatro agujeritos muy pequeños, colocados en los 4 ángulos de la capilla, se oía salir una voz que contestaba a las preguntas. Una mujer formal y verídica que los ha visto y a quien amedrentaba mucho en su niñez me lo ha referido, y era de pública notoriedad. En unas monjas de aquí, se conserva en depósito la virgencita pequeña que se colocaba en la capilla sobre la demanda, y será restituida a la capilla cuando persona competentemente autorizada por SS. AA. RR. la reclame.
Como S. A. R. el Serenísimo Señor Infante entre sus muchos dones tiene en el más alto grado el del "acierto", que le acompaña en todas sus disposiciones, así en las más grandes como en las más pequeñas, la de hacer un tomito en lugar de un folleto grande de todo lo referente a esta interesantísima Capilla y su restauración, me parece excelente idea. Mucho celebro que me autorice S. A. R. para encabezar las composiciones poéticas con el sencillo romance popular, así como que en el secreto de mi carpeta intervenga algo el orden en que se vayan poniendo. Cuento con otras muchas, pero como somos tan "pesados" para ciertas cosas los meridionales, aun no tengo en mi poder sino la de Benavides, Fernando de Gabriel y Quiroga, el oficial de Ingenieros que compuso el Canto a Sebastopol con los hermosos elogios a "Todtleben", el famoso ingeniero ruso. Les he vuelto a escribir a mis amigos para avivar su trabajo, y digo a Trueba que en lugar de, sin tener mi consentimiento, anunciar en las "hojas autógrafas" la corona poética, podría haberme enviado su prometida composición. ¡Qué cotorras son los periodistas! ¡¡¡Qué inconsiderados!!! No soy juez ni tengo idea de quién pueda ser buen fotógrafo. Legonier tiene fama de serlo muy bueno. Justiniano está malo en cama y me ha mandado a decir que esa es la causa de no haber venido a traerme su composición. La invocación a la fe que trae en su canto primero es magnífica, y si no la llamase al final "misteriosa deidad", no tendría pero, mas esas dos palabras disuenan en sumo grado.
Siento molestar a V. con una carta tan larga, pero aun tengo que comunicarle una noticia que he adquirido, enredada, pesada, larga, pero auténtica. Un caballero, llamado D. Fulgencio Heredia y Vida, que es del pueblo de Aguilar, estuvo aquí, y dijo si una persona conocida mía si tenía noticias de una capilla del Varmen. Esta persona, que es de Dos Hermanas, le contestó que sí, y por qué causa lo preguntaba, a lo que contestó que era porque habiendo registrado los archivos de su casa, y sin atinar él cómo habían ido a parar entre ellos, había hallado papeles y legajos pertenecientes a la fundación de esta capilla. Pregunté a la persona si sabría decirme quiénes eran las relaciones y amigos de ese señor, y solo me dio razón de serlo íntimos los Campo Amenos. Soy muy amiga de la marquesa, mucho; pero hay un inconveniente para que pida al marqués que procure estos documentos, y es que se cree que esas tierras donadas por el Santo a la capilla son en parte las de Cuartos. Cuartos pertenece a una fundación piadosa que sostiene el hospital de Utrera, cuyos patronos son el marqués de Campo Ameno, y mi íntimo amigo el marqués de Pabón de Jerez. No sé cómo estará concebida esa fundación piadosa que no ha podido la desamortización echarle mano. Ahora bien, el marqués no querrá que se dilucide esta antigua fundación o usurpación, porque una vez hecha, el gobierno vendería esas tierras y este perjuicio sería para el hospital que ambos patronos miran con sumo interés. Otro conducto habría, y sería Fernando Halcón, porque siendo la madre de D. Fulgencio Vida, es hermana del padre de Dolores Vida, prima hermana de su suegra Anita Romero, por lo cual, siendo parientes, aunque no lo conozca personalmente, podría pedirle estas noticias, mucho más siendo persona tan autorizada como lo es por muchos estilos.
Nunca me habría atrevido a cansar a V. con tan pesada carta, si no fuese considerando que V. tendrá un placer en comunicar a SS. AA. RR. noticias, aunque pocas y escasas, de una cosa que tanto les interesa. Como curioso y genuino, añadiré un hecho curioso. El poseedor del mencionado mayorazgo de Aguilar es su hermano mayor, soltero, que hace años que marchó y está en Roma con objeto de averiguar el nombre de los siete Arcángeles, de los que solo se conocen los de S. Rafael, S. Miguel y S. Miguel.
Concluyo dando a V. gracias por su preciosa carta, pidiéndole excusas por lo pesada de la mía, y suplicándole me ponga reverente a los pies de Sus Altezas Reales, y me crea su sincera y simpática amiga q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
29 agosto 59
Espero que recibiría V. la carta del Sr. D. Francisco Zapata que le remití.

[1859]-10-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comunicando que le envía una cartera con fotografías y litografías, por si sus altezas reales quieren quedárselas, ya que a ella le traen amargos recuerdos.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y amigo
Según convenimos anoche, remito a V. esa cartera con fotografías y litografías, por si SS. AA. RR. se dignan pasar un rato mirándolas. Después de tantos favores recibidos, no me atrevo a pedirles otro nuevo, y es que se dignen quedarse con esa cartera que tan poco vale y es para mí una fuente de amargos recuerdos; conozco que sería demasiado atrevimiento en mí, demasiada ambición, demasiada dicha que hallasen un rincón en ese regio museo que es San Telmo; pero si V. lograse que escogiesen las que más les gustasen para dárselas a SS. AA. las Infantas más pequeñas, esto sería para mí un consuelo, si por su poco valor no es digno el todo de serles ofrecido.
Mucho abuso de la bondad de V., pero me es tan grato y dulce el hacerlo, que en punto a este pecado soy incontrita pecadora.
Su más amiga y s. s. q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
Jueves 6 octubre

1860-08-12. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, a quien agradece el envío de un retrato de la Infanta y comenta el interés de Sus Altezas Reales por favorecer a un joven (¿su sobrino?). Le relata la anécdota de un sujeto que, para obtener un favor en el Ministerio de Bruselas, se ha hecho pasar por pariente suyo con el nombre de Jacobo Caballero, diciendo ser primo de Fernán Caballero.

TRANSCRIPCIÓN:

Aunque hace pocos días que escribí a V. me apresuro a hacerlo de nuevo, para decirle llena de júbilo que recibí su favorecida con el precioso retrato de S. A. R. la Serenísima Infanta que es una alhajita, aunque no es "nuestra Infanta"; tiene más edad, menos belleza, pero al fin es "Ella".
También celebro infinito que hayan SS. AA. preferido su palacio de Sanlúcar a Santander, porque, más entrada la estación, podría no ser tan bueno el viaje por mar. En Sanlúcar estarán de enhorabuena y nosotros también por tener a ustedes más cerca.
Se comprende que el ministro no quiera en estas circunstancias alterar el personal de la legación de Nápoles, y me se figura (sin tener motivos para fundar esta sospecha) que así lo ha exigido Bermúdez.
En fin veremos si más adelante, y pasada una crisis que por razón natural no puede durar, cumple los buenos deseos que ha demostrado a SS. AA. RR. como no podía dejar de hacerlo; pero hágalo o no, no nos quitará a todos la altísima honra que nos cabe en que SS. AA. RR. se hayan interesado por este excelente joven, ni la dulce gratitud que llena y llenará siempre nuestros corazones.
Por no cansar a V. no había pensado escribir a V. sino los precedentes renglones, pero me ha sucedido una cosa tan rara, que es preciso que se la cuente. Ayer recibo una carta de un empleado en el Ministerio de Bruselas; es en extremo fina y atenta: me dice que hay un sujeto que pretende un favor en el ministerio, que no es allá conocido pero que dice llamarse Jacobo Caballero y ser primo hermano mío; y que si ello es así que en todo se le servirá. Me he apresurado en contestarle que no sólo no lo conozco, pero que ni él a mí, diciéndose primo hermano de un seudónimo, que es el nombre de autor que llevan mis escritos. Luego sentí haber hecho a ese "infeliz" quizás un mal servicio; pero como, si fuese un revolucionario, ladrón , o falsario, podría ir a presidio, yo no puedo consentir en emparentarme con los que allí moran. ¡Bueno está! ¡De manera que si este caballero del Ministerio que se llama Bamps no me escribe queda lucido Fernán Caballero en Bruselas!
No quiero cansar mas a V., pero antes de concluir le suplico exprese con tanto amor como respeto mi gratitud a SS. AA. RR.; que les recuerde el gran deseo de Conrado de poseer el retrato de S. A. R. el Conde de Eu. ¡Dios mío! ¡En qué peligro se han visto sus augustos primos! Me horroricé cuando lo leí, pues para aquellas fieras nada habría habido sagrado.
Ya sabe V. que no tiene mejor ni más simpático amigo que el que s. m. b.
Fernán Caballero
12 agosto 1860

Results 81 to 100 of 111