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1897-08-012. Carta de Rafael Salillas

Carta de Rafael Salillas a Victoriano de la Cuesta indicándole el aula y la hora que más le convienen para su cátedra.
Valencia, Ayora, La Hunde, 12 de agosto de 1897

Victoriano de la Cuesta es secretario 1º de la Junta de Gobierno y, como tal, representante del Claustro de la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo.

1897-08. Carta de Segismundo Moret

Carta de Segismundo Moret a Victoriano de la Cuesta dándole noticias sobre los cursos encargados a los siguientes señores: Alas, López Muñoz, Costa, Rivas...
[Agosto de 1897]

Segismundo Moret es presidente del Ateneo y José Victoriano de la Cuesta secretario 1º, siéndolo también de la Escuela de Estudios Superiores.

1897-07-26. Carta de Joaquín Costa

Carta de Joaquín Costa al rector de la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid, manifestándole su pesar por no poder aceptar la invitación que se le hace para explicar un curso de derecho consuetudinario, dada la lentitud que llevan sus asuntos y atrasos de trabajo.
Madrid, 26 de julio de 1897

1897-07-22. Carta de Leopoldo Alas

Carta de Leopoldo Alas a Segismundo Moret, presidente del Ateneo, acusándole recibo de su invitación para dar un curso breve en el próximo año académico. Expone detalladamente en su carta que más que el tema que se le propone de "Crítica literaria" le gustaría hablar sobre "La religión en la filosofía novísima" y que el número de diez conferencias bastaría para su asunto.
Guimaran (Asturias), 22 de julio de 1897

1897-07-21. Carta de José Rodríguez Carracido

Carta de José R. Carracido a Segismundo Moret, agradeciendo el honor que se le dispensa de invitarle en nombre del claustro de la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo a cooperar en sus tareas en el próximo curso. Respecto del tema que se le designa manifiesta que por haberse explicado recientemente le sería mucho más grato dar un curso de veinte conferencias con el título de "Problemas bioquímicos"
Arcade (Pontevedra), 21 de julio de 1897

1897-07-16. Carta de Francisco Giner

Carta de Francisco Giner a Segismundo Moret, presidente del Ateneo, manifestándole que las tareas y obligaciones que sobre él pesan le impiden aceptar la invitación para desempeñar una cátedra en la Escuela de Estudios Superiores.
Madrid, 16 de julio de 1897

1875-07-01. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Julia

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Julia, en la que le ruega interceda ante su cuñado González para que intervenga en la recomendación de su antiguo criado Antonio Peña, necesitado de un reconocimiento en su puesto de trabajo.
[Posiblemente la destinataria sea Julia González-Nandín, esposa de Miguel Velarde]

TRANSCRIPCIÓN:

Querida Julia:
Tengo que hacer un grande empeño a tu cuñado González; pero no me atrevo a tomarme directamente esta libertad, y me valgo de ti, hija mía, que tantas pruebas de bondad me tienes dadas, para que con este enfadoso empeño le incomodes.
Me han asegurado que su hermano, el señor D. Francisco, es la persona a la que más atiende el Sr. Lacambra. Ahora bien, mi buen criado antiguo Antonio Peña hace diez y seis años que entró de dependiente en puertas, en cuyo ramo ascendió en breve a cabo por su ejemplar comportamiento. Este puesto volvió a ocupar cuando se restablecieron los Consumos, hasta que de buenas a primeras, sin causa ni razón, lo rebajó de categoría y de sueldo el Sr. Lacambra, dejándole de dependiente con el cargo de aforar. Ahora hay una plaza de cabo vacante y la equidad y la justicia, así como la caridad (pues ese excelente y honrado hombre tiene mujer y cinco hijos que mantener), piden que se le reponga en el lugar que sin causa le fue quitado. Es soldado cumplido con sobresaliente hoja de servicio.
Perdona no vaya en persona a hacerte este empeño; pero no puedo salir por haberse ayer enterrado mi pobre sobrino Guillermo Hidalgo, lo que me tiene en gran desconsuelo.
Mil cariños a Velarde y María y recibe todo el de tu más sincera amiga,
Fernán
1 julio 75

1874-12-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Miguel Velarde, comunicándole que puede acudir a visitarla cualquier día y a cualquier hora, puesto que está enferma y no puede salir de casa.

TRANSCRIPCIÓN:

Veo desde aquí asomar a sus labios su graciosa y alegre sonrisa al tiempo que me escribía la fina esquela que he recibido, pues tendría presente el enojo que contra el malhadado Fernán sentiría Cecilia. ¿Qué he de decir a usted? Si digo la "verdad", que es estar enferma, pasará (sin serlo) por una excusa. Así, como que no salgo, a cualquier hora y en cualquier día puede usted venir, pero, ¡ay!, no como suele hacerlo con mi querida y discreta Julia, sino con un curioso que saldrá alzando los hombros y diciendo: ¡¡¡"Valía la pena" de venir a la calle de Juan de Burgos!!! La hora en que estoy sentada en mi mesa de copa es desde las seis a las diez de la noche. De seis a siete no pierde teatro ni tertulia; pero repito me es indiferente, puesto que no puedo salir ni puedo escribir, como lo prueba esta esquela que quizá no pueda usted leer. Los malos ratos y los años roban las fuerzas y la vida, pero no así la amistad, a la que parecen dar más consistencia y ternura.
Su más amiga,
Fernán
6 diciembre 74

1870-11-15. Carta de Alfredo Adolfo Camús

Carta de Alfredo Adolfo Camús al secretario del Ateneo contestanto a la invitación para desempeñar algunas de sus enseñanzas. Por circunstancias graves, asi de familia como personales, se ve obligado a declinar el ofrecimiento.
Madrid, 15 de noviembre de 1870

1870-10-18. Carta de José Amador de los Ríos

Carta de José Amador de los Ríos al secretario del Ateneo, aceptando la invitación para dar lectura de algunos trabajos sobre la "Historia social, civil, política y religiosa de los judíos de España y Portugal".
Madrid, 18 de octubre de 1870

1870-02-08. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat pidiendo le envíe nota del dinero que se han entregado mutuamente, con el fin de arreglar todo a su satisfacción.

TRANSCRIPCIÓN:
8 febrero 70 [escrito a lápiz, al comienzo de la carta]
Querido Jerónimo:
Mándame nota del dinero que me entregaste y de el que yo te he entregado pues ya conoces que con tanta catástrofe todos los papeles se los llevó la trampa. Esto, como todo, se arreglará a tu satisfacción. Ya sabes que de todo corazón te quiere tu invariable
Emilio

1870-01-26. Carta de Jerónimo Amat a Emilio Castelar

Minuta de carta de Jerónimo Amat a Emilio Castelar manifestando su deseo de arreglar el negocio de ambos, ya que a Castelar le van mejor las cosas y él necesita mantener a sus hijos.
[Parece que el borrador se escribió en septiembre de 1869 y posteriormente fue corregido y fechado en 26 de enero de 1870].

TRANSCRIPCIÓN:
Carta a E. C. en 26 enero 70
Querido Emilio: La convicción en que me hallo de que conoces bien la sinceridad de mi carácter, y la seguridad que tengo de que no puedes dudar del cariño y amistad que te profeso, me inducen a hablarte en los términos que voy a hacerlo.
Sabes que en los 10 años transcurridos desde que se reanudaron nuestras relaciones, ni una sola palabra te he hablado de nuestro asunto, y menos aun en los dos años y meses en que las circunstancias te obligaron a permanecer en el extranjero, y en algo más de un año que regresaste. Si las circunstancias hubieran continuado siéndote desfavorables, y yo hubiera permanecido soltero, ni una palabra te diría, porque bastaba para ello ser cosa de mi pobre hermano Rafael; pero hoy, que, aunque quizás equivocadamente, creo que aquellas te son más propicias que nunca, y que yo tengo ya tres hijos, no creo extrañes te diga, que si buenamente te fuera fácil, y has percibido lo que en tu última carta de 16 de noviembre 68 me decías habías de reclamar, apreciaría si te fuese posible que arreglásemos nuestro negocio, dejando desde ahora, y como siempre, completamente en tus manos cuanto deba hacerse.
Ya ves, Emilio, con cuánta franqueza y confianza te hablo, y con la misma espero me digas tu parecer. Soy padre, y como tal, debo procurar por mis hijos; pero a pesar de ello, callaré antes que contribuir a causarte la menor extorsión. Esto más que nada te convencerá de cuál es mi propósito.
[El final de la carta, fechado en septiembre de 1869, está tachado y sustituido por el siguiente:]
Aquí me tienes pasando mi vida trabajando y atendiendo al cuidado de mi hija, cuyo estado es cada día más deplorable. Los demás siguen bien.
Celebraré que con Concha no tengas novedad. Mis cariñosos afectos a ésta y tu sabes te quiere siempre y de corazón tu affmo. amigo
Jerónimo
Valencia y enero 26/70

1869-11-03. Carta de Antonio Arnao

Carta de Antonio Arnao al secretario 1º del Ateneo comunicándole que sus ocupaciones le impiden, con gran sentimiento, desempeñar una de las cátedras del Ateneo.
Madrid, 3 de noviembre de 1869

1868-11-16. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat. Acusa recibo de su cariñosa felicitación y le dice que ya le hablará de otros extremos en cuanto arregle varios asuntos y reclame lo que el gobierno anterior le robó.

TRANSCRIPCIÓN:
Sr. D. Jerónimo Amat
Madrid 16 de Noviembre 68
Mi querido Jerónimo: He leído tu carta con singular placer y te doy muchas, muchísimas gracias por tu cariñosa felicitación que es una de las que más aprecio por ser de uno de mis más queridos amigos.
Siento en el alma el mal estado de salud de tu hijo, y deseo con todas las venas de mi corazón que le veas perfectamente bueno.
Concha me encarga te de mis afectuosos recuerdos.
Adiós. Tu amigo que te quiere con la mayor sinceridad.
Emilio Castelar
En seguida que arregle varios asuntos y reclame lo que el gobierno anterior me robó, que fueron más de treinta o cuarenta mil duros, te hablará de otros extremos tu invariable
Emilio

1868-10-19. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en contestación a la que éste le escribe desde Portugal. Se lamenta de lo intranquila que está Sevilla con una revuelta de trabajadores por sus calles y hace diversos comentarios sobre la batalla de Alcolea y sobre la situación política del momento.

TRANSCRIPCIÓN:

Sevilla 19 Octubre 68
Mi querido amigo:
Mil gracias por su apreciada carta recibida con la doble satisfacción de ser escrita por V. y venir de donde viene. Escrita está con tranquilidad a orillas de ese Tajo que, según Mr. de Latour, es menos poético que su fama pero al menos tranquilo. No tienen esas ventajas las orillas del Betis, suenan alto las palanquetas de los demoledores y hay por añadidura una inmensa turba de trabajadores, a los que el municipio pagaba 6 r. y que habiéndoles rebajado el jornal a 5 gritaron que no los querían, pasando por aquí gritando. Me asusté horriblemente, ¿dónde iban? -mandé saber- iban a la fábrica a buscar a las cigarreras para que se uniesen a ellos. Los detuvo un humilde emisario del soberbio municipio para comunicarles que éste cedía a las exigencias de su "Soberano"; pero el "Soberano", engreído con su fácil triunfo, dijo que éstas se elevaban a querer 8 r. y el pan a dos reales. Y esta fiesta anda hoy por las calles ¡cómo le están "enseñando" al pueblo a revolucionarse! Él hará progresos y, como siempre, sus maestros serán sus víctimas. Aunque escribí ayer a Mr. de Latour, lo hago a V. para enviarle la "exactísima" relación de la infausta batalla de Alcolea que un amigo mío, testigo de vista (pues era el telegrafista) y aunque unionista, imparcial, ha escrito, y de una manera preciosa, como V. verá. Se ha impreso en un diario de Córdoba, y me apresuro a enviarla a V. porque creo interesará a SS. AA. RR. el Infante. El noble y desafortunado Novaliches que, herido ya, y teniendo su destrozada mandíbula sujeta con su pañuelo que apoyaba en ella, y no quería apearse del caballo hasta que, cubierto de sangre, cayó desmayado, por una fatalidad que no se explica (yo sí la explico) tuvo todos sus partes telegráficos interceptados y puestos en manos de Serrano.
Llamo la atención de V. sobre La Andalucía de ayer 18. He colegido (pues no puede ser otro) que es de Rubio el malvado primer artículo; ¡¡y ese hombre atroz que desterró a los Felipenses y ha echado por suelo aquella preciosa iglesia, verdadero santuario de la religión y estuche de preciosidades, es el que arrastra a los que hoy se llaman "la opinión pública"!! ¿No es en nombre de la "moral" que esos hipócritas han echado ignominiosamente del trono de sus antepasados a la Reina Isabel y nos quieren poner en él a un D. Fernando?
El trono está vacante; es un hecho consumado por una sedición militar que en lugar de proclamar desde luego, como les hubiera sido fácil, la persona que el "derecho", la "legitimidad", la razón, llamaban a ocupar el trono, se han echado en brazos de la democracia, ¡¡¡esa sierpe que como a otros Leocoontes los ahogará!!! ¡Estamos perdidos! Un amigo mío (unionista) que llegó ayer de Madrid me ha confirmado el que había sido dado de puñaladas y quemado el retrato de Prim, el ex héroe del movimiento. Dice que aquello es una Liorna; ¡que no se concibe de dónde ha podido salir tal enjambre de pretendientes! La de León me ha dicho que le escribe su marido, que está allí, que para el 22 se disuelven por el Gobierno las escandalosas juntas; no querrán disolverse y ahora va a empezar la gresca. Y esos augustos Señores ¿pueden pensar siquiera en venir a presenciar esto? Mi hermana viene, y aunque sea una simple particular, pienso que ha escogido muy mal el momento. Vea V. en La Andalucía del 18 la manera insolente y orgullosa con que hablan los periódicos ingleses de la candidatura del Príncipe Alfredo. ¿Pues y la del necio Amadeo de Saboya, que querría llevar un ejército español a combatir al Santo Padre? ¡Vamos, están locos, locos! En fin mi querido amigo, estoy aburriendo a V. hablando tanto de la cosa pública; pero aquí y en toda España se habla de otra cosa. ¡Mire V. que ir a buscar fuera lo que en casa tenemos! Pero no parece sino que esta revolución está pagada por L. N. para hacer odiar el nombre de Borbón.
Acaban de pasar todas las cigarreras que irán probablemente al Ayuntamiento a pedir aumento de salario. ¡Estamos bien! Otra cosa hay que temer. La tropa que hay aquí es de la que traía Novaliches, y han dado en gritarles cuando los ven: "liches", "liches", apodo burlesco con el que se incomodan los soldados, y el día menos pensado hay un conflicto. Guerola me escribe: “nada he tenido que sentir personalmente, aunque mucho por otros y por el porvenir de nuestra nación que parece destinada a alternar constantemente entre malos gobiernos y revoluciones”.
¡V. me dirá con razón que estoy muy funesta! ¡pero así está todo el mundo! ¡Dichoso quien ausente y tranquilo sabe por referencia y sin presenciarlo lo que estamos viendo y veremos!
De V. su más triste pero mejor amiga
Fernán

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