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1848-10-13. Carta de Antonio Alcalá Galiano

Carta de Antonio Alcalá Galiano al secretario del Ateneo, aceptando la invitación de la Junta directiva y tomando a su cargo las lecciones sobre la historia del siglo XVIII en todo cuanto abraza, mirando la misma época por su aspecto político, social y literario.
Madrid, 13 de octubre de 1848

1848-10-13. Carta de José Joaquín de Mora

Carta de José Joaquín de Mora al secretario del Ateneo comunicándole que acepta encargarse de una de las cátedras que deben abrirse en el Ateneo y que acudirá a la reunión del día 16 para la que se le ha citado.
Madrid, 13 de octubre de 1848

1848-10-14. Carta de Salvador Bermúdez de Castro

Carta de Salvador Bermúdez de Castro a José Joaquín Mateos, secretario del Ateneo, comunicándole que su falta de aptitud para la enseñanza y su escasa instrucción en todas las ramas del saber no le permiten admitir la honra que le hace la Junta directiva del Ateneo para el desempeño de una de sus cátedras.
Madrid, 14 de octubre de 1848

1848-10-15. Carta de Antonio Gil y Zárate

Carta de Antonio Gil y Zárate al secretario del Ateneo excusándose de aceptar una de las cátedras por sus muchas ocupaciones y por no conceptuarse con los conocimientos necesarios para corresponder dignamente a los deseos de tan ilustrada corporación.
Madrid, 15 de octubre de 1848

1848-10-15. Carta de Ramón de Mesonero Romanos

Carta de Ramón de Mesonero Romanos a José Joaquín Mateos, secretario del Ateneo, comunicándole que no acepta la invitación de la Junta directiva para tomar parte en las enseñanzas que han de establecerse en la temporada que empieza, reconociendo como reconoce la cortedad de sus luces y su insuficiencia para desempeñar ninguna cátedra.
Madrid, 15 de octubre de 1848

1848-10-16. Carta de Joaquín Francisco Pacheco

Carta de Joaquín Francisco Pacheco al secretario 1º del Ateneo comunicándole que sus ocupaciones le impiden encargarse este año de alguna cátedra, como sí lo ha hecho otras veces.
Madrid, 16 de octubre de 1848

1848-10-16. Carta de Juan Donoso Cortés

Carta de Juan Donoso Cortés a José Joaquín Mateos, secretario del Ateneo, manifestándole que por sus ocupaciones no puede aceptar la cátedra que se le ofrece.
Madrid, 16 de octubre de 1848

1848-10-16. Carta de Mateo Seoane

Carta de Mateo Seoane al secretario 1º del Ateneo, en la que manifiesta que no puede acceder a su invitación ya que sus muchas ocupaciones le impiden ocuparse de una cátedra, la misma razón por la que tuvo que renunciar a la presidencia de la Sección 2ª (Ciencias Naturales).
Madrid, 16 de octubre de 1848

1848-10-18. Carta de Pedro Mata

Carta de Pedro Mata al secretario del Ateneo excusándose a causa de sus ocupaciones del desempeño de ninguna cátedra. Alaba el talento del profesor Leoncio Sobrado que se ocupará de la cátedra de medicina legal.
Madrid, 18 de octubre de 1848

1849, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 235-264 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 29 de enero hasta el 29 de diciembre de 1849.

En la Junta de 29 de enero de 1949 se presentó la siguiente proposición: Si los periódicos de la capital revelasen algo ocurrido en el seno del Ateneo de forma que menospreciase su reputación, la Junta de Gobierno borrará de la lista a aquel que lo hubiere escrito, en el caso de que sea socio; si el autor no fuera socio, la Junta de Gobierno rectificará los hechos en la prensa. Se preguntó si se tomaba en consideración esta proposición y se acordó que no.

En la misma Junta se dio cuenta de la renuncia al cargo del bibliotecario, Miguel Lafuente Alcántara, elegido el 30 de diciembre. Se procedió a una nueva votación y salió reelegido el mismo, por lo que fue declarado bibliotecario del Ateneo.

En la Junta de 27 de diciembre de 1849 se discutió si el depositario, Sr. Bárbara, debía salir de la Junta directiva en fin del año actual, como reemplazo del Sr. Carriquiri que empezó a desempeñar el cargo de depositario en enero de 1847, o si el trienio del Sr. Bárbara concluía en fin de 1850 por haber sido elegido en julio de 1848. Se acordó la primera proposición, por lo que la próxima votación incluiría los ocho individuos de la Junta de Gobierno.

En la Junta de 29 de diciembre de 1849 se leyó la relación de las obras adquiridas y donadas a la Biblioteca. El secretario primero, José García Barzanallana, leyó la Memoria de Secretaría sobre las actividades del año 1849 (p. 251-260). En ella dio cuenta de los cargos elegidos para dirigir las secciones en el año de 1850:

Primera Sección (Ciencias Morales y Políticas):
• Presidente: Antonio Alcalá Galiano
• Vicepresidente: Facundo González [posiblemente sea Facundo Goñi]
• Secretario: Emilio Bernar
• Vicesecretario: Tomás Bordallo

Segunda Sección (Ciencias Exactas y Naturales):
• Presidente: Ramón de Echevarría
• Vicepresidente: Francisco García San Pedro
• Secretario: Laureano Pérez Arcas
• Vicesecretario: José Bustos y Castilla (vizconde de Rías)

Tercera Sección (Literatura y Bellas Artes):
• Presidente: José Joaquín de Mora
• Vicepresidente: Salvador Bermúdez de Castro
• Secretario: José Grijalba
• Vicesecretario: Vacante por renuncia de Joaquín Tenreyro Montenegro

A continuación se procedió a la elección de los individuos que habían de componer la Junta directiva para el año 1850:

• Presidente: Antonio Alcalá Galiano
• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Consiliario 2º: Sr. Medina [Manuel Medina]
• Secretario 1º: José Magaz y Jaime
• Secretario 2º: Sr. Bordallo [Tomás Bordallo]
• Bibliotecario: Sr. Navarrete [Ramón de Navarrete y Landa]
• Contador: Sr. Mateos [José Joaquín Mateos]
• Depositario: Manuel de Bárbara

1850, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 265-286 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 5 de enero hasta el 30 de diciembre de 1850.

En la Junta de 31 de enero de 1850 comenzó la aprobación de los nuevos Estatutos preparados por una comisión de socios. En la Junta de 16 de febrero se terminaron de aprobar y se acordó que empezaran a regir desde ese momento.

En la misma Junta se procedió a la discusión del proyecto de reglamento interior, que concluyó en la Junta siguiente de 28 de febrero, en la que se acordó que empezara a regir desde el 1 de marzo.

En la Junta de 30 de diciembre de 1850 el secretario, José Magaz y Jaime, procedió a la lectura de la Memoria de Secretaría sobre las actividades del año 1850 (p. 276-285). En ella dio cuenta de los cargos elegidos para dirigir las secciones en el año de 1851:

Primera Sección (Ciencias Morales y Políticas):
• Presidente: Antonio Alcalá Galiano
• Vicepresidente: Facundo Goñi
• Secretario: Emilio Bernar
• Vicesecretario: Tomás Bordallo

Segunda Sección (Ciencias Naturales, Físicas y Matemáticas):
• Presidente: Pedro Mata
• Vicepresidente: Ramón Llorente
• Secretario: Laureano Pérez Arcas
• Vicesecretario: Manuel José de Galdo

Tercera Sección (Literatura y Bellas Artes):
• Presidente: Joaquín Francisco Pacheco
• Vicepresidente: Salvador Bermúdez de Castro
• Secretario: José Canga Argüelles
• Vicesecretario: Manuel Capalleja

No se dio lectura a la relación de obras ingresadas en la Biblioteca durante el año, puesto que ya se había repartido a los socios el nuevo Catálogo [impreso] de todas las obras existentes en la Biblioteca del Ateneo.

A partir de esta fecha y según el artículo 8º de los Estatutos aprobados en 1 de marzo de 1850, la Junta de Gobierno se renueva por mitad todos los años. Por tanto se procedió a la elección de la mitad de los individuos que habían de renovarse para componer la mitad de la Junta directiva de 1851:

• Presidente: Antonio Alcalá Galiano
• Consiliario 2º: Manuel Medina
• Secretario 1º: José Magaz y Jaime
• Contador: José Joaquín Mateos

[Continúan en el cargo los siguiente señores:

• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Secretario 2º: Sr. Bordallo [Tomás Bordallo]
• Bibliotecario: Ramón de Navarrete y Landa
• Depositario: Manuel de Bárbara]

1850-10-05. Carta de Juan Donoso Cortés

Carta de Juan Donoso Cortés, Marqués de Valdegamas, al secretario del Ateneo comunicándole que no puede acceder a la honorífica invitación de la Junta Directiva para desempeñar una cátedra, por tener que emplear su tiempo en ocupaciones imprescindibles aunque enojosas.
Madrid, 5 de octubre de 1850
Firma: Marqués de Valdegamas

1850-10-14. Carta de Claudio Moyano

Carta de Claudio Moyano al secretario 1º del Ateneo excusándose de no poder aceptar la cátedra que se le ofrece debido a sus muchas ocupaciones.
Madrid, 14 de octubre de 1850

1850-12-04. Carta de Santiago Vicente Masarnau

Carta de Vicente Santiago Masarnau a Manuel de Bárbara dándole informes sobre la preparación y estudios del joven Fernando Fragoso y Lugo, que desea explicar lecciones en el establecimiento del Ateneo.
Madrid, 4 de diciembre de 1850
Membrete: "Colegio de primera clase preparatorio para todas las carreras"

1851, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 287-298 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 30 de enero hasta el 30 de diciembre de 1851.

En la Junta general de 31 de marzo de 1851 se dio cuenta de un oficio del presidente, D. Antonio Alcalá Galiano, participando su nombramiento y el pesar que tenía en abandonar el Ateneo.

En la Junta de 16 de diciembre de 1851 se acordó considerar vacante el cargo de presidente del Ateneo, atendida la ausencia ilimitada del Sr. D. Antonio Alcalá Galiano a quien estaba conferido, resolviendo al mismo tiempo se procediese a su reemplazo cuando se verificasen las elecciones para la renovación de los individuos de la Junta de Gobierno que deben cesar en sus cargos en fin de año con arreglo al artículo 8º de los Estatutos. Igual acuerdo se tomó respecto al secretario 1º, D. José Magaz, de cuya dimisión fundada en las grandes ocupaciones que le impedían continuar se dio conocimiento a la Junta.

En la Junta general de 30 de diciembre de 1851 el secretario 2º, Tomás Bordallo, leyó la Memoria de Secretaría y se acordó imprimirla [no se reproduce el texto de la memoria en el acta].
Se procedió a continuación a la elección de cargos vacantes de la Junta de Gobierno para el año 1852:

• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Secretario 1º: marqués de la Vega de Armijo
• Secretario 2º: Manuel Capalleja
• Bibliotecario: Luis María de la Torre
• Depositario: Manuel de Bárbara

[Continúan en el cargo los siguientes señores:

• Consiliario 2º: Manuel Medina
• Contador: José Joaquín Mateos]

[En el acta de esta Junta no se mencionan los cargos elegidos en las secciones para el año 1852, que según la Memoria de Secretaría que se imprimió son los siguientes:

Primera Sección (Ciencias Morales y Políticas):
• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Vicepresidente: Facundo Goñi
• Secretario: Emilio Bernar
• Vicesecretario: Isidro Wall

Segunda Sección (Ciencias Naturales, Físicas y Matemáticas):
• Presidente: Rafael Cavanillas
• Vicepresidente: Ramón Llorente Lázaro
• Secretario: Laureano Pérez Arcas
• Vicesecretario: Manuel José de Galdo

Tercera Sección (Literatura y Bellas Artes):
• Presidente: Joaquín Francisco Pacheco
• Vicepresidente: Juan Eugenio Hartzenbusch
• Secretario: José Canga Argüelles
• Vicesecretario: Manuel Capalleja]

1851-03-20. Carta de Antonio Alcalá Galiano

Carta de Antonio Alcalá Galiano al secretario del Ateneo comunicándole el dolor de tener que despedirse del Ateneo por tener que ir a servir el destino con que la Reina se ha servido honrarle.
Madrid, 20 de marzo de 1851
Antonio Alcalá Galiano desempeñaba en esta fecha el cargo de Presidente del Ateneo. En la carta se refiere a su reciente nombramiento como Embajador en Lisboa.

1851-04-03. Carta de Francisco Martínez de la Rosa

Carta de Francisco Martínez de la Rosa al secretario del Ateneo indicándole que le envía un ejemplar del tomo X del "Espíritu del siglo" con que termina dicha obra, rogándole se sirva presentarlo en su nombre a la ilustrada corporación.
Madrid, 3 de abril de 1851

1851-10-13. Carta de Pedro Mata

Carta de Pedro Mata al presidente del Ateneo aceptando la invitación que se le hace y manifestando que en cuanto se abran las cátedras proseguirá sus lecciones sobre el "Examen crítico de la homeopatía", que tuvo que interrumpir por haberle mordido un perro.
Madrid, 13 de octubre de 1851

1851-10-24. Carta de Antonio Benavides

Carta de Antonio Benavides a José Magaz, secretario 1º del Ateneo, manifestando que sus muchas ocupaciones le impiden explicar en una de sus cátedras, como lo ha hecho otros años.
Madrid, 24 de octubre de 1851

1852, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 298-306 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 31 de enero hasta el 30 de diciembre de 1852.

En la Junta general de 30 de diciembre de 1852 el secretario, marqués de la Vega de Armijo, leyó la Memoria de Secretaría y se acordó repartirla entre los ateneístas [no se reproduce el texto de la memoria en el acta].
Se procedió a continuación a la elección de cargos vacantes de la Junta de Gobierno para el año 1853:

• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Consiliario 2º: Manuel Medina
• Secretario 1º: Marqués de la Vega de Armijo
• Contador: José Joaquín Mateos

[Continúan en el cargo los siguiente señores:

• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Secretario 2º: Manuel Capalleja
• Bibliotecario: Luis María de la Torre
• Depositario: Manuel de Bárbara]

[En el acta de esta Junta no se mencionan los cargos elegidos en las secciones para el año 1853, que según la Memoria de Secretaría que se imprimió son los siguientes:

Primera Sección (Ciencias Morales y Políticas):
• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Vicepresidente: Facundo Goñi
• Secretario: Emilio Bernar
• Vicesecretario: Isidro Wall

Segunda Sección (Ciencias Naturales, Físicas y Matemáticas):
• Presidente: Ramón Llorente Lázaro
• Vicepresidente: Manuel José de Galdo
• Secretario: Aureliano Maestre y San Juan
• Vicesecretario: Fernando Fragoso y Lugo

Tercera Sección (Literatura y Bellas Artes):
• Presidente: Joaquín Francisco Pacheco
• Vicepresidente: Juan Eugenio Hartzenbusch
• Secretario: José Canga Argüelles
• Vicesecretario: Juan de Luis Blanco

1852-10-09. Carta de Cándido Nocedal

Carta de Cándido Nocedal al Marqués de la Vega de Armijo comunicándole que agradece, pero aplaza, el encargo que se le hace de explicar una de las cátedras del Ateneo.
Madrid, 9 de octubre de 1952

1852-10-10. Carta de Agustín Esteban Collantes

Carta de Agustín Esteban Collantes al secretario del Ateneo comunicandole que no puede dar las explicaciones que le proponen en el Ateneo por estar ocupado en la redacción de un diccionario de agricultura práctica y economía rural.
Madrid, 10 de octubre de 1852

1852-10-10. Carta de Antonio de los Ríos Rosas

Carta de Antonio de los Ríos Rosas al Marqués de la Vega de Armijo, secretario 1º del Ateneo, comunicándole que no puede aceptar la invitación que se le ofrece para desempeñar el próximo curso alguna de las cátedras, por tener que desempeñar en el mismo curso la presidencia de la Academia de Legislación y Jurisprudencia.
Madrid, 10 de octubre de 1952

1852-10-10. Carta de Joaquín María López

Carta de Joaquín María López al secretario del Ateneo comunicándole que no puede aceptar encargarse de una de las cátedras que se explican en el centro.
Madrid, 10 de octubre de 1852

1852-10-10. Carta de Juan de Lorenzana

Carta de Juan de Lorenzana al secretario del Ateneo suplicándole le dispense de aceptar alguna de las cátedras por sus imprescindibles ocupaciones y por la escasez de sus recursos intelectuales.
Madrid, 10 de octubre de 1852

1852-10-10. Carta de Pascual de Gayangos

Carta de Pascual de Gayangos al secretario del Ateneo comunicándole que el horario de sus clases le impide aceptar el cargo con que le distinguían.
Madrid, 10 de octubre de 1852

1852-10-11. Carta de Antonio Benavides

Carta de Antonio Benavides al secretario 1º del Ateneo excusándose, por sus muchas ocupaciones, de tomar a su cargo la cátedra de Historia de España y prometiendo que cuando aquellas disminuyan lo pondrá en conocimiento del Ateneo.
Madrid, 11 de octubre de 1852

1852-10-11. Carta de Patricio de la Escosura

Carta de Patricio de la Escosura al secretario del Ateneo, manifestándole la imposibilidad de aceptar ninguna enseñanza debido al trabajo que tiene con la redacción del "Diccionario universal del derecho español constituido".
Madrid, 11 de octubre de 1852

1852-10-16. Carta de Antonio Ros de Olano

Carta de Antonio Ros de Olano al secretario del Ateneo, excusándose por no aceptar su encargo de explicar alguna de las cátedras de esta corporación.
Madrid, 16 de octubre de 1852

1852-10-20. Carta de Manuel Cañete

Carta de Manuel Cañete al secretario del Ateneo, comunicándole que acepta la invitación que se le hace, que se ocupará del examen de varias cuestiones relativas a la literatura dramática y que hará el juicio crítico de las producciones notables del teatro español contemporáneo.
Madrid, 20 de octubre de 1852

1852-11-07. Carta de Francisco de Luxán

Carta de Francisco de Luxán al secretario del Ateneo, manifestando que al no contarse entre los socios no se cree autorizado para aceptar la invitación que le hacen, en otro caso hubiera podido explicar un curso de geología.
Madrid, 7 de noviembre de 1852

1852-1854?. Carta de M. Cortina

Carta de Manuel Cortina al Marqués de la Vega de Armijo exponiéndole las razones por las que no puede aceptar una de las cátedras del Ateneo.
Sin fecha, probablemente escrita entre 1852 y 1854
Firmado: M. Cortina
Antonio Aguilar y Correa, Marqués de la Vega de Armijo, fue secretario 1º de la Junta de Gobierno del Ateneo entre 1852 y 1856

1853, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 306-312 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 31 de enero hasta el 30 de diciembre de 1853.

En la Junta general de 30 de diciembre de 1853 el secretario, marqués de la Vega de Armijo, leyó la Memoria de Secretaría y se acordó imprimirla y repartirla [no se reproduce el texto de la memoria en el acta].
Se procedió a continuación a la elección de la mitad de la Junta de Gobierno para el año 1854:

• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Secretario 2º: Máximo de la Cantolla
• Bibliotecario: Luis María de la Torre
• Depositario: Emilio Bernar

[Continúan en el cargo los siguientes señores:

• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Consiliario 2º: Manuel Medina
• Secretario 1º: Marqués de la Vega de Armijo
• Contador: José Joaquín Mateos]

[En el acta de esta Junta no se mencionan los cargos elegidos en las secciones para el año 1854, que según la Memoria de Secretaría que se imprimió son los siguientes:

Primera Sección (Ciencias Morales y Políticas):
• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Vicepresidente: Facundo Goñi
• Secretario: Antonio Cánovas del Castillo
• Vicesecretario: vizconde del Pontón

Segunda Sección (Ciencias Naturales, Físicas y Matemáticas):
• Presidente: Ramón Llorente Lázaro
• Vicepresidente: Manuel José de Galdo
• Secretario: Aureliano Maestre y San Juan
• Vicesecretario: Fernando Fragoso y Lugo

Tercera Sección (Literatura y Bellas Artes):
• Presidente: Joaquín Francisco Pacheco
• Vicepresidente: Juan Eugenio Hartzenbusch
• Secretario: José Canga Argüelles
• Vicesecretario: Juan de Luis Blanco]

1853-04-15. Carta de Antonio Remón Zarco del Valle

Carta de Antonio Remón Zarco del Valle al presidente del Ateneo, comunicándole que le envía el cuarto y último tomo del Curso elemental de química.
Madrid, 15 de abril de 1853
Membrete de la Dirección General de Ingenieros del Ejército

1853-10-17. Carta de Gabriel Tassara

Carta de Gabriel Tassara al secretario 2º del Ateneo, comunicándole que por su estado de salud y por sus ocupaciones no puede aceptar una de las cátedras.
Madrid, 17 de octubre de 1853

1853-11-04. Carta de Ángel Fernández de los Ríos

Carta de Ángel Fernández de los Ríos al secretario del Ateneo, solicitando un documento de autorización para que un individuo de la redacción del diario Las Novedades pueda asistir a las aulas del Ateneo, dada la importancia de las materias que van a darse.
Madrid, 4 de noviembre de 1853
Membrete de Las Novedades, diario político

1854, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 313-326 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 31 de enero hasta el 30 de diciembre de 1854.

Tras la primera Junta de 31 de enero, no se celebró la siguiente hasta el 29 de abril, debido a que el Gobierno Civil ordenó el cierre del Ateneo el 22 de febrero de 1854. El local permaneció cerrado hasta que el 20 de abril una orden permitió su apertura, pero solo para la lectura de periódicos, quedando en suspenso de momento las cátedras.

En la Junta de 29 de abril de 1854 el secretario leyó una memoria de la Junta de Gobierno informando a los socios de diversas circunstancias de esta clausura.

En la Junta general de 30 de diciembre de 1854 el secretario, marqués de la Vega de Armijo, leyó la Memoria de Secretaría [no se reproduce el texto de la memoria en el acta].
Se procedió a continuación a la elección de la mitad de la Junta de Gobierno para el año 1855, siendo reelegidos los anteriores titulares de los cargos:

• Presidente: Francisco Martínez de la Rosa
• Consiliario 2º: Manuel Medina
• Secretario 1º: Marqués de la Vega de Armijo
• Contador: José Joaquín Mateos

[Continúan en el cargo los siguientes señores:

• Consiliario 1º: Francisco del Acebal y Arratia
• Secretario 2º: Máximo de la Cantolla
• Bibliotecario: Luis María de la Torre
• Depositario: Emilio Bernar]

1854-01-01. Carta del vizconde del Pontón

Carta del vizconde del Pontón al secretario primero del Ateneo aceptando el cargo de vicesecretario de la Primera Sección [Sección de Ciencias Morales y Políticas].
Madrid, 1 de enero de 1854
Membrete de Las Novedades, diario político

1854-02-13. Carta de Antonio Gil de Zárate

Carta de Antonio Gil de Zárate, comisario regio del Observatorio Astronómico de Madrid, al secretario del Ateneo, enviando para la biblioteca un ejemplar de la Memoria relativa a los trabajos verificados por el director del Observatorio con objeto de determinar la latitud geográfica del mismo.
Madrid, 13 de febrero de 1854
Membrete del Observatorio Astronómico de Madrid

1854-11-01. Carta de Antonio de los Ríos y Rosas

Carta de Antonio de los Ríos y Rosas al secretario del Ateneo manifestándole que, por atenciones imprescindibles y la necesidad de ausentarse de Madrid, no puede aceptar el desempeño de alguna de las asignaturas.
Madrid, 1 de noviembre de 1854

1854-11-02. Carta de José García Barzanallana

Carta de José García Barzanallana al secretario 1º del Ateneo remitiéndole cuatro ejemplares del folleto que acaba de publicar con el título de "Breves reflexiones sobre el comercio español y la renta de aduanas".
Madrid, 2 de noviembre de 1854

1854-11-03. Carta de Juan Eugenio Hartzenbusch

Carta de Juan Eugenio Hartzenbusch al secretario 1º del Ateneo, manifestándole que no puede encargarse de cátedra alguna en el Ateneo por encontrarse cada vez más ocupado y no poder completar los datos que necesitaría para ello.
Madrid, 3 de noviembre de 1854

1854-11-03. Carta de Pedro Sabau

Carta de Pedro Sabau al secretario 1º del Ateneo, comunicándole que no puede tomar a su cargo ninguna de las cátedras a causa de sus ocupaciones.
Madrid, 3 de noviembre de 1854

1855, Actas del Ateneo de Madrid

Páginas 326-336 del tomo 2 de Actas del Ateneo de Madrid, que contienen actas de las Juntas celebradas desde el 13 de febrero hasta el 30 de noviembre de 1855.

Comienza el año con la Junta general extraordinaria de 13 de febrero de 1855, convocada por la Junta de Gobierno para discutir el mal estado económico del Ateneo y en la que se presenta a los socios una proposición de reforma de los artículos 19, 20 y 21 de los Estatutos, referentes a los pagos de cuotas. Tras el dictamen de una comisión, se aprueba el nuevo texto de los artículos, basado en una rebaja de la cuota de entrada y en una nueva regulación de la cuota de los socios ausentes con el fin de evitar abusos.

[El último acta que se transcribe en el libro es el de la Junta de 30 de noviembre de 1855. En el archivo del Ateneo de Madrid no se conservan más actas, por lo que falta la Junta de elecciones de diciembre, donde quedaría elegida la Junta de Gobierno para el año 1856.]

1855-12-14. Carta de Pedro Gómez de la Serna

Carta de Pedro Gómez de la Serna al secretario del Ateneo rogando comunique a la Junta directiva que sus muchas ocupaciones le impiden aceptar la invitación para ocuparse de una cátedra.
Madrid, 14 de diciembre de 1855

1855-12-16. Carta de José Joaquín de Mora

Carta de José Joaquín de Mora al secretario 1º del Ateneo, excusándose de no poder aceptar ninguna de las cátedras que se le proponen por impedírselo compromisos previos que deberán ocupar todo su tiempo.
Madrid, 16 de diciembre de 1855

1855-12-16. Carta de Laureano Figuerola

Carta de Laureano Figuerola al secretario del Ateneo, en la que expone que no puede aceptar la invitación de tomar a su cargo algunas de las cátedras por el cúmulo de ocupaciones que le impedirían preparar los trabajos.
Madrid, 16 de diciembre de 1855

1856-10-18. Carta de Manuel Colmeiro

Carta de Manuel Colmeiro al secretario del Ateneo, participándole que tomará a su cargo una cátedra con el título de "Cuestiones administrativas".
Madrid, 18 de octubre de 1856

1856-10-19. Carta de Laureano Figuerola

Carta de Laureano Figuerola al secretario del Ateneo aceptando la invitación que le hace la Junta directiva para explicar alguna materia y ofreciendo verificar un curso de Economía política.
Madrid, 19 de octubre de 1856

1856-10-23. Carta de Adolfo Alfredo Camús

Carta de Alfredo Adolfo Camús al secretario del Ateneo aceptando la invitación para explicar una de sus cátedras, proponiendo como tema "Historia literaria del Renacimiento".
Madrid, 23 de octubre de 1856

1856-10-23. Carta de José Amador de los Ríos

Carta de José Amador de los Ríos al secretario del Ateneo excusándose de no poder aceptar la invitación que le hace la Junta directiva para tomar parte en sus enseñanzas, debido al estado de su salud y a sus continuas obligaciones.
Madrid, 23 de octubre de 1856

1856-11-05. Carta de Salvador Costanzo

Carta de Salvador Costanzo al secretario del Ateneo comunicándole que, a pesar de sus buenos deseos y de su agradecimiento a España, su patria adoptiva, y a los señores de la Junta, tiene el sentimiento de participarle que sus penosos trabajos diarios no le permiten desempeñar una cátedra en el Ateneo.
Madrid, 5 de noviembre de 1856

1856-11-06. Carta de Manuel Alonso Martínez

Carta de Manuel Alonso Martínez comunicando al secretario del Ateneo que no puede aceptar el tener a su cargo alguna asignatura, como desearía, ya que debe ausentarse de la Corte.
Madrid, 6 de noviembre de 1856

1856-11-06. Carta de Nicolás María Rivero

Carta de Nicolás María Rivero al secretario del Ateneo indicando que a partir de enero acepta comenzar a explicar un curso que tendrá por objeto "El origen, progresos y tendencia del espíritu moderno".
Madrid, 6 de noviembre de 1856

1857-11-04. Carta de Laureano Figuerola

Carta de Laureano Figuerola al marqués de Torre Manzanal, secretario 1º del Ateneo, manifestándole que una indisposición le impide asistir a la reunión para la que le invitaron con fecha 28 de octubre y que está dispuesto a seguir las explicaciones de economía política.
S. l., 4 de noviembre de 1857

1859-01-20. Oficio de Gabriel Rodríguez

Oficio de Gabriel Rodríguez, secretario 1º de la Sección de Ciencias Morales y Políticas, comunicando que el tema que se tratará en la Sección será: "¿Las ideas socialistas son un síntoma de decadencia de las sociedades o una aspiración a su perfeccionamiento?".
Madrid, 20 de enero de 1859
Membrete del Ateneo Científico y Literario de Madrid

[1859]-07-22. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-01
  • Unidad documental simple
  • [1859]-07-22
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, por la que le envía un letrero que le encargó el Infante para una lápida y le solicita transmita a Sus Altezas Reales se interesen por una obra de Alejandro Benisia y otra de una poetisa de Granada, de las que envía adjuntos memoriales. Termina solicitando favor para una mujer pobre de Dos Hermanas.

TRANSCRIPCIÓN:
Muy Señor mío:
No hay en este mundo rosas sin espinas, esto es, ventaja sin su censo. En la ventaja tan dulce como honrosa que disfruta V. gozando de la privanza de S. A. R. el Serenísimo Señor Infante, sufre V. el censo de verse de continuo buscado por intermediario por aquellos que, detenidos por el natural sentimiento de respeto que les es debido, no se atreven a dirigirse directamente a tan elevados y augustos Señores. Así es que me atrevo a suplicarle que presente a Su Alteza ese letrero para la lápida, que me ha sido encargado por el Sr. Bascones de parte del Señor Infante, que desea ver el pensamiento de varias personas, y por poco que valga el mío, cumplo con un dulce deber de obediencia remitiéndoselo a su Alteza.
Alejandro Benisia, que había pensado pasar a ésa con el fin de suplicar a SS. AA. RR. que le concediesen una audiencia para presentarles el adjunto prospecto y suplicarles que se interesasen en la publicación que anuncia, se ha visto privado de esta honra por retenerle imprescindibles deberes, y me ha suplicado que se la remita a V. y se la recomiende. Entiendo que su mayor deseo es que aparezca honrando su bien metida empresa, el nombre de los Señores Infantes como protectores del pensamiento literario.
Desde Granada me remite una poetisa el adjunto memorial; y cumplo haciéndolo llegar a las augustas personas a las que va dirigido, porque siendo un objeto piadoso, no debo negarme, por más que me sea en extremo amargo incomodarlas; he dado esperanzas a esa poetisa, que no conozco personalmente, de que SS. AA. RR,. en vista del bien que promete esa publicación, se suscribirán a ella.
No es todo; una buenísima pobre de Dos Hermanas que se llama: Valme, me ha suplicado haga presente su triste situación a SS. AA. RR. teniendo un marido de 60 años al que una hernia impide trabajar, por si en la nueva Capilla se pusiese una Santera, que la tuviesen presente. Creo que no la tendrá, por no haber habitación para ella; pero yo cumplo con un deber de caridad subiendo a los pies de SS. AA. RR. la súplica de una pobre devota de la Virgen del Valme.
Crea V. Señor mío, que no teniendo yo confianza con V. y no contando sino con su finura y su condescendencia, me avergüenzo de abusar de ambas al punto que lo hago en esta carta. Muchos días ha que tengo en mi poder las dos solicitudes que expresan los adjuntos papeles, y mi repugnancia a incomodar a SS. AA. RR. con tantas peticiones ajenas, así como lo mucho que me cuesta molestar a V. remitiéndoselas, me han detenido, pero es preciso pasar por este trago amargo.
En cambio me proporcionará el placer de deber a V. un señalado favor, y hay personas a las que una gusta servir y agradecer. Perdóneme V. mi atrevimiento, y permita a mi gratitud denominarme su amiga y S.S.Q.S.M.B.

Cecilia Böhl de Arrom
22 julio, Sevilla

1859-07-31. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-02
  • Unidad documental simple
  • 1859-07-31
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, donde agradece que los Infantes hayan atendido las solicitudes de las personas por las que ella intercedió. Se lamenta también de que su mente ha perdido la capacidad de trabajar.

TRANSCRIPCIÓN:
Sevilla, 31 julio 59
Muy Señor mío y amigo:
En este momento recibo la grata y finísima carta que se ha servido escribirme. Hállase el espíritu en esta época, tan oprimido y fatigado en la atmósfera vulgar, hostil, y antipática que se respira, que la carta de V. como todo lo que desciende de aquella aristocrática y noble esfera, sírvele de refrigerio y de bálsamo.
Cuanto V. me dice es tan fino como lisonjero, y mientras menos merezco esas pruebas de aprecio, tanto de parte de SS. AA. RR. como de parte de V., tanto más las agradece mi corazón, sin que el amor propio profane la pureza de esta gratitud.
Me apresuro a contestar a V. para devolverle el adjunto memorial. Tengo demasiados pecados en punto a molestar a SS. AA. RR. para que no me descargue de éste. Verdad es que el desertor se llama Arco, que es el nombre de mi anterior marido; pero nada más de común tiene con esta mi querida familia, y no es por mi conducto que ha ido ese memorial a solicitar la inagotable clemencia de SS. AA. RR.
Doy anticipadas gracias en nombre de los interesados a los Serenísimos Infantes por haberles concedido sus solicitudes. La buena Valme está ya enterada de que no hay habitación para Santera en la capilla, pero muy contenta por estar en primera fila por si la hubiese, y aunque, como se dice en Francia, con un sí se mete a París en una botella, el sí, que es el más pequeño de los dones de la esperanza, es un rayo de luz, que aunque nunca llegue a alumbrar nuestra senda, embellece nuestro horizonte.
Cuando venga mi respetado amigo el Señor Deán, me pondré de acuerdo con él para que me ponga en comunicación con el Padre Góngora, según el deseo expresado por el Smo. Sr. Infante, aunque los sermones de este Señor me parecen hechos en telar, esto es, con mucha facilidad y uniformidad.
El trabajo que he tenido la honra de remitir a S. A. R. no puede agradarle. ¡Mi mente ha perdido su libertad, su colorido, su calor! No me queda sino la buena voluntad, y en todas materias, ¿qué puede esta pobre y débil, sin los medios de que necesita para sus fines? Pero podrá servir para dar noticias al que pueda hacer un trabajo más perfecto y acabado.
Esta carta es "respuesta", lo digo para que su finura no le haga contestar a ella, cuando tan ocupado tiene su tiempo, y dando a V. las más expresivas gracias por su atenta comunicación, y mucho más por venir al encuentro de mis sinceros deseos de ser su amiga, le quedo tan verdadera como agradecida, S. S. Q. S. M. B.
Cecilia Böhl de Arrom
He mandado a decir al que puso en La Andalucía lo del periódico redactado por Mr. de Latour, que sus noticias eran muy "cursis" y demostraban lo lejos que estaban del elevado círculo de palacio. Se picó un poco, pero lo creía de buena fe y que sería un periódico literario y religioso.

[Transcripción de la página que está numerada como carta 7, que en realidad parece ser la continuación de esta posdata:]

En cuanto a la publicación que piensa emprender Benisia, siendo de tanta importancia, y debiendo ser seguido este ejemplo de patriotismo provincial que da La Andalucía por las demás provincias, debo advertir a V. que sus deseos mayores y su solicitud no es el que se suscriban SS. AA. RR., sino que, para honrar esta grande y noble empresa, la puedan encabezar con poner los nombres de SS. AA. RR. como protectores de esta publicación, para la que tienen ya en toda España gran número de suscriptores y que deberá tener gran circulación y nombradía.

[1859]-08-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-03
  • Unidad documental simple
  • [1859]-08-23
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, relatando sus gestiones en la búsqueda de datos escritos sobre la capilla de la Virgen de Valme. Se refiere también a asuntos de la edición de la Corona Poética, como la letra, la fotografía y el orden de colocación de las poesías.

TRANSCRIPCIÓN:

23 de agosto
Muy señor mío y amigo:
Hubiese contestado a su muy amable y favorecida en el acto de recibirla, a no ser detenido mi deseo de hacerlo por otro, que era el de remitir a V. para que se los comunicase a Su Alteza Real el Serenísimo Infante cuantos datos escritos pudiese hallar sobre la capilla. Pero el Escribano de Alcalá no ha contestado todavía; según me dice el Señor Deán, no se han encontrado en la biblioteca de la Catedral las memorias del Padre Castro. El excelente Cantillo, hombre muy culto, tipo de la desgracia y de la complacencia, me las ha buscado con igual mal resultado en la biblioteca de la Universidad, por lo que sospecha que nunca fueron impresas y que existirían en el convento de San Francisco, del que fue guardián el Padre Castro, sólo manuscritas. Si Camacho el bibliotecario estuviese aquí, podría darnos quizás alguna razón sobre los manuscritos del Convento, pero da la casualidad que está ausente, como lo está casi todo el mundo.
Su Alteza Real, me honra de una manera que me avergüenza, tomando mi pobre, femenino, incompetente parecer sobre el carácter de la letra que me parece hermoso, y en cuanto a la fotografía, solo diré a V. que tenía yo un pensamiento continuo y era: si estuviese aquí Bécquer que entiende de ello, habíamos de sorprender a SS. AA. RR. con una vista de la vieja capilla resucitada por su piedad, ¡que gloria es para mí que haya tenido S. A. R. la misma idea que yo, pero qué pena que con ella me haya quitado la honra y el placer de prevenir su deseo!
Remito a V. el tomo de Flórez, es decir un extracto de estas memorias que dio a la prensa su hijo. El original que consta de 12 tomos manuscritos están depositados en la Escribanía de Alcalá, a cuyo Escribano hemos escrito para que nos comunique lo que dice del Valme. El otro folleto que me ha remitido el Señor Deán, solo hace de ella referencia, pero como todos esos libros viejos, tiene éste, entre muchas pesadeces, cosas interesantes. Mucho celebro que S.A.R. el Serenísimo Infante apruebe con su buen gusto, acierto, y saber, el que, reunidas y abreviadas, se pongan en una nota todas las noticias auténticas que se puedan adquirir que hubiesen sobrecargado la relación.
¡En qué compromiso me pone S. A. R. tocante al orden de la colocación de las poesías! ¿Qué le parece a V. poner en nota: “las poesías están puestas según el orden en que han llegado”? Y aunque en esto no se diga la estricta verdad, puesto que tan delicadamente impide S. A. R. que se empiece por la de Mr. de Latour, escrita en francés, ese pecado confío me lo absolverá el Padre Pila (es decir el agua bendita que absuelve las culpas veniales).
Mucho celebraré que S. A. R. esté aliviado de una incomodidad tan pequeña como incómoda y penosa. ¡Cuánto me interesa y enternece cuanto V. me dice de las vacaciones de las Infantitas y del cariño y esmero de sus augustos padres hacia ellas! Si, las virtudes domésticas son el santo fin y la más pura fuente de felicidad del hombre cuando desde tan alto se muestran, se enaltecen, se ennoblecen y se propagan, y esta es la más bella corona de Reyes y Príncipes. No me despido, porque si mañana tengo las noticias que espero, continuará molestándolo su más agradecida amiga y S.S.
Cecilia.

1859-08-25. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-04
  • Unidad documental simple
  • 1859-08-25
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, donde hace referencia a la infructuosa búsqueda de datos sobre la capilla de la Virgen de Valme y a su trabajo en la recopilación de la corona poética.

TRANSCRIPCIÓN:

Señor y amigo:
Mi última carta a V. quedó interrumpida, pensando proseguirla con comunicaciones de datos que hubiese podido adquirir; pero desgraciadamente ningunas más he podido adquirir. Ahora, como la otra vez que se buscaron, no se ha podido buscar donde dicen que puede que se hallasen, en un archivo de fundaciones de ermitas y capillas que dicen que existe en la Catedral. Le he comunicado esta noticia tanto al Señor Deán como al Padre Góngora, que no conozco, pero por interés en el asunto, sin conocerlo, se lo comuniqué en la Catedral. Me contestó que se buscase; y le repliqué que por su saber y estado nadie podía hacerlo mejor que él. No sé lo que hará.
Tocante a la novena de la Virgen, no la hay, o no se encuentra hoy día, y a la Virgen del Varmen se le hace sirviendo para su culto la de la Señora del Amparo. ¡Cuánto se ha buscado! Pero inútilmente.
Tengo sobre la conciencia de mi corazón el no haber dado a V. las gracias por el juicio tan benévolo como lisonjero que ha formado de mi mezquino y árido trabajo. Sólo la vara de Moisés, sacó un manantial de frescas y puras aguas de una seca y estéril roca, como lo es en el día mi padecida mente. Algo se ha mejorado, y el olivo silvestre que brotó entre las ruinas y ha sido trasplantado a los regios jardines, me ha dado pábulo a decir algo menos prosaico que lo es todo lo demás.
Quisiera merecer de V. el favor que preguntase a S. A. R. el Señor Infante que si le parece, o no, que se dé principio a la corona poética con el romance popular que tuve la honra de remitirle. Me lo puede V. mandar a decir por Bascones.
Si no lo tuviese tan presente, la bandera que ondea sobre la torre de la casa que vivo, me diría que es hoy un día feliz y notable. Si hallase V. más adelante oportunidad para ofrecer a los pies de S. A. R. la Infanta mis sinceros votos por su felicidad, tan cara a España, tan implorada del cielo por mí, se lo agradecería a V. como el mayor favor que pueda hacerme. Si el ser querida es un talismán, ¿quién como S. A. R. se verá nunca resguardada de todo contratiempo y aflicción?
No quiero abusar más de su complacencia; concluyo, pues, con el pesar que se siente al despedirse de una persona que se estima, aprecia y con la que se simpatiza de corazón, s. m. s. s. q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
25 agosto 59

1859-08-27. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-05
  • Unidad documental simple
  • 1859-08-27
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comentándole diversas incidencias referentes a los trabajos de edición de la corona poética en honor a la ermita de la Virgen de Valme.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y querido amigo:
Remito a usted como debo la contestación a mi carta de D. Francisco Zapata, en la que expresa la causa de no poder contribuir como deseaba a la corona poética que tanto le simpatiza.
Bascones me dijo que tenía en su poder algunas composiciones y añadió si me las traía. Como dijo esto en tono de pregunta, le contesté que siguiese las disposiciones de S. A. R. el Serenísimo Sr. Infante.
Tengo una composición preciosa de Benavides, en que hace hablar y quejarse entre las ruinas a la sombra de las ruinas en antiguo español, que me ha encantado.
No olvide usted, si es que me quiere complacer como con tanta finura lo ha hecho siempre, de decirme el parecer de S. A. R. sobre si ha de empezar la Corona con el romance popular.
Álvarez no ha mandado recoger la muestra del carácter de impresión que usted me remitió para que lo viese.
De usted su más agradecida amiga y s. s. q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
27 agosto 59

1859-08-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-06
  • Unidad documental simple
  • 1859-08-29
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que le cuenta algunos datos que ha averiguado sobre la capilla de la Virgen del Valme, así como pormenores del tomo y composiciones poéticas que se editarán.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y apreciado amigo
Antes de contestar a su muy grata, empezaré por comunicarle algunos datos más que sobre la capilla he adquirido. A su regreso, mi amigo el Sr. D. Antonio Colón, que es además de muy instruido muy curioso, ha podido adquirir las siguientes noticias. No existe en la Catedral archivo de fundaciones de ermitas y capillas. Hubo un Prior especial de este ramo que residía en Madrid y tenía allí el archivo de fundaciones. Este cargo eclesiástico hace tiempo que se ha suprimido y solo en Madrid podrían dar razón adónde ha ido a parar aquel archivo.
El canónigo Ochoa dijo recordaba que la catedral había tenido un pleito sobre la capilla del Valme, cuyos autos deben existir en la Audiencia, y ha suplicado que se la franqueen; pero como esas cosas son lentas y difíciles, si SS. AA. RR. se dignasen recomendar este asunto al Regente, en breve se podría ver ese pleito (que será el que sostuvo el cabildo para traerse aquí a la Señora y al estandarte) lo que daría mucha luz y autenticidad al asunto.
Recuerdan personas fidedignas del pueblo que esta fundación fue dotada por S. Fernando con tierras, y las personas que las han usurpado hicieron hábilmente desaparecer de la escribanía o archivo del pueblo los autos o fundaciones que las donaban a la Capilla.
¡Es un dolor oír contar las pérdidas que por el más atroz descuido ha tenido la Señora! Gran número de alhajas que se vendieron. Otro mayor de exvotos que han desaparecido, entre ellos la espada de un pez espada. Un pequeño San Fernando arrodillado ante la Señora con su manto blanco y sus espuelas de plata. Un asta o cuerno, que se conservó 600 años y desapareció ahora poco (cuando los franceses), en que bebieron los jefes y soldados cuando brotó la fuente al decir el Rey
¡Si Dios Quisiera
Agua aquí hubiera!
Hinca Pelayo
y al hincar en tierra D. Pelayo su bastón de mando, brotó la hermosa fuente. Considero como "milagro patente" del Santo que se haya conservado el pendón.
Hacíase miedo a los niños, con el "secreto" de la capilla del Varmen. Era esto (cosa extraña) un efecto de acústica que hacía que en cuatro agujeritos muy pequeños, colocados en los 4 ángulos de la capilla, se oía salir una voz que contestaba a las preguntas. Una mujer formal y verídica que los ha visto y a quien amedrentaba mucho en su niñez me lo ha referido, y era de pública notoriedad. En unas monjas de aquí, se conserva en depósito la virgencita pequeña que se colocaba en la capilla sobre la demanda, y será restituida a la capilla cuando persona competentemente autorizada por SS. AA. RR. la reclame.
Como S. A. R. el Serenísimo Señor Infante entre sus muchos dones tiene en el más alto grado el del "acierto", que le acompaña en todas sus disposiciones, así en las más grandes como en las más pequeñas, la de hacer un tomito en lugar de un folleto grande de todo lo referente a esta interesantísima Capilla y su restauración, me parece excelente idea. Mucho celebro que me autorice S. A. R. para encabezar las composiciones poéticas con el sencillo romance popular, así como que en el secreto de mi carpeta intervenga algo el orden en que se vayan poniendo. Cuento con otras muchas, pero como somos tan "pesados" para ciertas cosas los meridionales, aun no tengo en mi poder sino la de Benavides, Fernando de Gabriel y Quiroga, el oficial de Ingenieros que compuso el Canto a Sebastopol con los hermosos elogios a "Todtleben", el famoso ingeniero ruso. Les he vuelto a escribir a mis amigos para avivar su trabajo, y digo a Trueba que en lugar de, sin tener mi consentimiento, anunciar en las "hojas autógrafas" la corona poética, podría haberme enviado su prometida composición. ¡Qué cotorras son los periodistas! ¡¡¡Qué inconsiderados!!! No soy juez ni tengo idea de quién pueda ser buen fotógrafo. Legonier tiene fama de serlo muy bueno. Justiniano está malo en cama y me ha mandado a decir que esa es la causa de no haber venido a traerme su composición. La invocación a la fe que trae en su canto primero es magnífica, y si no la llamase al final "misteriosa deidad", no tendría pero, mas esas dos palabras disuenan en sumo grado.
Siento molestar a V. con una carta tan larga, pero aun tengo que comunicarle una noticia que he adquirido, enredada, pesada, larga, pero auténtica. Un caballero, llamado D. Fulgencio Heredia y Vida, que es del pueblo de Aguilar, estuvo aquí, y dijo si una persona conocida mía si tenía noticias de una capilla del Varmen. Esta persona, que es de Dos Hermanas, le contestó que sí, y por qué causa lo preguntaba, a lo que contestó que era porque habiendo registrado los archivos de su casa, y sin atinar él cómo habían ido a parar entre ellos, había hallado papeles y legajos pertenecientes a la fundación de esta capilla. Pregunté a la persona si sabría decirme quiénes eran las relaciones y amigos de ese señor, y solo me dio razón de serlo íntimos los Campo Amenos. Soy muy amiga de la marquesa, mucho; pero hay un inconveniente para que pida al marqués que procure estos documentos, y es que se cree que esas tierras donadas por el Santo a la capilla son en parte las de Cuartos. Cuartos pertenece a una fundación piadosa que sostiene el hospital de Utrera, cuyos patronos son el marqués de Campo Ameno, y mi íntimo amigo el marqués de Pabón de Jerez. No sé cómo estará concebida esa fundación piadosa que no ha podido la desamortización echarle mano. Ahora bien, el marqués no querrá que se dilucide esta antigua fundación o usurpación, porque una vez hecha, el gobierno vendería esas tierras y este perjuicio sería para el hospital que ambos patronos miran con sumo interés. Otro conducto habría, y sería Fernando Halcón, porque siendo la madre de D. Fulgencio Vida, es hermana del padre de Dolores Vida, prima hermana de su suegra Anita Romero, por lo cual, siendo parientes, aunque no lo conozca personalmente, podría pedirle estas noticias, mucho más siendo persona tan autorizada como lo es por muchos estilos.
Nunca me habría atrevido a cansar a V. con tan pesada carta, si no fuese considerando que V. tendrá un placer en comunicar a SS. AA. RR. noticias, aunque pocas y escasas, de una cosa que tanto les interesa. Como curioso y genuino, añadiré un hecho curioso. El poseedor del mencionado mayorazgo de Aguilar es su hermano mayor, soltero, que hace años que marchó y está en Roma con objeto de averiguar el nombre de los siete Arcángeles, de los que solo se conocen los de S. Rafael, S. Miguel y S. Miguel.
Concluyo dando a V. gracias por su preciosa carta, pidiéndole excusas por lo pesada de la mía, y suplicándole me ponga reverente a los pies de Sus Altezas Reales, y me crea su sincera y simpática amiga q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
29 agosto 59
Espero que recibiría V. la carta del Sr. D. Francisco Zapata que le remití.

[1859]-10-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-07
  • Unidad documental simple
  • [1859]-10-06
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comunicando que le envía una cartera con fotografías y litografías, por si sus altezas reales quieren quedárselas, ya que a ella le traen amargos recuerdos.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y amigo
Según convenimos anoche, remito a V. esa cartera con fotografías y litografías, por si SS. AA. RR. se dignan pasar un rato mirándolas. Después de tantos favores recibidos, no me atrevo a pedirles otro nuevo, y es que se dignen quedarse con esa cartera que tan poco vale y es para mí una fuente de amargos recuerdos; conozco que sería demasiado atrevimiento en mí, demasiada ambición, demasiada dicha que hallasen un rincón en ese regio museo que es San Telmo; pero si V. lograse que escogiesen las que más les gustasen para dárselas a SS. AA. las Infantas más pequeñas, esto sería para mí un consuelo, si por su poco valor no es digno el todo de serles ofrecido.
Mucho abuso de la bondad de V., pero me es tan grato y dulce el hacerlo, que en punto a este pecado soy incontrita pecadora.
Su más amiga y s. s. q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
Jueves 6 octubre

1859-10-22. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-08
  • Unidad documental simple
  • 1859-10-22
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Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que dice remitirle un San Juan y un San José para completar la obra de los príncipes, además de las composiciones de dos poetas. Le desea un feliz viaje y afortunada vuelta.

TRANSCRIPCIÓN:

Señor y amigo:
Remito a V., para completar la bella obra de SS. AA. RR., un San Juan y un San José que el gran Murillo verá con gozo en el cielo ser causa de una de las infinitas obras de caridad que se esparcen desde San Telmo como rayos de un sol que ni se nubla ni se pone. Gracias a Dios que puedo sin recelo decir y repetir en todos tonos las celebraciones de tan augustos Príncipes, porque han hecho la parcialidad inútil y la lisonja imposible.
Van igualmente las composiciones de dos jóvenes y modestos poetas que, como V. verá, emprenden una buena vía.
Mando a V. las hilas y un frasquito con un poco de bálsamo de Malas.
Nada diré a V. sobre su ida ¡la alegría que demostraba el rostro de V. es un buen pronóstico en el que quiero confiar! Pero sin participar de ella, porque las virtudes heroicas no son las mías.
Ustedes elevan su patria a la perdida altura y llevan consigo las simpatías de la Europa culta y del orbe cristiano. Los guía el dedo de Dios y así fiemos en su santa protección. ¡Victoria contra infieles! Diariamente eleva la Iglesia esta plegaria al cielo, y el cielo a quien place la atenderá.
¡Feliz viaje! Pronta y afortunada vuelta es el más vehemente deseo de su amiga y s. s. q. s. m. b.
Fernán Caballero
22 octubre 1859

1859-11-15. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-01
  • Unidad documental simple
  • 1859-11-15
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Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat dándole cuenta de los gastos referentes al capital que ha invertido en sus obras, especialmente en “La redención del esclavo”.

TRANSCRIPCIÓN:
Querido Jerónimo:
Ya se han repartido en Madrid cuatro mil prospectos. Dentro de dos días irán los de provincias. Esos que mando, son de Madrid, pues he modificado el precio de provincias, por haberme dicho que es muy caro a real y medio. Vamos un poco despacio porque el trabajo de preparativos es inmenso. Cada entrega por mi cuenta, debe costarnos de setecientos a ochocientos reales. En esta forma, 300 reales el papel, 220 tirada y composición, ochenta reales cubierta, cuarenta la tirada de las cubiertas, sesenta en cada entrega del retrato, y lo que resta hasta ochocientas de repartidores y corresponsales. Le he mudado el título, por parecerme mucho mejor “La Redención del Esclavo”. Sin pedirle parecer he tomado tres acciones de a mil reales cada una en las Crónicas de la Guerra de África que publicamos una sociedad de jóvenes, para aprovechar las circunstancias. Puede rendir muy buenas cuentas. Dígame si he abusado de su confianza. El capital, que V. impone en esto, si no salen fallidas mis cuentas, el capital que V. impone en mis obras debe producirle un cincuenta por ciento. Todo el mundo dice que es negocio seguro. Allá veremos. He mudado el título de Espartaco en “La Redención del Esclavo” por tener ya otro “Espartaco” un autor francés, y no se creyera que lo mío es imitación. Tengo los ojos muy abiertos, y cuido de sus intereses más que si fueran míos. Los recibos de todo cuanto se gaste, obran en mi poder. Adios. Suyo siempre afmo. amigo
Emilio
15 de noviembre 59
Vuelta: El papel será mucho mejor que el del prospecto.

1859-12-24. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-09
  • Unidad documental simple
  • 1859-12-24
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Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, alabándole por su heroica participación en la guerra de África y por el cargo de tener bajo su custodia al joven Príncipe de la casa de Orleans. Expone sus opiniones sobre la guerra y termina transcribiendo unas coplas populares sobre los acontecimientos.

TRANSCRIPCIÓN:

24 diciembre 59
¡Cómo expresar a V., mi joven amigo, el placer tan sentido que me causó su carta! Me lo habría causado grande la del último ranchero de ese ejército gloria y prez de la España, en el que cada soldado es un héroe y cada oficial un Cid, cuánto pues, no me lo causaría la de V., que renunciando a los dorados salones y todas las regias dulzuras de la vida, pide como un favor participar a los atroces peligros, a la vida espantosa que proporciona esa guerra con fieras en un país salvaje! ¡Pero amigo mío! aquí todo es providencial, y cuando la Francia bajamente nos abandona, y cuando la Inglaterra vilmente nos combate, favoreciendo a la barbarie en nuestros contrarios, Dios infunde su espíritu en la nación entera, y bendecidos por su Reina y por los Príncipes de la Iglesia, animados por las entusiastas simpatías, marcha este ejército, pasa la mar, desprecia los rigores de la estación, los males, las privaciones, y vence a cuádruples fuerzas. Doy a V. la enhorabuena no solo de pertenecer a este admirable ejército, sino por haber merecido entre héroes una tan gloriosa distinción. No lo es menos la que el Señor Infante y el virtuoso, noble y digno Duque de Nemours hacen de V. poniendo a su cuidado ese Príncipe de la casa de Orleans. En enviarlo a esta guerra, en ponerlo bajo la custodia de V. han andado tan atinados como en todo, y como siempre. Creo al Conde de Luchana bastante noble y caballero para que dé a ambas cosas todo el valor que tienen. Bajaría el gran caudillo de esta grande y heroica guerra de su altura, si por poco que se lo merezca no condecorase con un grado o cruz a ese joven Príncipe, que al dejar los juegos de la infancia, sin necesidad, sin el patriotismo español, viene a exponer su vida por varios conceptos entre estos españoles tan sufridos, tan insensibles a toda clase de privaciones y penalidades. El cargo no debe apurar a V., todo consistirá en que diga a este joven Príncipe, al revés del consabido predicador: "haz lo que yo hiciere".
¿Qué encanto tiene para ustedes esa horrorosa cafrería? Todos están ustedes alegres y contentos ¿pero qué lo extraño? Ese es el premio que tiene el que, como dice el himno de los cazadores de Simancas, pelea: por su Dios, "por su Reina, por su patria"; esta alegría la tienen los que ven todas las manos unidas para aplaudirlos, todos los labios moverse para bendecirlos, todos los corazones alzarse a Dios para rogar por ellos. Los heridos fueron recibidos aquí en triunfo; están acariciados y mimados; ninguno muere y todos alegres aclaman por su pronta curación, no para irse a restablecer a sus casas, sino para volver a África; el triunfo embriaga y ustedes no han hecho más que triunfar. Antes estaba contra la guerra, ahora me entusiasma porque ha regenerado a la nación, y si yo fuese la Reina daría por nombre a ese ejército de África "el invencible". ¡Viva España! ¡Viva nuestro ejército! ¡Vivan sus brillantes oficiales! ¡Viva ese intrépido caudillo O'Donnell!
Envío a V. algunos pedacitos de periódicos que podrán interesarle, pues demuestran el entusiasmo general. Pero sepa V. y sepa el general en jefe, que no les permito ir, sino hasta Tetuán. Ahí se les dice al morito: "¡ahí tienes una, vuelve a por otra!" Y entonces se regresa a la patria que aguarda con los brazos abiertos, trayendo nuestro pabellón alzado por cima de todos y tanta gloria como pueden dar la bizarría, la constancia, la pericia y el denuedo. Siempre estoy mirando al cielo, y las nubes me asustan más que las gumías, pues nos han enseñado ustedes a no temerlas.
He tenido carta del ángel de San Telmo, ¡¡y nada menos que para darme un encargo!!... muy secreto… muy delicado… ya V. ha adivinado que es una obra de caridad. Las obras de caridad de esa santa Princesa son como los triunfos de ustedes, no tienen término. Mr. de Latour llegó por fin a Madrid. Aquí no hay nada de nuevo. Se vive completamente con el pensamiento en África. Los ciegos hacen su agosto; cada parte telegráfico que anuncian es comprado con avidez hasta por los más pobres. Todo se vuelve alegría, no he conocido guerra más alegre. Podría contar a V. mil anécdotas, pero ni alcanza el papel ni quiero fastidiarlo. Si, gracias a Dios, he sabido de V. por las cartas de Manuel, ese mi querido y predilecto sobrino, al que suplico a V. diga mil cosas, aunque el ingrato no me ha escrito un renglón. ¿Están ustedes tostados y barbudos? Mejor, así tendrán ustedes cara feroz para el enemigo, en lugar de tenerla bella y simpática, como naturalmente y siempre la tienen. Los que no han ido a África están mustios, por más que lo disimulan. Que tuviese tanto atractivo El Serrallo, lleno de lujo y bellas sultanas, lo comprendería, pero vacío, escueto, ¡y con esos horribles, sucios, bárbaros feroces y esforzados moros! No lo comprendo.
Aquí se canta por las calles:
De qué le sirve al moro
Sus mil caballos
Si le ha tomado Echagüe
Hasta el Serrallo
De qué le sirve al moro
Tener cañones
Si su plaza de Tánger
La toma O'Donnell
Se acabó el papel, pero nunca la gratitud que me ha inspirado su carta ni la sincera amistad de su más amiga,

Fernán Caballero

[1860, junio]. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-02
  • Unidad documental simple
  • [Junio 1860]
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat, dándole cuenta de los gastos referentes al capital que ha invertido en su obra “La Redención del esclavo”.

TRANSCRIPCIÓN:
Querido Jerónimo: la vida del Catedrático en el mes de junio es el infierno. Hasta hoy no he podido escribir a V. Llevamos gastado en la Redención veinte mil reales, y recogidos veinte y ocho mil. De estos veinte y ocho mil le tocan a V. catorce mil. Pasado mañana le mandaré las siete mil cuatrocientas que con seiscientas forman ocho mil. Quedan pues en mi poder seis mil reales de V. En poder de los corresponsales tenemos para el próximo giro unos diez y seis mil reales, de los cuales le tocarán a V. ocho mil, y cuando tengamos las entregas cumplidas que será para fines de setiembre se habrá V. reembolsado capital y grandes ganancias. No tengo tiempo para más. Ya mandaré la cuenta con mayores circunstancias. Dígame V. si hay que hacer algún repaso. Suyo,
Emilio
Además quedan setecientos ejemplares para la venta.

1860-06-22. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-03
  • Unidad documental simple
  • 1860-06-22
  • Parte de Archivos personales

Carta a de Emilio Castelar a Jerónimo Amat, pidiéndole que le gire una letra de 7.400 reales.

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 22 junio/60
Mi querido Jerónimo: Lo mejor y más acertado es que gire V. una letra contra mí de Rvon. [reales de vellón] 7.400 a la vista.
Se ofrece a su disposición su affmo. amigo, que desea verle,
Emilio
Gire V. pues contra mí inmediatamente. Adiós

1860-08-07. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-10
  • Unidad documental simple
  • 1860-08-07
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, solicitándole transmita su agradecimiento a sus altezas reales por el obsequio que le han hecho de un álbum donde aparecen todos los miembros de la familia real, y en el que ella quiere colocar también el retrato de A. de Latour. Alaba una obra de Latour que acaba de leer y hace un comentario sobre las traducciones de sus obras por Latour y el barón Wolf. Comenta que ha escrito "Vulgaridad y nobleza" y tal vez se lo envíe a la Avellaneda para un periódico que redacta en La Habana.

TRANSCRIPCIÓN:

7 agosto 1860
Muy Señor mío y amigo
Ha de saber V. que recuerdo con íntimo placer aquella noche en la que, a pesar de su excesiva modestia, me refirió con justo orgullo y natural enternecimiento la digna y fina muestra de aprecio que había recibido de S.M. la Reina Amalia y de su A.R. el Duque de Nemours. En justa retribución de su confianza y del gran placer que con ella me hizo experimentar, debo participarle con los mismos sentimientos que V. lo hizo, pero más exaltados, por merecer harto menos que V. tal distinción, le diré cómo SS. AA. RR. me han honrado con mandarme un hermosísimo libro en cuyas hojas vienen colocados por su orden los individuos de esta nuestra querida y venerada Real familia, empezando por la santa Reina Amalia y acabando por el niño que se estrenó en heroísmo al lado de ustedes nuestros héroes. V. que me conoce podrá graduar lo que sentiría mi corazón al recibir este testimonio de una benevolencia tan llena de corazón, de nobleza y de finura. He escrito inmediatamente a SS. AA. para darles gracias; pero he reñido con mi pluma, y la he tirado porque no ha sabido hacerlo a mi satisfacción. El respeto, el temor de abusar, son dos pedales que no se pueden quitar al instrumento que suena en su Real presencia, ¡pero que apagan mucho sus sonidos! Desearía que si hallase V. ocasión se los dijese así, y que esas frías cartas no pintan mi gratitud como es, por tan insigne favor y por su poderosa intercesión en el asunto de mi sobrino, ni por asomo. S.S.A.A.R.R. quieren que haya en la solitaria, fría y triste Laponia que es mi vida auroras boreales, esto es, días color de rosa entre tantos negros. Es una de sus muchas obras de caridad en grande escala y alta esfera que ellos meditan y ejecutan por la divina inspiración de sus corazones. Digo a S.A.R. el Smo. Sr. Infante el empeño de Conrado que desea mucho que le honre con un retrato del Húsar que tanto honró su regimiento. Yo desearía colocar en el álbum el retrato de mi querido amigo Mr. De Latour poniendo debajo estas palabras: "el sabio ayo, el fiel servidor, el consagrado y apegado amigo de S.A.R. el Sr. I. Duque de Montpensier, Señor D. A. de Latour". Dígame V. si este pensamiento le parece bueno o inconveniente. También desearía poner al lado de S. A. el Conde de Eu, otro que V. adivinará "cuál es"; así pues, si ese retrato existe le suplico que me lo mande. Este álbum que heredarán mis sobrinos es una alhaja de familia, pero histórica, y deseo completarlo con las personas allegadas a la familia Real que contiene, dignas de figurar a su lado. No olvide V. mi pequeño encargo, pero para [mí] muy importante, de saber quién es quien recoge el dinero producto de la venta del cuadrito Deudas pagadas.

De aquí nada interesante puedo comunicar a V. De algún tiempo a esta parte los baños sirven de pretexto o de causa a una emigración general. Las hermosas se sienten todas en esta estación con impulsos de gaviotas. Leo con encanto la última parte de la obra sobre Toledo de Mr. de Latour que recibí, y es una joya con tan varios y profundos conocimientos, tan buen gusto, tan justas apreciaciones de las cosas, mezclado a todo tanta poesía y expuesto con tan buen gusto que encanta. He visto también su traducción admirablemente hecha de la Estrella de Vandalia, que viene en el Correspondant. Esa y la del Barón Wolf de Elia y "Más largo es el tiempo que la fortuna" son las mejores traducciones que se han hecho. Ochoa me pidió un cuadro para un periódico español que se imprime en París, he trabajado mucho y lo he concluido con el nombre de "Vulgaridad y nobleza" y no me ha vuelto a escribir sobre ello; así, puede que se lo mande a la "majestuosa" Avellaneda (como la llama Mr. de Latour) que me ha pedido algo para un periódico que redacta en la Habana y que es muy pesado, pero le da muy gran ganancia. El papel más considerado que yo, me dice que debo concluir, pero no lo haré sin asegurarle de nuevo es su más sincero amigo q. s. m. b.

Fernán

Mil cosas a la Marquesa de Cela.
¿Recibió Cagigas mi carta? [al principio de la carta]

1860-08-12. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-11
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  • 1860-08-12
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, a quien agradece el envío de un retrato de la Infanta y comenta el interés de Sus Altezas Reales por favorecer a un joven (¿su sobrino?). Le relata la anécdota de un sujeto que, para obtener un favor en el Ministerio de Bruselas, se ha hecho pasar por pariente suyo con el nombre de Jacobo Caballero, diciendo ser primo de Fernán Caballero.

TRANSCRIPCIÓN:

Aunque hace pocos días que escribí a V. me apresuro a hacerlo de nuevo, para decirle llena de júbilo que recibí su favorecida con el precioso retrato de S. A. R. la Serenísima Infanta que es una alhajita, aunque no es "nuestra Infanta"; tiene más edad, menos belleza, pero al fin es "Ella".
También celebro infinito que hayan SS. AA. preferido su palacio de Sanlúcar a Santander, porque, más entrada la estación, podría no ser tan bueno el viaje por mar. En Sanlúcar estarán de enhorabuena y nosotros también por tener a ustedes más cerca.
Se comprende que el ministro no quiera en estas circunstancias alterar el personal de la legación de Nápoles, y me se figura (sin tener motivos para fundar esta sospecha) que así lo ha exigido Bermúdez.
En fin veremos si más adelante, y pasada una crisis que por razón natural no puede durar, cumple los buenos deseos que ha demostrado a SS. AA. RR. como no podía dejar de hacerlo; pero hágalo o no, no nos quitará a todos la altísima honra que nos cabe en que SS. AA. RR. se hayan interesado por este excelente joven, ni la dulce gratitud que llena y llenará siempre nuestros corazones.
Por no cansar a V. no había pensado escribir a V. sino los precedentes renglones, pero me ha sucedido una cosa tan rara, que es preciso que se la cuente. Ayer recibo una carta de un empleado en el Ministerio de Bruselas; es en extremo fina y atenta: me dice que hay un sujeto que pretende un favor en el ministerio, que no es allá conocido pero que dice llamarse Jacobo Caballero y ser primo hermano mío; y que si ello es así que en todo se le servirá. Me he apresurado en contestarle que no sólo no lo conozco, pero que ni él a mí, diciéndose primo hermano de un seudónimo, que es el nombre de autor que llevan mis escritos. Luego sentí haber hecho a ese "infeliz" quizás un mal servicio; pero como, si fuese un revolucionario, ladrón , o falsario, podría ir a presidio, yo no puedo consentir en emparentarme con los que allí moran. ¡Bueno está! ¡De manera que si este caballero del Ministerio que se llama Bamps no me escribe queda lucido Fernán Caballero en Bruselas!
No quiero cansar mas a V., pero antes de concluir le suplico exprese con tanto amor como respeto mi gratitud a SS. AA. RR.; que les recuerde el gran deseo de Conrado de poseer el retrato de S. A. R. el Conde de Eu. ¡Dios mío! ¡En qué peligro se han visto sus augustos primos! Me horroricé cuando lo leí, pues para aquellas fieras nada habría habido sagrado.
Ya sabe V. que no tiene mejor ni más simpático amigo que el que s. m. b.
Fernán Caballero
12 agosto 1860

[1860]-08-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-12
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  • [1860]-08-23
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Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, agradeciéndole unas fotografías de los Príncipes y de él mismo con destino a su álbum de la familia real.

TRANSCRIPCIÓN:

Señor y amigo mío:
Ayer y cuando ya no era hora de escribir a V. recibí el precioso tesoro que ha tenido V. la bondad de remitirme y que me causó un placer extremado, aunque hay una inmensa distancia de las imágenes grabadas en mi mente y que el cariño embellece aún más de lo que lo ha hecho la naturaleza a estos cartones que hacen todo lo contrario ¡pero al fin son ellos! Son sus ángeles de hijos a cual más hermosos, que parecen en los brazos de sus amas niños de Dios sacado en procesión, llevados en andas por gallegas. Por preciosísima que sea la composición en este retrato, en ninguno ha salido S. A. R. el Smo. Señor Infante peor que en éste. La fotografía se jacta de su parecido, como ciertas personas malévolas se jactan de decir verdades al decir insolencias. Lo mismo digo del retrato de V., figúrese V. que al pronto creí que era el General Prim con toda su dureza catalana. Tiene la corrección de sus facciones de V. pero nada nada más, ni aire, ni elegancia, ni expresión, cualesquiera diría que de todas esas preciosidades habían hecho presa los moros. No obstante mil y mil gracias, él entrará en ese precioso álbum santuario de aristocracia, belleza y virtud, alhaja sin precio.
Suplico a V. que invente palabras que yo no encuentro para pintar mi gratitud a nuestros excelsos y amados Príncipes. Mando a V. la preciosa esquela que me escribió Conrado cuando le mandé el retrato de S. A. el conde de Eu.
No soy más larga porque desde aquí veo y noto que le quito un tiempo precioso y porque me prometo hacer pronto la valentía de ir a San Lúcar, esperando que SS. AA. RR. me otorguen la honra y concedan la gracia de ir a darles la bienvenida.
Tuve el gusto antenoche de ver a Cajigas, que me dio tan extensas como satisfactorias noticias de la salud de SS. AA. RR. y toda su real familia.
Espero recibiría V. una mía de que no me habla. Páselo V. bien y crea en la amistad sincera y simpática de su más amigo, q. s. m. b.
Fernán
23 agosto

[1860]-09-16. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

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  • [1860]-09-16
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Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, refiriendo diversos temas. Lamenta la soledad de San Telmo, agradece el nombramiento de su sobrino para Rusia, relata noticias locales sobre algunas personas, opina sobre los acontecimientos políticos en Italia y Siria, comenta sobre un librero que vende su obra Deudas pagadas y alaba un libro de poesía de M. de Latour.

TRANSCRIPCIÓN:

En Sacedón, tranquilo y descansado lo hago a V. –así como a la Augusta familia de S.S.A.A.R.R.- y me atrevo a dar a V. un amistoso recuerdo de su amiga sin que le moleste demasiado. Las golondrinas se han ido; vuelven los desertores veraniegos; el cielo se ha puesto su manto de invierno de tan magnífico azul bordado de nubes de plata; el viento está fresco como si se hubiese estado bañando todo el verano, pero San Telmo está grave, serio y silencioso, pues para él se prolonga la soledad del verano. ¡Qué trastornos vemos en las cosas! ¡Qué confusión en las ideas! El buen sentido huye al verse completamente desatendido, y faltando él, anda en el mundo como navío al que ha faltado la brújula. Dios venga en todo.
Estaba escribiendo estos renglones, cuando me trajeron los papeles y cartas del correo. Vi con júbilo letra de V. y me apresuré en abrir la carta, bien ajena de las sorpresas tan dulces que me aguardaban, además de la que me causaba su carta.
Era la una la de ver la letra de S. A. R., que es la primera y principal, y la otra la nueva de haberse firmado el prometido nombramiento de mi sobrino para Rusia. Excuso decir a V. a qué punto celebraría la gracia y la manera en que me se anunciaba, hay cosas, V. lo sabe, que al indicarlas solamente se comprenden mejor que no descritas. Ninguna noticia tenía, y como yo escribí a Aurora, acaso, se puede esperar de "nadie" ese interés de corazón con el que nuestros incomparables infantes hacen el bien? Para amenizar mi carta voy a dar a V. algunas noticias locales. Manuel Castro marchó para el extranjero en cosas de servicio. Fernando permanece en San Lucar e irá después a Madrid con Elisa a ver a su madre. Ha estado en un tris que no haya sucedido una cosa muy graciosa. El general Van Halen que es (quand même) muy amigo de la familia, escribe a Aurora, que el gobierno de Bélgica (de donde escribe) iba a dar a Fernán Caballero la Cruz de Leopoldo, por lo cual se había visto precisado a decir que era una señora. Mire V. qué tontería pues no tenía semejante precisión, y sin mentir hubiera podido decir que no conocía a semejante Fernán. ¡Qué cosa tan en extremo graciosa hubiera sido que me hubiesen mandado la Cruz! En fin, más vale que no, pues los malévolos me habrían hecho burla. Mando a V. un romance popular, que de puro sencillo y tonto hace gracia. He subrayado lo más notable para que, si no tiene paciencia para leerlo todo, lea esos renglones señalados. Está aquí llamando la atención de algunas personas, un joven de poco más de 20 años, muy fino, bueno, y bien parecido, que vive y está al cuidado de un sacerdote de aquí, que dicen es hijo de un Infante de España y creo de una princesa de Portugal. Ha sido educado en París; esto se dice; toda la verdad es un misterio.
Nicolás Maestre, que según aquí se suena, entrará a ocupar la plaza que en palacio tiene Fernando Halcón, ha estado bien malo; sigue mejor aunque no bueno. Es excelente joven, y sería una verdadera catástrofe el que se desgraciara.
Me alegraré que el comité revolucionario Napoleón – C. Alberto – Garibaldi y Cavour, lo emprendan bien contra S. Santidad, y cuanto antes, porque eso será la señal de su fin. Como espero que las atrocidades de Siria lo serán del detestable imperio Otomán. Los exceso cansan la paciencia de Dios y de los hombres y traen las reacciones, así nada es más temible en el mal que la moderación.
Un librero de aquí, el Señor Fe, ha mandado venir "Deudas pagadas" que vende a 9 reales ¡mire V. qué picardía! ¡Es robar a los heridos! Reconvenido por un sujeto, contestó que en Madrid llevaban 7 reales por tomo en siendo para provincia y que el porte y empaquetado costaba a 2 reales por ejemplar. Así es, que me consta, que varias personas de pocas facultades que lo querían comprar han desistido por lo caro del precio.
Mr. de Latour me ha enviado un preciosísimo tomito de poesías suyo. No se sabe, si hay más tesoros, en su cabeza de saber, o en su corazón de poesía. Es tan superior como simpático, y no se sabe si se le admira o si se le quiere más, cuando se le trata y se le lee.
¡Quisiera repetir a V. todas las exclamaciones que hacen, en particular el bello sexo, cuando ven el retrato de V.! Pero me detiene el escrúpulo que haría entonces las veces del mal espíritu induciendo a V. a la vanidad. Tengo decididamente que poner al pie de mi queridísima colección el dicho de Maquiavelo: “Calumnia que algo queda”. ¡Es preciso concluir! ¡Qué de mala gana lo hago! Me consolaré con que sea mi última frase, la que le asegure que es su más sincera amiga q. s .m. b.

Cecilia Böhl de Arrom
16 septiembre 60

[1860-09]-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

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  • [1860-09]-29
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Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Agradece su carta en la que le cuenta interesantes excursiones con el Príncipe y el envío de tres retratos de la Infanta. Relata un asunto sobre el hijo del conde de Ergo. Le envía una carta que ha escrito su sobrino desde Gaeta y hace comentarios a su situación. Termina con la transcripción del comentario que le hace Fernando, alabando su obra “Deudas pagadas” tras haberla leído a unos trabajadores de una viña de Jerez.

TRANSCRIPCIÓN:

¡Día de San Miguel! 29
Al poner esta fecha no es posible empezar por otra cosa mi carta, sino por desearle a V. ésta, así como todas las demás de su vida con tantas felicidades, tantas… ¡como V. se merece!
¡Cuánto no debo agradecer a V. la interesantísima carta que me ha escrito! Pero antes de todo empezaré por dar a V. la enhorabuena más sincera y gozosa, por la nueva prueba de aprecio que ha recibido V. de esos Príncipes, cuyo incesante desvelo es socorrer a los pobres y honrar a las personas que distinguen. Únome al hermoso vítor de los de Sacedón ¡Vivan los Infantes virtuosos! Vea V. como es cierto lo que tantas veces he dicho: solo el pueblo halla esas expresiones concisas que en tan pocas palabras encierran tanto sentido.
¿Sabe V. que estuve por rociar la carta de V. con agua bendita? "El fin del mundo, el desierto, las puertas o bocas del infierno", ¡solo la magna imaginación del Dante llega a semejantes parajes! Esto es una segunda pequeña campaña de África, y siempre al lado de un Príncipe emprendedor y valiente y, hay que añadir, incansable. ¡Quién hubiese sido pájaro para seguir con alas materiales a S. A. R. en tan en sumo grado interesantes excursiones! En particular las ruinas del castillo, tan alto y tan solitario, me llenaron de ansia e interés. Los castillos como todas las cosas nobles, fuertes y durables desaparecen de esta mísera y plebeya época, reemplazados por… las barricadas que improvisa la revolución, y demuele el primer soplo del orden. Tuve impulsos de extractar algunos pocos párrafos de su carta, con algunas de las sencillas y sinceras coplas cantadas ante las ventanas del Real sitio y ponerlas en "La Andalucía"; pero no me atreví a hacerlo sin la venia de V. Y apropos, mando a V. un parrafito que publica hoy esa "sabelotodo", que mucho celebraría de que fuese cierto. Muchísimo más me se ocurre y tendría que contestar a su preciosísima carta, pero tengo "tantísimas" cosas que tocar que me precisa hacerlo de todas ligeramente.
He visto, revisto, remirado, los tres retratos de nuestra amadísima "Infanta virtuosa". Tiene V. razón, la del transparente velo es el más parecido; y así debía ser porque es el más bonito. La fotografía es el palacio de la verdad, de la Democracia: es decir, en el que por decir verdades se dicen desvergüenzas, pues no solamente la semejanza (que ciertamente existe) no es exacta, sino que desfavorece al modelo. Por curiosidad se las he enseñado ("en mi mano") a algunas personas del pueblo y exclaman: ¡Ay! ¡¡S. A. la Infanta!! En seguida añaden: ¡pero es S. A. R. mucho más preciosa! ¿no es así señora? Pues ya se ve, les respondo yo, esto es la "sombra" de su bello original. Suplico a V. que dé mis más respetuosas y calurosas gracias a SS. AA. RR. Ya ocupan el distinguido lugar que les cabe en mi inapreciable álbum, aunque después de las Infantitas, sus augustas hijas, porque el letrero que tanto valora los retratos hace que no se puedan variar.
Vamos al ente misterioso, precioso y fino joven de unos 20 años. Carlos cuarto tuvo un hijo que dicen se llamó D. Luis, no sé si será aquel de quien habla Mr. de Latour en su reciente hermosa obra sobre Toledo. Tuvo éste un hijo natural que pasó al servicio de Francia con el título de Conde de Ergo y que murió en Argelia. Dejó éste una viuda, Infanta de Portugal, y este niño que ahora ha venido aquí por ver de adquirir noticias sobre su padre, que se crió aquí al cuidado del cura de San Pedro. Este señor murió, y fuese que él mismo quemase los papeles, de sumo interés para su discípulo antes de morir, o que se extraviasen, o que los herederos no los quieran dar esperando les valgan más después, ello es que el pobre conde de Ergo nada adelanta en sus gestiones. Si viviese D. Manuel Cepero mucho le valdría. D. Antonio Arraoz, fuera parte que está fatalísimo de su asma, no tiene la travesura que tenía el difunto Cepero.
Envío a V. la carta que escribe mi sobrino de Gaeta. Mi buena hermana me escribe que al leer que el Rey mandó a los buques seguirlos y que no lo hicieron se echó a llorar, amargamente, ¡porque pocas cosas habrá más "nervantes" y que más despedacen el corazón! ¡Traidores infames! ¡que se cubren a sí y a su nación de ignominia! ¿Y para qué? ¡Para seguir a un pirata aventurero, instrumento de otro aventurero hipócrita! El ministro me mandó la credencial de mi sobrino; pero como están los correos, no nos hemos atrevido a mandar el original, y sí tres copias por distintos conductos.
Anoche estuvo aquí Nicolás completamente restablecido. V. sabe supongo su pretensión y su sueño dorado. Ciertamente posee como pocos dos cosas necesarias para entrar en palacio, es la una ser un caballero cumplido moral y materialmente y la otra una virtud, que si en tenerla cupiera exageración, se podría tachar de exagerada, y esto desde niño, enseñado que fue por el inolvidable D. Nicolás, honra y prez del cabildo de esta Catedral.
Por Dios no vaya V. a pensar que soy vana porque le remito un pedazo que copio de una carta que me ha escrito Fernando desde una viña de Jerez en que está con su mujer y su suegra, pero me ha causado tan viva satisfacción, que deseo que V. la vea y sepa que estoy más satisfecha y ancha que si me hubiesen hecho académica. Un millón de gracias por el romance que no acabo de comprender si es "popular". En gran parte lo es, pero el principio no me lo parece. ¡Pícaro papel! ¡Cómo me se ha ido entre las manos! Y tantas otras cosas que tenía que decirle y solo puedo añadir que le suplico me ponga a los pies de SS. AA. RR. y me crea su más simpática y sincera amiga,
Fernán

Por la noche vino lo mejor, pues concluido el gazpacho leí a los trabajadores "Deudas pagadas", que les causó el efecto que era de esperar. ¡Qué obra tan meritoria es la que está V. haciendo amiga mía! Nunca, y eso que tan ardiente admirador soy de V., había yo comprendido tan completamente como anoche el inmenso beneficio que a la religión, la moral, la monarquía y la sociedad por consiguiente, deben a Fernán Caballero. Si cuanto leyera el pueblo se escribiese en el mismo sentido, ¡cuán fácil sería conservar intactos los principios salvadores en que estriba nuestra organización social! Durante la lectura estuvieron todos estos buenos campesinos colgados de mis labios, y ya prorrumpían en risa al oír el apóstrofe del señor al gato puesto en la mesa por los "ruines pastores moros", ya se descubrían respetuosamente al nombrar yo los santos sacramentos cuando describe V. el acto de serles administrados a la madre de Miguel, ya exclamaban cuando les leía los pasajes en que Juan José manifiesta sus deseos de ir a la guerra a pesar de sus 65 años: "¡Ah! ¡buen español!" Así como cuando expresa el abominable concepto que merece el que mata a un contrario indefenso o vencido. Y no es extraño que tal aconteciese; estas buenas gentes se veían retratadas en las páginas de V. y sentían el agrado del que ve su propia imagen en el lienzo de un gran pintor. Cuente V. pues, amiga mía, entre sus más gratos y legítimos triunfos, el obtenido anoche en la viña de la "Esperanza".

1860-11-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a un desconocido

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-16
  • Unidad documental simple
  • 1860-11-29
  • Parte de Archivos personales

Según el epistolario editado en 1912 es copia de una carta dirigida a persona desconocida, que Cecilia Böhl de Faber envía a Miguel Velarde en su carta de 11-12-1860. Expone su protesta contra el bochornoso espectáculo que supone la matanza de cerdos en las calles céntricas de Sevilla y suplica la mediación ante el ministro de la Gobernación para que haga cesar este escándalo.

TRANSCRIPCIÓN:

Fernán Caballero = Mi muy querido y apreciable amigo. Vd. conoce toda mi repugnancia a aumentar la enorme falange de "empeños" que molestan al que "puede" y a los órganos por los cuales pueden llegar al poder estos empeños; y no obstante tal es el caso, que me decido a importunarle para que llegue a oídos de S. E. el Señor Ministro de la Gobernación una atrocidad que antes no se veía en Sevilla, pero se va extendiendo en paz y buena armonía con las luces de gas, y otros embellecimientos costosísimos de la población y es, este culto adelanto… ¡¡¡¡la matanza de los puercos en las calles, aun las más céntricas y públicas!!!!
No pudiendo creer sino que esto fuese un abuso tolerado por los Municipales merced a algún trago de vino o remesa de cigarros, supliqué a los diarios que lo hiciesen notar, y así hicieron aunque tibiamente; pero figúrese V. mi asombro cuando al día siguiente leímos en uno de ellos ¡el siguiente suelto!

[En la primera página, enmarcado en el ángulo inferior derecho, se transcribe el texto del suelto del periódico a que hace referencia]:
“Hemos recibido explicaciones acerca del suelto que publicamos en nuestro número de ayer, referente a la costumbre de hacer en la calle la matanza de los cerdos.
Según se nos informa, parece está prohibido que se efectúe dicha operación en las calles, cuya orden se hace observar con bastante rigor: pero como no todos los establecimientos que se destinan a aquella industria están dotados de oficinas donde ejecutar cómodamente las matanzas, sucede que algunos chacineros piden permiso para hacerla en las calles, en cuyo caso reconoce el local una comisión del Ayuntamiento o un dependiente autorizado y solo se "concede la licencia pedida" cuando se adquiere el convencimiento de que no es posible matar dentro”.

Ahora bien, lógicamente debe permitirse a los infelices que vivan apiñados en mazmorras, que guisen, laven, coman y duerman en las calles, porque no pueden hacerlo "cómodamente" en sus casas.
Hace pocos días que venía yo por las gradas de la Catedral con un joven educado en Inglaterra, de repente exclamé inmutada: volvámonos atrás, corramos… ¿Qué hay? ¿qué sucede? -me preguntó- ¿No ves aquellos aparatos? –contesté- ¿no oyes esos gritos terribles del pobre animal que van a matar? ¿En la calle? ¿frente a la Catedral? –exclamó- No puede ser. Sí, así es, por otras muchas calles sucede lo mismo, respondí trémula y horrorizada. ¡Y luego se quejarán los españoles, repuso el joven, de que los extranjeros digan que el África empieza en los Pirineos!
Las gacetillas que esto censuraron lo hicieron bajo del punto de vista de "estorbar" el "paso", de ser una "vista repugnante", y consideraciones de segundo orden y "materiales" que por lo visto es lo solo "entendible" para esos señores. Pero no es esta la cuestión principal respetable y atendible; lo es la "humanidad"; la gran mayoría de las personas real y no factoriamente [sic] cultas tienen en muy poco un estorbo en las calles que les obligue a dejar la acera, pero tienen en mucho, muchísimo, no verse obligadas a presenciar el cruel y angustioso espectáculo de ver matar y sufrir a un ser viviente, de ver su cruel agonía; de oír los gritos y quejidos del dolor, el estertor de la muerte; todo esto afecta, en particular a las señoras, de un modo imponderable.
¡¡Cuánto se escribe en nuestra época sobre educación y con qué prosopopeya se le recomienda a los padres el cuidar de la de sus hijos!! ¡Oh! ¿y es también parte de la educación y buena dirección de los niños el que presencien este espectáculo atroz y cruel al que acuden presurosos? ¡Ciertamente que con semejantes espectáculos en la niñez y los toros en la juventud, se formarán buenos y compasivos corazones!
Suplico a V. en nombre de la humanidad de la cultura, de la santa y dulce lástima, que suplique a la autoridad suprema haga cesar este escándalo que todo el público a una vez reprueba y deplora.
No se pagan las contribuciones municipales para el lujo de los paseos, del alumbrado, ensanche de las calles y todo estos objetos "exteriores" y "vanos" (gusto de la época) sino que se paga para vivir en paz y con decencia y no ver convertidas las calles por que transita en carnicerías. Lábrese en el Perneo, si no existe, un pequeño matadero de cerdos, que eso bien poco puede costar, donde puedan matarse los puercos; y que como las reses sean conducidos ya muertos en el recinto. Preste la autoridad oídos, no solamente a los periódicos que por su propia autoridad se han constituido en sus guías y impertinentes consejeros, pero también a miles de pacíficas vecinas que amargamente se quejan del vejamen que llevo expuesto y que reverentes le suplican en nombre de cosas tan castas y respetables como lo son la humanidad, la compasión y la delicadeza de sentimientos, que lo destierre.
Como V. posee en altos grados estos sentimientos, puesto que nada que sea noble y bueno falta a su privilegiado ser, por eso me he atrevido a suplicarle que sea nuestro intermedio con el Señor Ministro de la Gobernación, esperando con tranquilizadora esperanza que una petición tan justa dirigida por un conducto tan autorizado y atendible tenga el éxito feliz que de todo corazón ruego a Dios que tenga. Su más sincera amiga y S. S. Fernán Caballero. Sevilla. 29 de noviembre de 1860.

1860-12-11. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-15
  • Unidad documental simple
  • 1860-12-11
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, rogándole transmita a los duques la petición de una obra de caridad para una mujer protegida del periodista Tubino. Comenta también que escribe un artículo para "El Español de ambos mundos" sobre las calles céntricas de Sevilla que se han convertido en carnicerías y mataderos. Termina con un comentario negativo sobre Bonaparte.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy Señor mío y querido amigo:
Son infinitas las lástimas y pretensiones que acuden a mí, como a todos los que tienen la alta honra y la dicha de entrar en ese palacio (fuente inagotable de caridades) para que haga llegar hasta los oídos de SS. AA. RR. sus plegarias. Como es natural, me he negado siempre, diciendo que quién era yo para tomarme semejantes libertades, sabiendo a qué punto están asediados de peticiones SS. AA. RR. y pensando en mi interior que tales caridades en "escala mayor" han corrido por mis manos, que sería mil veces imprudente volverlos a molestarlos, que eso de hacer caridades con el caudal de SS. AA. RR., no está en el orden. Pero ayer recibo una carta de Tubino que me envía el adjunto memorial y a la pobre mujer. Es ciertamente uno de esos casos que parten el corazón, viendo interpuestos entre su único recurso y la más espantosa miseria ¡150 reales!
Usted sabe que a esos señores de la prensa dueños del mundo hoy, no se les puede decir que no, y menos un pobre autor, muy tímido, temeroso y vulnerable, al que mañana u otro día, directa o indirectamente, pueden zaherir dolorosamente; así no tengo más remedio, que hacer llegar a manos de S. A. R. el memorial que le ha dirigido la infeliz protegida por Tubino, que tiene buenísimo corazón. Pero no directamente, a lo que no me atrevería, como se lo escribí a Tubino, sino por una persona intermedia, (caso que se quisiese hacer cargo de una comisión que por lo repetidas que son, se hacen en extremo molestas).
El director del "Español de ambos mundos" escribe a su hermana que espera algo mío para su periódico y que si no, me "atacará"; aunque esto está dicho en tono de broma, tiene más "portée" de lo que parece. ¡Qué sobre sí están estas gentes! Tengo ganas de poner un periódico para que me respeten y tengan miedo.
Ahora ha de saber V. que si todo estalla y es ineficaz para impedir que las calles de Sevilla más céntricas y principales, a todas horas del día estén convertidas en carnicerías y mataderos, hasta la reprobación que ha oído el gobernador de los labios de la augusta persona de la Sma. Infanta, escribo para dicho periódico un artículo sobre este asunto con toda la elocuencia de la indignación y de la lástima unidas, y como dice Mora que los ingleses gustan mucho de Fernán Caballero, hará el artículo un ruido en Londres que no debe hacer gracia al gobierno. Esto no es fatuidad, porque será debido al asunto de que se trata, no al autor.
¡Qué charlar! Anoche estuvieron aquí Mr. Dumas (no Alejandro) y Mr. Böshaus, un alemán. Entre los tres ¡cómo pusimos al Sr. Bonaparte! Lo menos que se dijo fue que era un "fourbe". En cambio ensanchamos nuestro corazón hablando de SS. AA. RR. y de S. A. R. el Conde de París, tan apreciado y querido, según Mr. Böshaus, en la corte de Mecklemburgo. Sólo tengo espacio para suplicarle que me perdone y crea su más sincera amiga,

Fernán

[1861]. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-18
  • Unidad documental simple
  • Sin fecha, [1861]
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, agradeciéndole la intervención de su tío el señor conde en el asunto que ella le solicitó. Hace referencia a los duques de Montpensier y ciertos comentarios políticos. Finalmente le transmite recados para algunas personas.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi muy querido amigo y señor:
¡Cómo expresar a V. la satisfacción que me causó su gratísima de ayer! Me suelen decir mis amigas: “mujer no te apures, no tomes sobre ti esas cargas, no estés cansando a todos tus amigos y relaciones, que acabarás por fastidiar abusando de sus complacencias”. Todo eso es verdad, pero también lo es, que recibir una carta como la de V. compensa todos esos inconvenientes. El Señor Conde ha sido, entre los Consejeros, el activo, el eficaz y él decididamente ha querido complacer a V., y siendo esta complacencia el bienestar de una familia que se hallaba en la mayor aflicción, ha hecho a la vez una acción de buen y fino pariente y una obra de caridad; una cosa benéfica a los hombres y grata a Dios. La complacencia de éste y la gratitud de los favorecidos y cuantos en ellos se interesaban, serán su recompensa, así como será la de V.; V. que une todas las bellas dotes de la juventud y a las que prematuramente posee de la edad madura, toda la delicadeza social y aristocrática del caballero y toda la delicadeza de corazón del hombre más bueno del mundo. Déjeme V. decir lo que siento ¿Y por qué sería V. el solo a quien no dijese lo que llevo dicho? Como siempre ha de haber algún contratiempo, Quesada, que está interesado en el asunto, está ahora en Cádiz y Mackenna que hace sus veces, sabe V. que, metido en la calle de Bayona, ha formado aquí poquísimas relaciones, y nadie me puede decir quién es, entre mis relaciones, quien podría recomendarle el pronto y favorable despacho de este negocio. Y "apropos", se dice que está muy disgustado de unas relaciones (las que a mi ver contrajo con demasiada precipitación) y que dice que solo su palabra se las harán llevar adelante; ¡triste auspicio para un lazo indisoluble! Ya no lo está el de Conrado y su mujer por la muerte de ésta. Se dice que tenía un genio indómito, y que postrada con sarampión, se arrancó unos sinapismos que la habían puesto, abrió la ventana y los tiró, con lo que se le "metió adentro" (como se dice) el mal, y murió.
Todos, que por lo visto están mejor informados que V., dicen que SS. AA. RR. se quedan todo el invierno en Madrid, así he visto con doble placer lo que V. me dice le escribe el Príncipe de que lo pasarán en su querido San Telmo. Sabrá V. (pues tengo noticias de lo que pasa entre los Demócratas) que hay un "revirement" completo entre éstos, que como V. sabe obedecen de una manera que debían imitar los moderados, a una consigna. Consiste aquel en deprimir a nuestra amada Infanta y alzar a las nubes, o por mejor decir hacer justicia al Infante, apoyándose con particularidad en la excelente y "liberal" educación que dio el Rey Luis Felipe a sus hijos. Mas entre las buenas enseñanzas que dicho Rey dio a sus hijos se les olvida que fue una de ellas, desconfiar de los cantos de las sirenas.
Recibí carta de Quiroga efectivamente el mismo día que a V. escribí, y celebro ver por la última de V. que sigue bien. Si por una gran casualidad, viese V. al Obispo de Gibraltar o al Abate Godard que viaja con él, desearía que les dijese V. que los números de la "Unión" que deseaba el Abate los hallará en el correo a su nombre, en dos paquetes, pero me pienso que habrán salido ya para Málaga, donde pasaban para ir a Granada.
Diga V. a su hermana mil cosas afectuosas, y que como una vez que se la ve se desea verla muchas (privilegio de familia), que ¡mucho, mucho celebraría que viniese a vivir a Sevilla! Tengo que concluir sin deseos de hacerlo, pues todavía quería darle más "gracias" de las que aquí saben su más verdadera y sincera amiga

Fernán

[1861, abril]. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-05
  • Unidad documental simple
  • [Abril 1861]
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat pidiéndole que gire 6.000 reales que tiene a su disposición. Le comenta que ha comenzado a hacer encargos de papel y que cuando él venga a Madrid irán juntos al Teatro Real a oír a Madame Lagrange.

TRANSCRIPCIÓN:
Queridísimo Jerónimo: así que reciba V. esta carta gire por el conducto que quiera la cantidad de seis mil reales que tiene V. a su disposición. Lo mismo hubiera sucedido con la de diez y seis mil si V. la hubiera querido. Pero puesto que desea continuar he comenzado ya a hacer encargos de papel y demás. Yo deseaba ir a Valencia por evitarle el gasto de venir aquí, pero puesto que V. viene para otros negocios me alegro e iremos juntos al Teatro Real a oír a Mdme. Lagrange que canta como un ángel. Cuando V. quiera gíreme los seis mil reales a la vista. Es suyo de todo corazón amigo fiel que desea verle y abrazarle
Emilio

1861-04-16. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-04
  • Unidad documental simple
  • 1861-04-16
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat en la que le da cuenta del dinero que ha invertido en sus obras y le propone la publicación de un folleto y, para el otoño, la publicación en grande de “La hermana de la caridad” y las “Lecciones”.

TRANSCRIPCIÓN:
16 Abril 61
Querido Jerónimo: hace días que no recibo carta de V. Por lo pronto tiene V. aquí a su disposición 16.000 reales, pues aunque no se ha cobrado todo, lo que resta será de la parte que yo debo separar para mí. Antes de disponer de este dinero contésteme V. lo siguiente ¿Quiere V. continuar en el negocio? Si quiere V. continuar en el negocio publicaremos inmediatamente un folleto que tengo escrito, y como quiera que para el folleto no he menester más que diez mil reales le mandaré seis mil. Si V. no quiere continuar en el negocio le mandaré los diez y seis mil reales. Y así que se cobre todo, la cuenta total de lo que se ha gastado y de lo que se ha recibido y de algunas letras devueltas y algunas quiebras, como sucede siempre en estos casos, la pasaré a V. Además aún le quedan a V. aquí en ejemplares existentes diez mil reales. No olvide V. esto, diez mil reales que pronto se reunirán pues como le dije ando en negocios para venderlos a la casa de […] Baudry de París. Si este negocio no se arregla, es cuestión de más o menos tiempo, pero el negocio es seguro. Al otoño, reunido el dinero del folleto, que puede dar un buen resultado, reunido el dinero de los ejemplares que quedan existentes, y con poco más, podremos emprender la publicación en grande, publicar la Hermana de la Caridad, y las Lecciones, dar trabajo en la Admón. al tío Rafael, y emprender el negocio en gran escala, si a V. le parece, y si a V. le satisfacen los resultados de este ensayo. Note V. que a la mitad del año de haber puesto su capital recibió V. ocho mil reales, si mi cuenta no es inexacta, y que en dinero y en especie tiene V. en mi poder por mi cuenta más del capital que V. puso. Creo que ningún negocio le hubiera a V. salido tan bien. Con esta carta se excusa de venir tanto más cuanto que yo tengo pensamiento de pasar a Valencia a primeros de Mayo. Contésteme V. de todos modos a vuelta de correo y obrará en consecuencia con su respuesta su
Emilio

1861-07-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-17
  • Unidad documental simple
  • 1861-07-29
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, rogándole interceda en el caso de un conocido suyo llamado Cayetano Tamariz, condenado a un año de castillo a causa de un altercado. Termina con unas palabras de lamento por la muerte de una hija de los duques de Montpensier.

TRANSCRIPCIÓN:

¿Qué dirá V. de mí, querido señor y amigo, al ver que una carta mía le persigue a V. como un alguacil, para importunarle como un mendigo? Pero V. sabe que el buen corazón es más despótico que Luis Bonaparte y más inconsiderado que un gañán.
¡Laconismo! Ven a mi ayuda para no fastidiar más que lo estrictamente necesario.
No sé si V. sabe que Cayetano Tamariz, primo de las Arjonas, casado con una hermana de la marquesa de Campo-Ameno, tiene una causa por un altercado que tuvo como empleado en el ferrocarril con los carabineros, que son populacho grosero y él "caballero" poco sufrido. Todo esto, que fue nada en resumidas cuentas, ha sido puesto ante un consejo de guerra por aquellos, y este consejo, que es un Fierabrás cuando se trata de cosas menudas, condenó a Tamariz a nada menos que a un año de castillo, por lo que sin serlo, calificó de ¡"atropello de centinela"! ¡Dios nos asista!
Escribí a Tenorio enviándole una súplica por indulto a la Reina. Esta generosa Soberana se halla propicia a ésta como a todas las buenas acciones. "Pero"… (aquí entran más peros que cría Ronda) tenía que venir la solicitud por el Ministerio de Guerra. Habló Tenorio al Duque ministro que halló propicio, "pero", tenía que venir a informe a Quesada a quien le pintó el asunto y informó muy bien, "pero" tenía que volver a Madrid. Tenorio ausente; O’Donnell lo mismo; Ustáriz lo mismo; le sucede Pozo, ¡y el asunto se cae en él! Escribo a Frutos Saavedra; lo hallo más que propicio, "pero" me dice que ha enviado el expediente al Consejo de Guerra y Marina que tiene que informar. No hay buena voluntad que no se canse de tantos trámites, obstáculos, pachorras y majaderías. Pero vuelvo la cara y veo: al pobre Tamariz (que es el hombre mejor que se puede dar) escondido por no sufrir la deshonra de ir a un castillo por pecado tan venial y hasta con sus ribetes de ridículo; a su pobre mujer, que es una santa, refugiada en casa de su madre con convulsiones, enferma, en el mayor desconsuelo, y ambos a la verdad son poco agílibus para hacer nada por sí. Por lo cual me vuelvo a poner en marcha y a dar pasos por ellos. Fernando escribe hoy a un primo de su madre del mismo apellido que ella, y yo viendo que el Conde de Velarde (Don Julián de Velarde) es Consejero también, escribo a V. para suplicarle, que si es un pariente que trata (pues parientes hay, que no se tratan) que por Dios le escriba recomendándole el asunto y sobre todo su "pronto despacho", pues es imposible que el pobre Tamariz esté por mucho tiempo oculto, lo que podría empeorar su causa. Dios quiera que "pueda" V. hacer esta buena obra, que en cuanto a "querer", conozco el hermosísimo corazón de V. y sé qué querrá.
No quiero molestar a V. ¡Si de otra cosa se tratase entre nosotros sería del triste viaje que ha hecho V. a Regla! Espero quedará siquiera una palma, ese árbol favorito de su augusto Padre, para dar sombra y custodiar al pequeño y blanco féretro que está en el santuario, santuario que le dio al ángel que contiene su santo nombre y ahora la guarda como cosa suya. Me han dicho que S. M. la Reina Amalia está mala. Los papeles no traen nada. ¿Tan codicioso sería el cielo que a un tiempo arrebatara a esa augusta familia un ángel y una santa? ¡Oh! Espero que no.
Perdóneme V. y considere todo el sacrificio que hace una persona que solo quisiera aparecer amable a otra que aprecia infinito, en decidirse a serle molesta y fastidiosa.
Su más amiga y más s. s.
Fernán Caballero
29 julio 61

1861-08-20. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-19
  • Unidad documental simple
  • 1861-08-20
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comunicándole que ha pasado al tribunal la solicitud del caso que le expuso y agradece el que haya escrito a su tío en su favor. Le comenta que la Infanta ha contestado a su carta con palabras de dolor por la muerte de su hija. Termina con noticias locales sobre algunas personas.

TRANSCRIPCIÓN:

Señor y querido amigo:
He retardado el placer de contestar a su grata, hasta cerciorarme por Frutos Saavedra de si había o no pasado la solicitud a informe, y adjunto remito a V. la copia certificada de haber pasado al tribunal que acompaña a su contestación. Fermín Puente, que es íntimo del fiscal, le ha escrito también interesándose en el asunto; veremos si al fin parece. ¡Qué desidia, qué apatía en asuntos de que penda la suerte y la tranquilidad de las familias! ¡No, no quisiera subir tan alto! ¡En esas alturas aparecen pequeñas miserias y padecimientos humanos, que vistos de cerca horrorizan y conmueven!
Nada de nuevo puedo decir a V. de por aquí. La infanta se dignó, como hace con todos, contestar a mi carta. La suya, sencilla y sincera, es el modelo de una carta de amante madre y buena cristiana. Sólo habla de su María con un dolor profundo y acaba con la bella frase: Dios nos la dio, Dios nos la quitó, hágase su santa voluntad. Gracias a Dios que, como V. sabrá, sigue muy bien el Infante Don Fernando. Ya sabrá V. igualmente que Manuel está destinado aquí en su misma fábrica, noticia que como puede V. pensar me ha llenado de satisfacción. El asunto de nuestro Alcaide duerme; veremos por dónde resuella, porque creo, que el asunto es poner a otro en su codiciado lugar y el tiempo aclarará las cosas. Piedad Guillelmi se ha metido, no sé con qué pretexto, temporalmente en S. Clemente y hay quien teme que no vuelva a salir. Por mí buenas ganas tengo de hacer lo que ella, y ojalá (¡¡¡Después de enterrar tres maridos!!!) , ojalá lo hubiese hecho, a su edad, o antes, pues a su edad estaba casada, ¡para sufrir el inmenso dolor de quedar viuda!
No sé si Quiroga estará malo o ausente, pues con Salvador le mandé mi Cuadro y escribí, y no me ha contestado. Elisa y Fernando siguen sin novedad. Por mí tengo una tristeza que me ahoga al par del calor. Aunque no sé las señas de su casa, le voy a enviar ésta sin más que su nombre, con la esperanza que llegue a sus manos y que le diga cuán agradecida le estoy, así como los interesados por haber escrito en su favor a su Sr. tío, deseando que, como un "bienfait n’est jamais perdu", se halle V. lo que ha hecho en satisfacciones en la tierra y gloria en el Cielo.
Su más sincera y agradecida amiga
Fernán
Si ve V. al Duque de Rivas dele V. expresiones.
20 agosto 61

1861-10-12. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-06
  • Unidad documental simple
  • 1861-10-12
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat informándole sobre los pormenores de la venta de un nuevo tomo. Le consulta si quiere seguir con la empresa, para publicar La Hermana de la Caridad, las lecciones y los discursos.

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 12 de Octubre de 1861
Querido Jerónimo: ayer recibí su grata última carta y hoy le escribo. Sin duda alguna no ha llegado a sus manos la última que le dirigí a Valencia. Hemos ya firmado el tomo de la nueva publicación del cual le mando el prospecto en pruebas. Como V. verá después de haber recibido quince mil reales entre libros y dineros, tiene un nuevo libro en campaña del cual se han tirado tres mil ejemplares, y además cuatrocientos tomos de la Redención todavía en los estantes que valen algún dinero y que tarde o temprano se irán vendiendo, después que la Redención del Esclavo nos ha costado en impresión, papel y administración más de cuarenta mil reales como V. verá por las cuentas y sus comprobantes. Por consiguiente las cuentas han salido como nos prometíamos, y lo único que nos ha retrasado un tanto ha sido el maldito fiscal, y los malditos acontecimientos de Loja. He entregado la administración del nuevo libro al Sr. García, administrador de la Discusión, persona de toda mi confianza y de toda honradez, que por un tanto por ciento bien bajo la administra, pone anuncios, la propaga, gira y cobra y me dará cuentas cada tres meses evitándonos un trabajo ímprobo, un sueldo crecido y un gran engorro. Dígame V. si aprueba mi conducta dirigida por la confianza que tengo en V. Para emprender en grande las lecciones como V. desea se necesitarán de veinte mil a treinta mil reales más. Si V. está decidido a llevar adelante la empresa dígamelo para tomar mis medidas. Si no quiere V. continuar yo le iré remitiendo lo que le toque de la venta del nuevo tomo y de los ejemplares que hay en mi poder de la Redención. Necesito saber su decisión por el correo para encargar papel. Si V. se decide a continuar publicaremos La Hermana de la Caridad, las lecciones, que unido a los discursos será una gran empresa de la cual podemos prometernos grandes rendimientos. Si V. viene aquí verá minuciosamente y con sus mismos ojos las cuentas. Si V. no viene de le mandarán todas las cuentas con la misma escrupulosidad. Ya sabe V. hasta donde llevo yo mi delicadeza en materias de intereses, delicadeza que solo es comparable a la de V. mi bueno y simpático amigo. En fin, espero que mañana sin falta tendré una respuesta de V., y en vista de ella procederemos como a V. mejor le plazca. Adiós, amigo mío, sabe V. que le quiere de veras su afmo.
Emilio
He pasado muy malos ratos pues creí que el fiscal no dejaba parar nuestra última obra.

1861-10-23. Carta de Alfredo Aldolfo Camús

Carta de Alfredo Adolfo Camús al secretario del Ateneo aceptando el encargo de explicar una de sus cátedras y que el tema será: "De la enseñanza pública".
Madrid, 23 de octubre de 1861

1861-10-27. Carta de Juan Vilanova

Carta de Juan Vilanova al secretario del Ateneo aceptando la honra que le dispensa el Ateneo para seguir desempeñando la cátedra de Geología aplicada.
Madrid, 27 de octubre de 1861

1861-11-04. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-07
  • Unidad documental simple
  • 1861-11-04
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat enviándole un borrador de las cuentas. Acompaña una hoja manuscrita: “Resultado de los gastos e ingresos de “La Redención del Esclavo” en 4 de noviembre de 1861”.

TRANSCRIPCIÓN:
Hoy 4 de noviembre
Querido Jerónimo: adjunto va un borrador hecho deprisa de las cuentas. Se están poniendo en limpio por partidas. Pero ese borrador basta para que V. se entere. Me extraña su silencio. La colocación del tío Rafael está adelantada. V. puede disponer de su afmo. amigo que le quiere,
Emilio Castelar
Su tío de V. será colocado como mi primo Eleuterio en una sociedad de crédito por mi amigo D. Joaquín Maldonado. Ya avisaré.

1861-11-15. Carta de Segismundo Moret

Carta de Segismundo Moret a Mateo Fernández de Alarcón dándole el título de las explicaciones: "Exposición de la teoría del libre cambio" y rogándole que en el sitio que corresponde a los nombres de los que explican se ponga: "Los individuos de la Asociación para la Reforma de los Aranceles de Aduanas". Incluye, al final, lista de nombres.
S. l., 15 de noviembre de 1861.
Membrete de Segismundo Moret con las iniciales SMP

1862-01-12. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-08
  • Unidad documental simple
  • 1862-01-12
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat contándole los problemas que está teniendo en conseguir una colocación para su tío Rafael. Comenta además que está haciendo una segunda edición de “La Hermana de la Caridad”, que la venta de los “Discursos” y la “Redención del esclavo” va muy bien y que con los beneficios que den emprenderá el tomo tercero de las “Lecciones”.

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 12 de enero de 1862
Querido Jerónimo: estoy seguro de que estará V. renegando de mí y con razón. Pero amigo mío, no puede V. imaginarse los contratiempos que he tenido en el asunto del Tío Rafael, tanto que el otro día de la pesadumbre que tomé después de almorzar me dio un cólico bilioso que creí que las liaba, y que me ha obligado a estar dos días en cama. Le encontré un destino, pero necesitaba saber escribir francés. No pudo ser. Me prometió otro González Bravo para una sociedad, y la sociedad no se ha fundado. Tenía otro medio arreglado en el Monte Pío, y oiga V. la relación de esta desgracia que de poco me cuesta una enfermedad. El destino del Monte Pío era de Eleuterio. A fin de dejarlo vacante me personé hace unos cuantos días en casa de O’Shea y le dije que colocara allí a mi primo que si no escribe traduce francés. Lo admite, y me escribe el sábado, diciéndome que vaya. No era hora de correo, y no pude escribirle diciendo que el Tío Rafael estaba colocado. Va Eleuterio, toma posesión aquella misma tarde en casa de O’Shea, y al día siguiente, quiebra. Acabado de almorzar recibo la noticia, me voy al Monte Pío y me dicen: como V. dijo que su recomendado tardaría algún tiempo en venir de Valencia, el destino de su primo lo hemos provisto por una recomendación del Duque de Rivas, y hasta febrero no habrá claro para su primo. Y hoy se encuentra Eleuterio en la calle. Al mismo tiempo hacía tres días que yo había impuesto por encargo de un amigo de provincias cuatro mil duros en casa de esos ladrones de O’Shea. En verdad, todo esto me alarmó en términos que al venir a casa creí que me moría. Tuve dos médicos dos horas a la cabecera de mi cama hasta que pude echar la bilis que tenía en el cuerpo. En fin, por eso no dejo de trabajar, a ver si consigo mi objeto. En cambio de las publicaciones puedo darle buenas noticias, muy buenas. Se han vendido más de mil ejemplares de los Discursos. He vendido unos cincuenta de la Redención. Estoy haciendo con los doce mil reales que V. me mandó una segunda edición de la Hermana de la Caridad. Y con el producto de estas dos obras emprenderé […] la publicación de las Lecciones, que no se han podido empezar antes por haber habido como V. habrá visto otra en el Ateneo. Creo que no tendrá V. necesidad de mandar más dinero pues con el que tenemos aquí, y con los productos de las obras habrá para todo. No olvide que se gastaron doce mil reales en los Discursos (3.000 ejemplares) y que ahora se gastarán otros doce mil en la Hermana de la Caridad que se está imprimiendo (3.000 ejemplares). Es un tomo que debía ser más grueso que los discursos pero se le pone letra mucho más pequeña. Tendrá salida. Además se han vendido cincuenta y un ejemplares de la Redención que descontados el giro y la comisión de que hay que sacar doce por ciento son 88 duros cuya parte de 44 de V. pongo en su fondo para emprender con todos los productos el tomo tercero de Lecciones. Entérese V. bien de todo, dígame con franqueza lo que piense y mande a este su amigo,
Emilio Castelar
Los amigos que tomaron ahí Redenciones no tomarán discursos.

1862-04-25. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-20
  • Unidad documental simple
  • 1862-04-25
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, solicitándole interceda a favor de una pobre huérfana, que sus padres recogieron y criaron como propia.

TRANSCRIPCIÓN:

¡Qué buenos son mis amigos, de perseverar siéndolo, cuando de mi amistad solo le provienen molestias! Con pena, pero con confianza, remito a V. la adjunta apuntación de que pende toda la felicidad de una pobre huérfana, hija del amor de dos personas distinguidas, que mis padres recogieron y criaron como cosa propia, lo que explicará a V. mi interés casi fraternal por ella. Abogue V. por ella, seguro que hace una noble y caritativa obra, para V. no es menester más estímulo.
De V. su pesada pero mejor amiga,
Fernán
25 abril 1862

1862-05-09. Carta del marqués de Pidal

Carta del marqués de Pidal al presidente del Ateneo enviando para la Biblioteca el primer tomo de la "Historia de las alteraciones de Aragón en el reinado de Felipe II".
Madrid, 9 de mayo de 1862

1862-05-28. Carta de Miguel Colmeiro

Carta de Miguel Colmeiro, vicesecretario de la Real Academia de Ciencias, rogando al presidente del Ateneo que envíe una representación al acto de toma de posesión de académico de D. José Subercase.
Madrid, 28 de mayo de 1862

1862-06-02. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-01-09
  • Unidad documental simple
  • 1862-06-02
  • Parte de Archivos personales

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat comentándole que lleva muy adelantada la impresión de las Lecciones y será una obra que se venderá bien, ya que están teniendo mucho éxito [se refiere a las Lecciones dadas en el Ateneo de Madrid].

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 2 de junio de 1862
Querido Jerónimo: Le escribo a V. en exámenes pues si no lo hiciera así, no tendría tiempo para hacerlo. Llevo muy adelantada la impresión de las Lecciones. Luego que las deje impresas y publicadas saldré para Valencia donde nos veremos. La venta será fácil y rápida. Así que se venda que será para el otoño, haremos cuentas, y le mandaré el rédito de su capital que será muy satisfactorio, quedándome así el capital para seguir nuestra empresa. De los productos de los Discursos y de algunos que ha comenzado a dar la Hermana de la Caridad he hecho este tomo que cuesta bastante dinero, aunque aún no se a cuánto ascenderá el importe. Pero a no dudarlo será la obra mía que de más resultados. No puede V. imaginarse qué mágico efecto han hecho las lecciones. Cada noche ha sido un triunfo. No tiro más ejemplares que los necesarios porque quiero hacer pronto una edición económica con los dos primeros tomos. Ya habrá V. sabido mi ruidoso triunfo en Zaragoza. El éxito fue inmenso. Esto me ha decidido a tomar la Licenciatura para el otoño y abrir mi bufete pues no se debe perder un manantial de productos. Si lo hago así V. entra por parte muy principal en mis cálculos. Nos veremos este verano sin falta alguna. Entonces hablaremos. Ya le diré a V. con alguna anticipación el día que salgo de Madrid. Escríbame V. pues hace tiempo que no tengo carta suya. Escríbame V. Ya sabe que le quiere muy de veras su amigo invariable
Emilio

1862-06-26. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-21
  • Unidad documental simple
  • 1862-06-26
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comentando la despedida a los duques de Montpensier con motivo de su viaje y lamentando una tontería que dijo por equivocación en la mesa de Sus Altezas. Le refiere también algunas noticias y finalmente dice ocuparse de un tomo de artículos religiosos que se está imprimiendo en Cádiz, cuyo comienzo será el informe sobre la reedificación de la capilla del Valme.

TRANSCRIPCIÓN:

Sevilla 26 junio 1862
¿Qué es esto?, dirá V. Es, amigo mío, un "Adiós" que con la prisa de la partida no pude decir a V.; es un "buen viaje" que llega cuando ya está finalizado; es: "V. deje mandado", que aún viene bien, pues siempre son constantes y sinceros mis deseos de servirle; es aún más, es una súplica de que cuando V. tenga más adelante un ratito perdido, lo emplee en darme noticias del viaje y cómo lo han soportado los caros seres que alejaba de las costas de España, ufano y orgulloso, el Isabel II. No he cesado de mirar la veleta que señalaba viento sur, favorable por cierto, pero que me temo haya agitado mucho la mar. ¡Cuánto habrá gozado S. M. la Reina Amalia en ver a sus hijos y a sus hermosísimos nietos! ¡Ay! ¡Cuán presente los tengo, cual los vi en la deliciosa tarde pasada en los jardines de S. Telmo! Aún están sobre mi mesa las flores que me dieron, y si las lágrimas de cariño que vierto sobre ellas fuesen rocío ¡por cierto que no se ajarían nunca! Veo al Infantito D. Fernando altamente disgustado con el despotismo fraternal que le quería impedir el remar, preparándose así a su largo viaje de mar. ¡Qué ángeles! Solo les faltan las alas para volar. Esto me recuerda que dije una tontería en la mesa de SS. AA. Eso no sería extraño, porque "digo" muchas, (si bien puede que no las "escriba"). Dije que había escrito a Mr. de Latour que no olvidase en los Elíseos con sus ninfas y Dioses paganos a S. Telmo con sus ángeles cristianos. Ahora bien, recuerdo que no es en los Elíseos, sino en las Thuilerías en que están las estatuas paganas a que aludo. Si V. hallase ocasión, aunque no es fácil que suceda por lo muy ocupada que estará allí la atención, así de SS. AA., como la de V., en cosas de más interés, desearía que deshiciese V. una equivocación que no ha sido mía, sino de una criada que recibió la noticia de la feliz llegada de nuestros queridos amigos los Sres. de Latour a St. Nizaire y al mismo tiempo la bondadosa y atenta pregunta de cómo seguía mi sobrina la Sra. de Cascajares. La criada quizás por solo el placer de pronunciar el nombre de SS. AA. RR. y darme a mí el placer de oírlo pronunciar, viendo la librea de la casa real, creyó la bondadosa pregunta descendida de tal alto origen, y después he caído en que sería una atención personal de Cajigas. ¡Pero anda con Dios! No creo que SS. AA. RR. puedan haberse ofendido de una equivocación que trajo su última, dulce y agradecida sonrisa sobre los labios de un puro y bello ángel pronto a aparecer ante su Dios. Dichas ambas cosas quedo tranquila, no quisiera por nada en este mundo quedar en falta de ningún género grave ni leve con las augustas personas que con más entusiasmo venero, con más simpatía admiro y con más ternura amo.
Por más que allí tenga V. todos los papeles del mundo, envío a V. esos trocitos de nuestros periódicos. Siento que hayan metido a López Conejero en pedir destino a la Reina. Creo que sería la intención benéfica de SS. AA. RR. que adelantase en su carrera y siguiese siendo un buen militar.
Mientras que la Isabel II, navío, surcaba los mares con sus tesoros, Isabel II, Reina, salía de su cuidado dando el ser a otra Princesa. Como en las familias reales las hembras no son tan bien recibidas como los varones, las campanas de la Catedral no estuvieron tan alegras como poco antes lo habían estado cuando dieron la bienvenida a S. A. Don Felipe.
No puedo dar a V. la más mínima noticia que sirva de grano de sal a esta insulsa carta. Me ocupo de un tomo de "artículos religiosos", exclusivamente, que se está imprimiendo en Cádiz. Empieza por mi "compte-rendu" de la reedificación de la capilla del Valme, en lo que espero que SS. AA. RR. no tendrán inconveniente; mis libros donde más se venden es en América y Alemania, y debe saberse allá toda esa admirable historia pasada y contemporánea, y en qué se ocupan estos Príncipes cuya enorme superioridad alarma tanto a dos gobiernos. El papel se acaba; póngame V. a los pies de SS. AA. RR. Beso las 12 blancas y preciosas manecitas que como un collar de perlas abrazan en este momento el noble cuello de la augusta madre de su Padre. Mil cariños a las Sras. de Vallejo y Robles y V. perdóneme con la indulgencia de caballero y de amigo. Lo es de V. de corazón,
Fernán

¿Piensa V. que SS. AA. RR. se ofenderían si les dedicase mi libro sin su consentimiento? Si fuese así suplico a V. que se los pida. [texto añadido al principio de la carta]

1862-08-05. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-22
  • Unidad documental simple
  • 1862-08-05
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que comenta y agradece las noticias que le envía sobre los duques y la Reina Amalia. Le relata a continuación noticias locales sobre diversas personas y le adjunta un recorte de prensa con una coplilla sobre la intervención francesa en México.

TRANSCRIPCIÓN

Sevilla 5 de agosto 62
No puedo ponderar a V., mi querido amigo, la inmensa satisfacción que me ha causado su muy grata. ¡Nada sabía de personas tan queridas, sino por los periódicos! Todo estaba mudo como San Telmo, cuyo silencio no es interrumpido sino por el claro timbre de su reloj, que cuenta tristemente a la palmera del patio las largas horas de ausencia. Pasado el primer momento de emoción melancólica, fue causándome la más viva satisfacción la lectura de su grata, principalmente por el buen estado de salud de S. M. la Reina Amalia, cuya fe es el fuerte báculo que le ha hecho resistir y no dejarse rendir por las penas; para quien cree, no hay muertes sino ausencias; para quien debe ceñir una corona en el Cielo ¿qué le importan las de la tierra? Y para quien siempre hizo el bien por deber y por instinto, le es fácil menospreciar la ingratitud.
¡Cuánto ha agradecido mi corazón que S. A. R. el Infante se acordase de mí en la tumba de un gran poeta! Todo cuanto dimana de S. A. R., tiene no sólo el sello de admirable bondad, sino el de exquisita delicadeza. Yo prefiero a la de todos los poetas la de Said, por estar en ese Edén llamado los jardines de San Telmo. Pero ¡cuánta gracia me ha hecho que nuestra Infanta, cediendo al ruego del Pachá, tomase entre sus labios una boquilla de pipa, que aunque fuese al través de una esmeralda le trajese el humo del tabaco! Ese es un bello triunfo del Pachá, que según V. me lo pinta no debe a sus ¨"seducciones" morales ni físicas sino al buen humor de esa Princesa, la más feliz, así como la mejor del mundo. Si viene aquí su Señoría no lo veré yo, que como V. sabe no salgo de mi rincón, sino para ir, cuando sus dueños egregios se dignan recibirme, a San Telmo. Se queja V. de no ver el sol ¡Ojalá pudiese meter en esta carta algunos de sus rayos que aquí tanto nos sobran y nos fatigan! Ustedes tienen el sol de la Exposición y otros soles; aquí tenemos el del cielo. Todo se compensa. No fue a V. a quien di mi carta para Mr. de Latour sino a Pepita Vallejo. Escribí a V. una carta que encargué se remitiese a Tomás para que la dirigiese, pero Tomás se ha detenido mucho en París con su familia, de manera que si llega V. a recibirla será tan vieja, que le aconsejo a V. de quemarla sin leerla. A Mr. de Latour escribí, no sé si habrá recibido mi carta. Castilleja, mi sobrino Juan y mi hermana Aurora fueron a ver a esos amables y queridos señores, pero no los encontraron, estaban en el campo. Suplico a V. que con mis más cariñosas expresiones se lo diga a Mr. de Latour y le dé el adjunto papelito sobre Trueba, que le será grato. Si el Edimburgh Review ha hablado de él y de mí, solo se lo debemos a nuestro bondadoso y parcial apologista. No puede V. pensar cuánto he celebrado que estén de vuelta los Príncipes de Orleáns. Aquel país no era digno de tener tales defensores, y si hubiese estallado (como se prevé) una guerra con Francia, habría sido un conflicto.
Mando a V. una coplilla que corre, sobre la derrota de los vocingleros mejicanos. Me pidieron para un periódico, en el día de la Virgen del Carmen, algo alusivo a ésta Señora y les envié el articulito que remito a V. Como no estaba aún decidida la traslación a S. Leonardo, no sé cómo dirigir esta carta, ¿pondré en el sobre Londres o bien Orleáns-House? No sé qué hacer, más vale poner el lugar de donde fecha V. su carta. Ya sabrá V. que murió el pobre Sevilla. El Sr. Cardenal, se muere como lo hacía todo, santa y lentamente. El nuevo Intendente del Real Patrimonio, no ha variado nada hasta ahora por aquí. Las Guillelmis buenas, así como las demás amigas, que devuelven a V. sus amistosos recuerdos. Pancha Castro está en Cádiz. Lolita, su hija, está perdida por Diego Benjumea. Si me atreviese pediría a V. un favor, y es que con tanto cariño me pusiese a los pies de S. M. la Reina y de nuestros amados Infantes como lo haría yo si tuviese la dicha de estar en su presencia, cariño que solo iguala mi respeto en sentido y profundo. Asimismo a los de los ángeles de San Telmo y de SS. AA. los Condes de París y de Eu. He escrito un pequeño Cuadro que trata de la guerra de África en que hay recogidas las aleluyas que decían los soldados, y entre ellas ésta:

Quién dice siempre : Adelante
El sobrino del Infante

Cuando se imprima se lo enviaré a V. Mis cariños a Mr. de Latour, a las señoras de Vallejo y de Robles y acuérdese V. de quien parte y reparte se queda con la mayor parte.

[En la primera página, al inicio de la carta, hay pegado un recorte de periódico con la coplilla a la que alude sobre la derrota de los mejicanos:]

“Mambrú se va a la guerra
No hace falta que Forey
Lleve sus tropas a Méjico
Si es que con quinientos zuavos
Se destruye allí un ejército”

[1862-09]. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

  • ES 28079 AAM ES-28079-AAM-A.PERS-Amat-03-02-23
  • Unidad documental simple
  • [1862-09]
  • Parte de Archivos personales

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, pidiéndole ruegue a los duques de Montpensier que recomienden al duque de Osuna para que tenga un rinconcito en su palacio. Menciona la visita de los Reyes a Sevilla.

TRANSCRIPCIÓN:

No se crea V. libre de mis asedios, ni aun en estos días para siempre memorables en los anales de Sevilla, y que quedarán profundamente grabados en los corazones de los sevillanos. Veinte mil manos aplaudiendo a los hijos de Fernando VII, para presenciar este entusiasmo tan simpático a mi corazón habría yo ido hasta… los toros.
Pero de todo esto hablaremos ¿no es verdad? Por hoy lo que deseaba decir a V. es que si no le parece demasiado atrevimiento, ruegue a alguno de "nuestros" amados Príncipes, SS. AA. RR. los Smos. Infantes Duques de Montpensier, que con media palabra de sus augustos y benéficos labios recomienden a Sr. Duque de Osuna, una petición que contenía una carta que le he escrito, pidiéndole un rinconcito en su palacio para un pobre anciano de 80 años que ha pasado toda su vida en él.
Interesar a SS.AA.RR. en una obra tan grande de caridad no es incomodarlos, pues no tienen sólo la generosidad de la caridad, tienen también su santa paciencia.
¿Sabe V. que vi a nuestros Reyes en el Alcázar, después del besamanos? ¡Qué dicha! ¡Ya nada terrestre me queda por desear!
No canso a V. "más", pero más lo quiero cada día, pues cada día tiene más motivo para apreciarlo y estarle agradecida su mejor amiga
Fernán

Tenorio me hizo el favor de entregar mi carta al Duque, pero me temo que ni aún la lea.

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