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Sin fecha. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Julia

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Julia, pidiéndole que le envíe la dirección que pone a Velarde y que le informe sobre “cómo sigue nuestro querido enfermo”.
[Posiblemente la destinataria sea Julia González-Nandín, esposa de Miguel Velarde]

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querida Julia:
He tenido hace dos días carta de Mr. de Latour y, teniendo que contestarle, te molesto pidiéndote el favor que me envíes la dirección que pones a Velarde, lo que espero me perdonarás. También te rogaría, puesto que tu marido no deja de escribirte un día, que me mandes a decir verbalmente con la dadora cómo te dice que sigue nuestro querido enfermo.
Mil cosas a tu excelente madre y lindas hermanas, y tú sabes que, aun sin haber tenido el gusto de tratarte, era y es tu apasionada amiga,

1868-10-19. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en contestación a la que éste le escribe desde Portugal. Se lamenta de lo intranquila que está Sevilla con una revuelta de trabajadores por sus calles y hace diversos comentarios sobre la batalla de Alcolea y sobre la situación política del momento.

TRANSCRIPCIÓN:

Sevilla 19 Octubre 68
Mi querido amigo:
Mil gracias por su apreciada carta recibida con la doble satisfacción de ser escrita por V. y venir de donde viene. Escrita está con tranquilidad a orillas de ese Tajo que, según Mr. de Latour, es menos poético que su fama pero al menos tranquilo. No tienen esas ventajas las orillas del Betis, suenan alto las palanquetas de los demoledores y hay por añadidura una inmensa turba de trabajadores, a los que el municipio pagaba 6 r. y que habiéndoles rebajado el jornal a 5 gritaron que no los querían, pasando por aquí gritando. Me asusté horriblemente, ¿dónde iban? -mandé saber- iban a la fábrica a buscar a las cigarreras para que se uniesen a ellos. Los detuvo un humilde emisario del soberbio municipio para comunicarles que éste cedía a las exigencias de su "Soberano"; pero el "Soberano", engreído con su fácil triunfo, dijo que éstas se elevaban a querer 8 r. y el pan a dos reales. Y esta fiesta anda hoy por las calles ¡cómo le están "enseñando" al pueblo a revolucionarse! Él hará progresos y, como siempre, sus maestros serán sus víctimas. Aunque escribí ayer a Mr. de Latour, lo hago a V. para enviarle la "exactísima" relación de la infausta batalla de Alcolea que un amigo mío, testigo de vista (pues era el telegrafista) y aunque unionista, imparcial, ha escrito, y de una manera preciosa, como V. verá. Se ha impreso en un diario de Córdoba, y me apresuro a enviarla a V. porque creo interesará a SS. AA. RR. el Infante. El noble y desafortunado Novaliches que, herido ya, y teniendo su destrozada mandíbula sujeta con su pañuelo que apoyaba en ella, y no quería apearse del caballo hasta que, cubierto de sangre, cayó desmayado, por una fatalidad que no se explica (yo sí la explico) tuvo todos sus partes telegráficos interceptados y puestos en manos de Serrano.
Llamo la atención de V. sobre La Andalucía de ayer 18. He colegido (pues no puede ser otro) que es de Rubio el malvado primer artículo; ¡¡y ese hombre atroz que desterró a los Felipenses y ha echado por suelo aquella preciosa iglesia, verdadero santuario de la religión y estuche de preciosidades, es el que arrastra a los que hoy se llaman "la opinión pública"!! ¿No es en nombre de la "moral" que esos hipócritas han echado ignominiosamente del trono de sus antepasados a la Reina Isabel y nos quieren poner en él a un D. Fernando?
El trono está vacante; es un hecho consumado por una sedición militar que en lugar de proclamar desde luego, como les hubiera sido fácil, la persona que el "derecho", la "legitimidad", la razón, llamaban a ocupar el trono, se han echado en brazos de la democracia, ¡¡¡esa sierpe que como a otros Leocoontes los ahogará!!! ¡Estamos perdidos! Un amigo mío (unionista) que llegó ayer de Madrid me ha confirmado el que había sido dado de puñaladas y quemado el retrato de Prim, el ex héroe del movimiento. Dice que aquello es una Liorna; ¡que no se concibe de dónde ha podido salir tal enjambre de pretendientes! La de León me ha dicho que le escribe su marido, que está allí, que para el 22 se disuelven por el Gobierno las escandalosas juntas; no querrán disolverse y ahora va a empezar la gresca. Y esos augustos Señores ¿pueden pensar siquiera en venir a presenciar esto? Mi hermana viene, y aunque sea una simple particular, pienso que ha escogido muy mal el momento. Vea V. en La Andalucía del 18 la manera insolente y orgullosa con que hablan los periódicos ingleses de la candidatura del Príncipe Alfredo. ¿Pues y la del necio Amadeo de Saboya, que querría llevar un ejército español a combatir al Santo Padre? ¡Vamos, están locos, locos! En fin mi querido amigo, estoy aburriendo a V. hablando tanto de la cosa pública; pero aquí y en toda España se habla de otra cosa. ¡Mire V. que ir a buscar fuera lo que en casa tenemos! Pero no parece sino que esta revolución está pagada por L. N. para hacer odiar el nombre de Borbón.
Acaban de pasar todas las cigarreras que irán probablemente al Ayuntamiento a pedir aumento de salario. ¡Estamos bien! Otra cosa hay que temer. La tropa que hay aquí es de la que traía Novaliches, y han dado en gritarles cuando los ven: "liches", "liches", apodo burlesco con el que se incomodan los soldados, y el día menos pensado hay un conflicto. Guerola me escribe: “nada he tenido que sentir personalmente, aunque mucho por otros y por el porvenir de nuestra nación que parece destinada a alternar constantemente entre malos gobiernos y revoluciones”.
¡V. me dirá con razón que estoy muy funesta! ¡pero así está todo el mundo! ¡Dichoso quien ausente y tranquilo sabe por referencia y sin presenciarlo lo que estamos viendo y veremos!
De V. su más triste pero mejor amiga
Fernán

Sin fecha (lunes 12). Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Miguel Velarde, agradeciendo su carta y manifestando su deseo de verle antes de que se vaya, quizá por la noche que cenará en palacio.

TRANSCRIPCIÓN:

Son poco más de las siete; pero hay una hora que estoy levantada ¡como si me diese el corazón que había de recibir su tan grata carta! Mil gracias por ella. ¡Mucho deseo igualmente tener el gusto de ver a V. antes que se nos vaya! Quizás lo tendré esta noche, en que tengo la honra de comer en palacio.
Su más sincera amiga

Cecilia
Lunes 12

Sin fecha (5 septiembre). Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Miguel Velarde, con nota de “confidencial”, ofreciéndole ayuda económica para la compra de una casa.

TRANSCRIPCIÓN:

Confidencial
Querido amigo:
Reflexionando que podría tener a V. cuenta el comprar la casa de que hablamos anoche, pero que vista su buena fábrica y buen sitio ha de ser bien cara, yo con esa insolencia de la amistad, me atrevo a decirle que sería para mí un buen negocio el que V. tomase 50 mil reales que me valió la venta de mis escritos, pues en parte ninguna los creería más seguros. Con solo una indicación de V. los mandaría venir, y entre nosotros no mediaría más que un recibo de V. en un papelillo cualesquiera por cosa posible de muerte y, sobre todo, esto (por mutua conveniencia) quedaría tan oculto que solo solo V. lo sabríamos [sic].
Esta es una carta de negocios; ¡el pobre Fernán tiene que serlo todo en su casa! Pero lo que es más que nada es su más sincera y afectísima amiga
Fernán
5 septiembre
No se enfade V., que será ganando su por ciento.

Sin fecha. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Antoine de Latour

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Antoine de Latour, donde le relata cómo Miguel Velarde intervino en una obra de caridad con la que los duques de Montpensier favorecieron a una anciana necesitada, relato que ella llama “uno de los misterios de San Telmo”.

[La letra no es autógrafa de Cecilia Böhl de Faber]

TRANSCRIPCIÓN:

De Fernán Caballero a Monsieur de Latour

Señor mío y querido amigo:
Cuando parece que el tiempo cesa de incomunicarnos, se le antoja a mi monótona buena salud hacer fiasco, y encerrarme en casa, cosa que nada sentiría, si no me precisase del gusto de ver a V. Es preciso pues acudir a la suplefalta de la palabra la pluma, aunque mi cabeza con la fluxión que la aqueja no está para ello; pero yo trato a mi cabeza como nuestros crueles arrieros a sus pobres, cansados y débiles asnos –arre, arre, sin piedad. Pero en este momento no es la voluntad por lo en mano, es el corazón, que suavemente la guía. Tengo de escribir… asómbrese V. ¡¡unos "misterios"!! Sí señor… es preciso el ser de su época. Estos misterios llevarían por título: "los misterios de San Telmo".
En San Diego había un cementerio, fue convento de unos malvados frailes. Vense entre oscuras colgaduras de hiedra los sepulcros y estatuas de los muertos enterrados en el convento de San Francisco trasladadas allí para aumentar el horror; puede que la del Comendador se levante de noche y busque por todo el palacio y sus dependencias algún pícaro seductor para llevárselo a buen recaudo, y "pour comble d’horreurs" ¡aparecen sepulcros y huesos romanos! Pero estos están de cierto muy agradecidos a S.A.R. pues le ha "hecho la tierra ligera". Creo que V. ignora muchos de estos misterios; pero supongo que hoy sobra alguno por la Andalucía. Queda el referir a V. la segunda parte y esto voy a hacer si no se horroriza demasiado. Acabo de recibir la Andalucía y no lo trae; como se compone la tirada (menos las noticias) dos días antes, no tiene nada de extraño, a las 4 iba a las reales manos de S.A.R. el memorial de una infeliz anciana, solo y estéril amparo de unos nietos huérfanos que por absoluta falta de medios ni podía sacar su equipaje de las galeras ni proseguir su viaje a su pueblo, ni permanecer aquí; pero estaba escrito que había de llevar de Sevilla una muestra de la caridad sin límites de los hermanos de nuestra Reina, de los hijos de los franceses, a las siete entraba en casa Velarde, que nunca he visto mejor parecido; en salón animado, sus ojos que brillaban como estrellas, su boca en la que bajo los bigotes del bizarro militar brillaba una sonrisa dulce, inocente y gozosa como la de un niño, demostraban que algo lo entusiasmaba y conmovía. Sobre la mesa cayeron unas monedas de oro (que eran, no lo que pedía la necesitada, sino el doble) y en mis oídos unas palabras… que si bien forman parte de los misterios de San Telmo, los forman también de los dulces y escritos misterios de mi corazón donde llegan para no salir de él.
Me he interrumpido un rato, para proseguir con más calma. Aquí estaba mi "ayudante literario" Cantillo, al que su buenísimo corazón da alas, y su delgadez fenomenal, ligereza, para volar al teatro como un ave nocturna de "buen" agüero. Es largo de paso pero corto de vista y así penetra a fuerza de preguntas, zancadas y empujones en el Tubino. ¿Qué es eso? ¿Qué trae usted? ¿Qué se […]? Cantillo hace sonar las monedas de oro en su bolsillo; la curiosidad de Tubino se convierte en asombro. ¿Oro? ¿Usted? ¡O no, yo! El oro dos veces oro porque es el de la caridad, tres veces oro, porque es el oro de la caridad de SS. AA. RR., para la pobre que V. ha recomendado a Fernando Caballero, por cuyo conducto y otro de gran […] llegó el memorial a sus manos. Ahora es a su vez Tubino que sin ser más deja a Romea plantado y sale desalentado repitiendo: “¡Jesús! ¡Qué señores! ¡Qué caridad tan inagotable! Dios se lo pague”, y sale sin cesar de correr hasta el domicilio de la anciana necesitada. Y las gentes en el teatro preguntan ¿pero qué es eso?, ¿qué ha sucedido?, ¿ha venido un parte telegráfico?, ¿es un nuevo atentado? No, no, señores, es… uno de los misterios de San Telmo.
Tubino fue demasiado pronto en el modo de dar la nueva a la anciana, que quedó medio accidentada y ahogada en una congoja, repitiendo entre sollozos, bendiciones y "Dios se los pague", de aquellos que es ala el corazón tan ferviente y tan alzado a Dios que desde luego llegan a él… aquí tiene V. pues uno de los misterios de San Telmo de que le hablé al principio de mi carta.
Envío a V. una carta de mi sobrino Juan; lo uno, porque basta que no tenga la hon… (no, antes ha de ir la dicha) antes que tenga la dicha y la honra de poder yo misma expresar los sentimientos de mi sobrino, desearía que V. tuviese la bondad de hacerlo en mi nombre; deseo que sea V. lo que medie en toda confianza sobre la traducción que voy a enviarle con los retratos de SS. AA. RR. que pide, quiero enviarle, pues son pan de ver en las cortes extranjeras, el de S. A. R. que tiene el transparente velo y el pañuelo de Manila, lo muy muy parecido; es el más español y teniendo mucha dignidad, es el más garboso; mi álbum y mi corazón quedarán heridos: pero quiero que vean ese retrato en el extranjero.

Equipo de la Biblioteca del Ateneo de Madrid

Reproducción de una fotografía de los empleados técnicos de la Biblioteca del Ateneo de Madrid, posando ante un edificio en un viaje cultural. En el verso de la fotografía original figura el siguiente texto:
"Equipo de la Biblioteca del Ateneo de Madrid. De izquierda a derecha: Amparo Amat, Aurea Lóriz, Antonio Viñas, Elena Amat, Ángeles Mazón y Carmen Uriarte. 16 de febrero de 1947".

1874-12-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Miguel Velarde, comunicándole que puede acudir a visitarla cualquier día y a cualquier hora, puesto que está enferma y no puede salir de casa.

TRANSCRIPCIÓN:

Veo desde aquí asomar a sus labios su graciosa y alegre sonrisa al tiempo que me escribía la fina esquela que he recibido, pues tendría presente el enojo que contra el malhadado Fernán sentiría Cecilia. ¿Qué he de decir a usted? Si digo la "verdad", que es estar enferma, pasará (sin serlo) por una excusa. Así, como que no salgo, a cualquier hora y en cualquier día puede usted venir, pero, ¡ay!, no como suele hacerlo con mi querida y discreta Julia, sino con un curioso que saldrá alzando los hombros y diciendo: ¡¡¡"Valía la pena" de venir a la calle de Juan de Burgos!!! La hora en que estoy sentada en mi mesa de copa es desde las seis a las diez de la noche. De seis a siete no pierde teatro ni tertulia; pero repito me es indiferente, puesto que no puedo salir ni puedo escribir, como lo prueba esta esquela que quizá no pueda usted leer. Los malos ratos y los años roban las fuerzas y la vida, pero no así la amistad, a la que parecen dar más consistencia y ternura.
Su más amiga,
Fernán
6 diciembre 74

1875-07-01. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Julia

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") a Julia, en la que le ruega interceda ante su cuñado González para que intervenga en la recomendación de su antiguo criado Antonio Peña, necesitado de un reconocimiento en su puesto de trabajo.
[Posiblemente la destinataria sea Julia González-Nandín, esposa de Miguel Velarde]

TRANSCRIPCIÓN:

Querida Julia:
Tengo que hacer un grande empeño a tu cuñado González; pero no me atrevo a tomarme directamente esta libertad, y me valgo de ti, hija mía, que tantas pruebas de bondad me tienes dadas, para que con este enfadoso empeño le incomodes.
Me han asegurado que su hermano, el señor D. Francisco, es la persona a la que más atiende el Sr. Lacambra. Ahora bien, mi buen criado antiguo Antonio Peña hace diez y seis años que entró de dependiente en puertas, en cuyo ramo ascendió en breve a cabo por su ejemplar comportamiento. Este puesto volvió a ocupar cuando se restablecieron los Consumos, hasta que de buenas a primeras, sin causa ni razón, lo rebajó de categoría y de sueldo el Sr. Lacambra, dejándole de dependiente con el cargo de aforar. Ahora hay una plaza de cabo vacante y la equidad y la justicia, así como la caridad (pues ese excelente y honrado hombre tiene mujer y cinco hijos que mantener), piden que se le reponga en el lugar que sin causa le fue quitado. Es soldado cumplido con sobresaliente hoja de servicio.
Perdona no vaya en persona a hacerte este empeño; pero no puedo salir por haberse ayer enterrado mi pobre sobrino Guillermo Hidalgo, lo que me tiene en gran desconsuelo.
Mil cariños a Velarde y María y recibe todo el de tu más sincera amiga,
Fernán
1 julio 75

Documentación personal y varia

Copias digitales de algunos documentos relacionados con la época en la que Elena Amat trabajó en el Ateneo de Madrid, hasta 1953:
Certificados y nombramientos (8 documentos, copias)
Transcripción de entrevista radiofónica (1 documento, copia)
Recorte de prensa y transcripción del texto, 1948 (2 documentos, copias)
Informe sobre la Biblioteca del Ateneo, 1951 (1 documento, copia)
Invitación de un concierto del Ateneo de Madrid, 1929 (1 documento original)

1862-12-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, rogándole interceda ante el Infante para que encargue algún trabajo al pintor Antonio Lara, que se encuentra en situación de extrema necesidad.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querido amigo:
¡Dios me reciba y cuente por un grande "merecido" (como califica el pueblo los sacrificios que se hacen con un buen fin) esta carta que le dirijo! Al caso, y el mal camino andarlo pronto. El pobre pintor Antonio Lara ha estado por un mes gravemente enfermo, su mujer está para parir. En esta situación, pálido y vacilante, apremiado por el dueño de su casa y por el del almacén de comestibles, se presentó en mi casa para suplicarme que rogase a los Ángeles tutelares de los pobres de Sevilla, con especialidad al de los artistas necesitados, el Smo. Infante, que otras veces le ha ocupado, pues como copista es seguramente el mejor de Sevilla, que se dignase encargarle algún trabajo.
Sus Altezas Reales están comprando las litografías de los cuadros de Murillo que él ha iluminado al óleo, y el fotógrafo le paga a él una gran bicoca! La pintura en este país es una triste carrera; no obstante en ella, como en todas, hay quien la sigue con suerte y quien la sigue con perenne desgracia, y Lara es uno de éstos, a pesar de su mérito como artista y de su honradez y virtud como hombre. Por Dios, mi querido amigo, que no sepan SS. AA. RR. que soy yo la que he escrito a V. sobre este asunto; si bien llega el valor que tengo hasta hacer el sacrificio de hacerme una cansada solicitadora con V., no llega hasta tener el atrevimiento de serlo con SS. AA. RR. Si ve V. que no tiene el Smo. Infante trabajo alguno que darle, póngame V. dos letras para que se las pueda enseñar y convencerlo que he hecho lo que le prometí, rogar a V. de que explorase si su deseo podía tener éxito. Estas dichosas y hermosas Pascuas me arruinan, y no es eso lo peor, sino que no queriendo rehusar en ellas las súplicas de los desgraciados, me obligan a abusar de la bondad de mis queridos amigos, molestándolos con cartas tan cansadas e impertinentes como lo es ésta.
Suplico a V. que con mis respetos dé a S. A. R. el Conde de Eu, si se digna aceptarla, la bienvenida al país que lo cuenta con orgullo entre sus glorias de África.
¡Perdóneme V., Velarde! Por Dios perdóneme V., y no añada V. a la amargura con que escribo estos renglones, otra más con incomodarse, para lo cual tenía V. sobrado pábulo y pleno derecho.
De V. su más sincera amiga, q. s. m b.

[Fernán Caballero]
23 Dbre. 62

[la carta está recortada en la parte inferior derecha, justo donde estaría la firma]

1863-01-10. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, solicitándole aclaración sobre un dinero que él le entregó con destino a Lara.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querido amigo:
Me hallo en un grandísimo apuro, pues si bien recuerdo me dijo V. que me entregaba para Lara 60 duros, en dos billetes de a 25 y uno de a 10. Los guardé sin examinarlos. Le di uno de los de a 25, guardé los otros dos y ahora me hallo que lo que tengo es un billete de 500 r. y otro de 100. ¿Recuerda V. los que me trajo? No se pueden haber equivocado con billetes de mi pertenencia, pues da la casualidad que no tengo ninguno.
Su más amiga,
Fernán
10 de enero 1863

1863-02-26. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, enviándole los ejemplares que destina a Sus Magestades, ya que él se ha ofrecido a entregarlos en su nombre.

TRANSCRIPCIÓN:

Después de mi carta "oficial", mi querido amigo, pongo a V. estos renglones, para decirle que mediante la amable oferta que me ha hecho de entregar en mi nombre los ejemplares que les destino a SS. MM., me tomo la libertad de enviárselos para que me cumpla su amable oferta. Esto es abusar de su bondad. Pero ¿de qué no se abusa en este mundo? Es la triste condición humana.
Su más sincera amiga,
Cecilia
26 febrero 63

1863-02-28. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, por la que le desea feliz viaje y le recuerda su promesa de interesarse por la licencia de casamiento del capitán D. Bruno Farina.

TRANSCRIPCIÓN:

Querido y amable amigo:
V. no "puede" volver a verme –solo le quedan pocas horas- por lo que ésta sirve para desearle a V. un felicísimo viaje, y decirle que el encargo de anoche es la licencia de casamiento del "Capitán Don Bruno Farina", que yace cloroformizada en el Tribunal Supremo. V. prometió interesarse en ella y esto sirve de recuerdo a su bondadosa voluntad.
Acuérdese V. también de los corazones que ansían por su vuelta, unos con la sangre caliente de la juventud, otros con la sangre sentada de la edad, pero todos con el cariño que V. se merece, y cual nadie sabe inspirar.
Fernán
28 febrero 63

1865-05-18. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, solicitándole información sobre algunos documentos y cuadros referentes a Hernán Cortés que poseen los duques, para un artículo que está escribiendo.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi muy querido amigo:
Acabo de recibir su preciosa carta y no seré yo sola la que la lea, pues la leerán también unos preciosísimos ojos que con su lectura se llenarán de dulces lágrimas.
Me apresuro en contestar a V, no tanto para hablarle del viaje y atroz camino, capaz de asustar al mismo Hernán Cortés, y hecho (a la vuelta sobre todo) materialmente en camino de hierro, pues a la ida la esperanza, y a la vuelta el recuerdo, combatieron victoriosamente el miedo, sino para pedirle un favor, y es, que si SS. AA. RR. no tienen inconveniente, me sacase V. una copia del catálogo de los curiosos documentos que ha reunido S. A. R. pertenecientes a la historia de su héroe. Quisiera saber también el nombre de la familia italiana en la que por alianza representa hoy la casa de Cortés, Marqués del Valle.
También desearía saber de dónde procede el retrato de Cortés viejo que hace "pendant" al magnífico retrato de Cortés mozo. Igualmente otro en cuadro más pequeño que se dignó S. A. R. enseñarme; con otras preguntas que haré a V. verbalmente, todo necesito como V. comprenderá para una pequeña descripción que bajo la impresión recibida estoy escribiendo. No necesitaría molestar a V. con estas preguntas si no hubiesen estado presentes SS. AA. RR. e Infantitos, pero V. comprenderá que estándolo, poca atención se puede prestar a otra cosa alguna, estando absorbidos en ellos, el corazón, la vista y la mente.
Ya tenía yo mis temores que los nombres ingleses estarían equivocados. La letra de nuestro amigo tiene la ventaja que prolonga el dulce placer de la lectura de sus divinas cartas, pero la contra de equivocarse en aquello que no puede adivinar. Lo de la Reina "madre" es una torpe "bevue" escapada en la prisa con que escribí el borrador y que al copiarlo habría corregido.
Hágame V. el favor de poner a los pies de SS. AA. RR. las expresiones de mi gratitud por el día de delicia que se dignaron proporcionarme ayer, y que queda archivado en mi corazón con más cuidado y amor que lo están en su preciosísima posesión los recuerdos de Hernán Cortés.
¿Hablaremos, no es verdad, cuando V. venga? Antes no concluiré mi articulito. Que sea cuanto antes es el deseo de su más sincera amiga
Fernán
18 mayo 65

Justamente hoy viene en un periódico una comunicación de Valladolid en que se quejan que se va a desplomar la casa en la que murió Colón, lo que servirá de pie a mi articulito.

1867-06-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, pidiéndole información sobre un cargo en casa de los duques, que solicitaría para su marido su amiga Trinidad Montilla.

TRANSCRIPCIÓN:

¡Acabada de recibir una larga epístola mía se ve V. acometido por una segunda! Pero a costa del sacrificio de parecer a V. importuna, me resuelvo a complacer a Trinidad Motilla, a la que desde que era niña quiero mucho. Esta me ha suplicado al saber la muerte de Marrón , que averigüe si S. A. R. el Infante piensa suprimir el cargo que le había dado en su "casa", para caso que no, solicitar, confiada en la bondad con la que la han tratado SS. AA. RR., este cargo para su marido, el que, como creo que V. sabrá, es muy apto a desempeñarlo. Como V. conoce, nadie hay que pueda mejor que V. saber sobre esto las intenciones de S. A. R. y nadie como V. es fino y complaciente para hacérnoslas saber. Con esta carta le concederá V. un premio a mi laconismo; si me (o nos) contesta, yo concederé otro a su bondad y a su benevolencia.
Fernán
23 junio 67

1862-04-25. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, solicitándole interceda a favor de una pobre huérfana, que sus padres recogieron y criaron como propia.

TRANSCRIPCIÓN:

¡Qué buenos son mis amigos, de perseverar siéndolo, cuando de mi amistad solo le provienen molestias! Con pena, pero con confianza, remito a V. la adjunta apuntación de que pende toda la felicidad de una pobre huérfana, hija del amor de dos personas distinguidas, que mis padres recogieron y criaron como cosa propia, lo que explicará a V. mi interés casi fraternal por ella. Abogue V. por ella, seguro que hace una noble y caritativa obra, para V. no es menester más estímulo.
De V. su pesada pero mejor amiga,
Fernán
25 abril 1862

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