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[1862]-10-02. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, agradeciéndole la atención hacia sus parientes. En posdata se refiere a una entrevista en la Fonda de París, de la que le dará cuenta.

TRANSCRIPCIÓN:

Nada viene de ese palacio admirable, ni nada pasa por conducto de V. que no sea dulce, honroso y benévolo.
Aquí está mi sobrina, que ha oído el párrafo de su esquela que le concierne con toda la alegría y gratitud que merece.
Su madre no ha venido.
Su padre es D. Antonio Atienza
Su hijo del mismo nombre
Sus dos hijas Ángeles y Ramona
Gracias, gracias, póngalas V. a los pies de SS. AA. RR. y recíbalas V. al salir de mi corazón en el suyo,
Fernán

Fonda de París, Plaza de la Madalena. No me incomoda, me honra en extremo, aunque sea por carambola, de ser un conducto de los beneficios honrosos de S. M. Daré a V. cuenta de nuestra entrevista.
2 octubre

1863-05-08. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, recordándole que se interese en agilizar la licencia de casamiento del capitán Bruno Farina y Plasencia. Termina con referencias al Alcalde de Andújar, a Monsieur de Latour y a la actuación de la Reina en la crisis política del momento.

TRANSCRIPCIÓN:

Considero que pasa de impertinencia y llega a osadía el que, apenas quitado el polvo del camino, se halle con la persecución que le infiere esta carta. Ciertamente es en mí, cuyo mayor anhelo es ser a V. agradable, un verdadero "devouement". Seré corta para que pueda V. decir: del mal el menos.
Solo es mi objeto recordar a V. la desgraciada licencia para casarse que ha pedido el Capitán Don Bruno Farina y Plasencia, que en breve plazo pasó del Ministerio al Supremo Tribunal. Sé por uno de los Consejeros que ha caído en poder del fiscal como en el pozo Airón. ¡Es cruel, despótico e increíble que de esta manera, sin causa, se halle entrabada la voluntad del hombre en sus más sagrados fueros, sin tener en cuenta, no solo el disgusto, sino los graves perjuicios que de esto le pueden resultar a los interesados!
Recuerde V., mi querido amigo, el que desde que se trató del viaje de SS. AA. RR. me prometió V. interesarse en el "desestanco" de esta pobre licencia, y que hará una obra de misericordia, y dará a esta su mejor amiga la mayor prueba de amistad si consigue que por fin por fin salga de su larga reclusión esta deseada licencia.
Tuve una carta muy interesante del Alcalde de Andújar refiriéndome todo lo ocurrido allí, y entusiasmado con la bondad y amabilidad de nuestros amadísimos Infantes. La Andalucía trajo también una larga carta de allí, llena de interesantes detalles. Mañana pienso escribir una larga carta a Mr. de Latour, al que suplico a V. que ínterin salude cariñosamente. Desde que Vs. se fueron cesó el cielo y los rostros de sonreír. Lluvias suaves y nubes es lo que diariamente tenemos; por suerte al campo le viene bien. En breve serán los jardines de S. Telmo un paraíso pero… ¡sin ángeles!
En la crisis el monte parió un ratón, no es lo de "ratón" alusivo al marqués Presidente, sino a la sencillez con la que nuestra Soberana le dio fin y chasqueó a los hombres de partido.
¡Dije que iba a escribir corto! ¡Qué pronto se olvidan los buenos propósitos! Lo que no se olvida nunca es un amigo tan distinguido, y perfecto como V.
Mil felicidades para V., mil perdones para mí.
Fernán Caballero
8 mayo 1863

1863-11-21. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Se disculpa por una estupidez de su criada, que le hizo quedar mal ante Sus Altezas Reales. Comenta que sus traductores Mr. G. de Lavigne y Mr. de Latour son los únicos que han traducido en lo posible las intraducibles cosas andaluzas. Hace también un comentario sobre la traducción que ha hecho Wolf en Alemania de “Deudas pagadas”.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi querido amigo:
A nadie le sucede lo que a mí. Estoy avergonzada y desesperada, por más que la bestialidad de mi criada me haya dado motivo a admirar una vez más la benevolencia sin igual de SS. AA. RR. Esta criada mía es el non plus ultra de la estupidez, y si no lo fuese igualmente del aseo y de la honradez, hace tiempo que la habría puesto en la calle. Con decir a V. que el otro día salí con unas mangas blancas; que me arrepentí, compré unas de crespón negro y me las puse, y a la vuelta le dije que habían las blancas mudado de color y se lo creyó, no es menester decir más. Puso una tarjeta de un caballero entre las demás, y cuando entré cogió la primera que entre estas se le vino a la mano (que acertó a ser la que V. dejó en mi casa hace un mes) creyendo muy en sí, que en dando la tarjeta, ¡lo mismo era que fuese una que que fuese otra! Como las tarjetas no llevan fecha, ¡yo creí que V. la había traído aquella tarde! Gentes de esta clase viven para ejercer la paciencia de sus semejantes. El otro día vino una visita, había dicho yo que no estaba en casa y ella le dijo a la visita: sí señor, está pero dice que no está en casa. Es un continuo compromiso tenerla a mi lado, pero el de anoche supera a todos. Como todos tenemos un poquito de fatuos, conociendo la adorable bondad de SS. AA. para con todos y en particular hacia mí, siendo mañana mi día, me figuré que esa circunstancia me valía esa merced. Pero vi a Doña Mercedes y a D. Fernando, esas dos distintas pero admirables bellezas, oí por las galerías sus alegres risas y fue una compensación por lo que sufrí.
Envío a V. la traducción de Mr. G. de Lavigne. Él y Mr. de Latour, son los únicos que han traducido en lo "posible" las "intraducibles" cosas andaluzas, lo demás que se ha traducido no se puede leer. No sé si he dicho a V. que en una traducción que ha hecho en Alemania el Sr. Wolf y su hija de Deudas pagadas, en la que dice: este cuadro lleno de entusiasmo patrio y de sucedidos reales, salió primero en El Reino, y despues fue hecha una edición por el Infante Duque de Montpensier que fue vendida a favor de los heridos de África. ¡Que se publique en Alemania una cosa tan bella y generosa de que ni una palabra se ha dicho en el mismo país en que sucedió!
Muy deprisa, pero siempre su mejor amiga,
Fernán
21 noviembre 1863

[1865]-05-20. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde (1)

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que le agradece el catálogo de los documentos sobre Hernán Cortés que posee el duque, así como algunas noticias sobre el tema. Le comenta detalles del artículo que está escribiendo acerca de la colección, así como sus impresiones sobre los retratos de Hernán Cortés.

TRANSCRIPCIÓN:

Un millón de gracias pido a V., mi querido amigo, de ofrecer respetuosamente en mi nombre a S.A.R. por el insigne favor que me ha hecho permitiendo a V. enviarme el catálogo de tan interesantes documentos, que a las cinco de la mañana leía con intensa curiosidad y placer, aunque su misma riqueza y extensión hacen imposible su total inserción en un articulito literario que abraza otros muchos puntos. Entre los 64 documentos que contiene he elegido, por parecerme los más notables, el 47, el 32, el 13, el 52, el 41 y el 53. V. no me habla de una de las curiosidades de más mérito e interés, que es el cáliz, habiéndoseme olvidado el nombre del caudillo que llevó al Padre que consagraba con él. Lo que V. me dice sobre el retrato que ha enviado de Italia S. A. el duque de Aumale que tiene la barba y los cabellos canos, me confunde, porque a mí me pareció un hombre mozo aun en todo el vigor de su virilidad, tanto que impresionada por este y el contraste que forma su pendant, Cortés ya anciano y doblado, me he dejado arrastrar por el sentimiento como me sucede siempre que escribo y hecho algunas reflexiones inspiradas por este contraste. Ya sé que S.A.R., favorecida por esas casualidades que parecen ser la recompensa de su amor al país que ha adoptado, a la historia, a las artes, le ha hecho poder reunir todos los retratos que se conocen de aquel gran caudillo, y averiguar a punto fijo que el que existe anónimo en el Museo de Madrid, es el de su héroe. Muchísimo agradezco a V. las demás noticias que completarán mi pequeña descripción. Al llegar medio entreví un busto de Colón que me pareció de hierro. Suplico a V. que me diga dónde está colocado, pues no recuerdo si es sobre la puerta, o si corona la portada de la reja. Me encantó de tal suerte el retrato venido de Italia que copiaré a V. lo que sobre el mismo digo, y sentiré no sea cierto, no por tenerlo que borrar del papel, sino por tener que borrar de mi mente la impresión recibida. “Al lado derecho de este mueble cuelga un hermosísimo retrato de cuerpo entero de Cortés, que S. A. el Sr. duque de Aumale, que es tan apasionado e idóneo en materias de historia y arqueología como su augusto hermano, le ha mandado de Italia, donde se halla hoy la casa del Marqués del Valle, que por alianza ha entrado en la de los duques de Terranova y Monteleone de Palermo. Este retrato es admirable, y si fuese dado al que entra en aquella preciosa morada apartar la vista y atención de sus augustos dueños y encantadores hijos, no la desviaría de aquel retrato. No puede verse nada más "español" que aquella figura cuyas finas, rectas y pronunciadas facciones parecen con su indémnica palidez esculpidas por delicado cincel en mármol. ¡Qué fuerza, qué decisión, qué serenidad en la mirada de aquellos ojos negros! etc. etc. al lado opuesto, etc. y sigo hablando de este contraste descubierto ya a punto fijo que es el mismo Cortés.
Repito a V. las gracias por su suma complacencia, que tan necesaria me ha sido como agradecida es. Espero en Dios que la ligera indisposición del Infantito Don Fernando solo será debida a un hervor de sangre, resultado de lo muchísimo que se acaloró corriendo la víspera.
Ayer tuve el gusto de ir a ver a Julia y ver cumplido el pronóstico que contenía mi carta anterior. Ha nacido V. bajo una estrella muy feliz. Cierto es que V. se merece los favores de la fortuna, pero también lo es que esta caprichosa señora no siempre atiende a méritos, al contrario.
De V. su más agradecida y sincera amiga
Fernán

Ayer tuve un disgusto grande viendo en La España el "Judío", magnífico trozo de Lamennais que traduje para uno de los muchos periodiquitos que me piden escritos, traído con mi firma sin expresar que era traducción. He protestado.
Sábado 20 mayo

1868-08-03. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, manifestando su dolor por la ausencia de los Príncipes (desterrados en Portugal). Le comenta algunas noticias locales y el caso de una petición de indulto al ministro.

TRANSCRIPCIÓN:

3 Agosto 68
Mi querido amigo:
¡Qué mal dice el refrán (a lo menos en esta ocasión) cuando asegura que a muertos e idos no hay amigos! ¡Mejor diría en lugar de "idos" a los que se "quedan"! He ido dos veces en casa de Julia a saber de V. y de nuestros amados y augustos viajeros, pero tuve la desgracia de no encontrarla en su casa. En la primera ocasión había marchado a Sanlúcar.
De cuanto pasaba en Portugal tuve noticias por una carta de una persona formal establecida allí. Supe que el "navío" de la Reina Victoria se había lavado las manos, largándose. Dignidad de los Reyes ¿dónde habéis huido? En fin, no es prudente hablar de "nada"; en lo que sí no hay imprudencia, es en hablar del dolor que la ausencia de tan amados Príncipes causa, sobre todo a los que, habiendo tenido la dicha de tratarlos, tanto los aman. Incluyo a V. esas cartas para SS. AA. RR., que espero se dignarán recibir con su acostumbrada bondad. No se puede creer a los periódicos, sobre todo a muchos de ellos que infamemente se afanan en ahondar la brecha que infaustamente se ha abierto (gracias a malvadas influencias) entre nuestras Personas Reales. Así es que se dijo que S. A. R. el Infante había renunciado a todos sus honores. Esto era desairar a la España entera, era romper con ella, así es que pasé los más crueles ratos, hasta saber semejante invención desmentida; ahora dicen se prepara un palacio en Cintra, pero la de Serrano me ha dicho que Solís ha ido a preparar uno en Oporto. Dios quiera que sea por poco tiempo y que cuanto antes vuelvan estos Príncipes a su hogar entre todos los que los admiran y aman y ¡¡ay!! ¡los necesitan!
Pocas noticias puedo dar a V. de aquí. Con gran placer hemos sabido el alivio de la Marquesa de Cela, cuya enfermedad repentina tanto había alarmado a sus amigos. Mi hermana Aurora no ha hallado cura ni alivio en París. ¡Válgame Dios, ese Nelaton que sabe hacer vivir a los medio moribundos y curar a Garibaldi, no puede aliviar a mi hermana! Si no hubiese curado a nuestro querido Mr. de Latour, le creería el médico del diablo. Me voy a las escuelas, no quiero ser la primera que empiece a destruir el trabajo de nuestra Infanta en instituir asociaciones piadosas, al ausentarse su fundadora. Todo está aquí desanimado, no hay más animación que la culta, compasiva y delicada animación de las corridas de toros. Suplico a V. que diga a SS. AA. RR. para su satisfacción que habiéndose una persona acercado al ministro por saber del indulto del excelente B. de la Torre, mandó el ministro sacar las peticiones "arrinconadas", y se halló la del mencionado Torres (que tuvo el Infante la caridad de entregar al Rey). Allí estaba y tenía escrito al margen: muy recomendada por SS. MM. ¿Y qué hizo? Contó la fecha de su condena, le faltaban "meses" (¡¡creo que 4!!) para cumplir la mitad y dijo: hasta que se cumpla la mitad, "no". ¿Qué le parece a V.? ¡¡Pobres Reyes!! ¡Y en caso del "indulto" de un pobre infeliz padre de familia! ¡Qué catones son los ministros! ¡¡qué legales!! ¡¡asombra!! He abusado de su paciencia, pero es un castigo, el que no quiere "escribir", que "lea".
Su más sincera amiga,
Fernán

1868-10-03. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, por la que agradece sus noticias y le hace comentarios sobre la situación política general y cómo se están desarrollando los acontecimientos en Sevilla.

TRANSCRIPCIÓN:

Mi muy querido amigo:
¡Con infinito placer he recibido su carta! Qué placer sentí al ver esa letra clara y elegante que me traía noticias de tan amados señores, de tan queridos amigos, mucho más en circunstancias que no puedo ver a Julia, puesto que las señoras no salimos a la calle, y mucho menos a sitios públicos; no por lo que haya sucedido, sino por lo que pudiese suceder, pues no había en esta ciudad más tropa que alguna bisoña guardia rural. Hoy, no obstante, he oído cornetas; así presumo haya llegado alguna caballería, y no puedo menos de extrañar que Serrano no mande alguna parte de los 18.000 hombres que, según se dice, reunió en Córdoba. En fin, sea como sea, ¡quiera Dios sacarnos pronto de la anormal, peligrosa y triste situación en la que nos hallamos! Hoy es el tercer día de luminarias, repiques y colgaduras. Como puede usted pensar, yo ni he colgado ni iluminado la "casa de la Reina" en honor de su salida de España, aunque todos los que en ella habitan lo han hecho, porque yo no hago bajezas ni puedo ser ingrata a quien me ha hecho beneficios, los que sólo de las personas reales he admitido nunca. Además, el ponerlas era bastante indiferente, pues ni un alma ha pasado por aquí en estos lluviosos días y noches.
Ayer circuló, y se vendía por los ciegos, una doble noticia cuya primera parte me llenó de júbilo, pues sería la paz de la Europa, pero cuya segunda, el estar París en estado de sitio, me aterró a causa de mi pobre hermana y su estado delicado; pero hoy se ha desmentido; pero malo es que se haya dicho, pues esas voces no suelen ser del todo falsas, sino precursoras.
A Sedano, por el que con tanto afán me empeñé y trabajaron por colocar Fernando Fernández y Rueda sin conseguirlo, lo han hecho oficial primero de la Fábrica de Tabacos, pues es progresista; es un buen adelanto, ¡desde fiel de puertas que había sido! No doy a V. noticias, ni locales, puesto que todas las sabrá por los periódicos, hasta la muerte de Simón Grandallana que ellos trajeron. Ya se empieza a alborotar la gente con la elección de la nueva junta que, según se suena, va a ser del rojo más subido. ¡Dios nos asista!
¿Comprende V. la orden de llevar a Zapatero a Barcelona? Yo sí.
Adiós, mi querido amigo. El destrozo en el puente de Alcolea ha sido "atroz"; es una gran mentira lo de la traición de parte de las tropas del ejército del general Novaliches. Lacy, que las mandaba, se pasó, y las tropas no quisieron e hicieron fuego. El Príncipe Girgenti, del que tan sangrienta burla hacen, tuvo dos caballos muertos y fue herido en un brazo. En fin, no sé si hago mal en escribir estas cosas a pesar de la inviolabilidad de las correspondencias votada por el flamante programa; pero a bien que ésta no va por el correo.
Quisiera que volara el tiempo y que cuanto antes en este cataclismo se apareciese la suave paloma con la rama de olivo.
Su más sincera amiga,

Fernán

3 octubre 1868
Me han dicho que se esperaba en el palacio de la calle San Amaro a Mr. de Latour. Si ha llegado, o cuando llegue, hágame V. el favor de entregarle la adjunta.

Carta de Natalio Rivas a Eduardo del Palacio

Carta de Natalio Rivas a Eduardo del Palacio comunicándole que por tener forasteros en casa no puede ir a pasar un rato con ellos. Le promete que la semana entrante irá sin falta.
Madrid 12 de marzo de 1932
Membrete: "Natalio Rivas, abogado, Madrid"

Carta de Pedro de Novo a Eduardo del Palacio

Carta de Pedro de Novo a Eduardo del Palacio agradeciéndole su carta en la que va resolviendo las dudas que le expuso acerca del origen de la voz BAHÍA, así como cuando se trató de la etimología de la voz ESCOMBRO.
Madrid, 27 de diciembre de 1943

Carta de Jacinto Octavio Picón a Arturo Mélida

Carta de Jacinto Octavio Picón a Arturo Mélida rogándole se encargue de la conferencia sobre las fiestas de los toros en tiempos de los Felipes, en lo que se relaciona con los trabajos de la Sección de Literatura del Ateneo.
6 de diciembre de 1895
Membrete de Jacinto Octavio Picón

El autor de la carta es presidente de la Sección de Literatura durante el curso 1895-96

[1860, junio]. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat, dándole cuenta de los gastos referentes al capital que ha invertido en su obra “La Redención del esclavo”.

TRANSCRIPCIÓN:
Querido Jerónimo: la vida del Catedrático en el mes de junio es el infierno. Hasta hoy no he podido escribir a V. Llevamos gastado en la Redención veinte mil reales, y recogidos veinte y ocho mil. De estos veinte y ocho mil le tocan a V. catorce mil. Pasado mañana le mandaré las siete mil cuatrocientas que con seiscientas forman ocho mil. Quedan pues en mi poder seis mil reales de V. En poder de los corresponsales tenemos para el próximo giro unos diez y seis mil reales, de los cuales le tocarán a V. ocho mil, y cuando tengamos las entregas cumplidas que será para fines de setiembre se habrá V. reembolsado capital y grandes ganancias. No tengo tiempo para más. Ya mandaré la cuenta con mayores circunstancias. Dígame V. si hay que hacer algún repaso. Suyo,
Emilio
Además quedan setecientos ejemplares para la venta.

1861-10-12. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat informándole sobre los pormenores de la venta de un nuevo tomo. Le consulta si quiere seguir con la empresa, para publicar La Hermana de la Caridad, las lecciones y los discursos.

TRANSCRIPCIÓN:
Madrid 12 de Octubre de 1861
Querido Jerónimo: ayer recibí su grata última carta y hoy le escribo. Sin duda alguna no ha llegado a sus manos la última que le dirigí a Valencia. Hemos ya firmado el tomo de la nueva publicación del cual le mando el prospecto en pruebas. Como V. verá después de haber recibido quince mil reales entre libros y dineros, tiene un nuevo libro en campaña del cual se han tirado tres mil ejemplares, y además cuatrocientos tomos de la Redención todavía en los estantes que valen algún dinero y que tarde o temprano se irán vendiendo, después que la Redención del Esclavo nos ha costado en impresión, papel y administración más de cuarenta mil reales como V. verá por las cuentas y sus comprobantes. Por consiguiente las cuentas han salido como nos prometíamos, y lo único que nos ha retrasado un tanto ha sido el maldito fiscal, y los malditos acontecimientos de Loja. He entregado la administración del nuevo libro al Sr. García, administrador de la Discusión, persona de toda mi confianza y de toda honradez, que por un tanto por ciento bien bajo la administra, pone anuncios, la propaga, gira y cobra y me dará cuentas cada tres meses evitándonos un trabajo ímprobo, un sueldo crecido y un gran engorro. Dígame V. si aprueba mi conducta dirigida por la confianza que tengo en V. Para emprender en grande las lecciones como V. desea se necesitarán de veinte mil a treinta mil reales más. Si V. está decidido a llevar adelante la empresa dígamelo para tomar mis medidas. Si no quiere V. continuar yo le iré remitiendo lo que le toque de la venta del nuevo tomo y de los ejemplares que hay en mi poder de la Redención. Necesito saber su decisión por el correo para encargar papel. Si V. se decide a continuar publicaremos La Hermana de la Caridad, las lecciones, que unido a los discursos será una gran empresa de la cual podemos prometernos grandes rendimientos. Si V. viene aquí verá minuciosamente y con sus mismos ojos las cuentas. Si V. no viene de le mandarán todas las cuentas con la misma escrupulosidad. Ya sabe V. hasta donde llevo yo mi delicadeza en materias de intereses, delicadeza que solo es comparable a la de V. mi bueno y simpático amigo. En fin, espero que mañana sin falta tendré una respuesta de V., y en vista de ella procederemos como a V. mejor le plazca. Adiós, amigo mío, sabe V. que le quiere de veras su afmo.
Emilio
He pasado muy malos ratos pues creí que el fiscal no dejaba parar nuestra última obra.

1861-11-04. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat enviándole un borrador de las cuentas. Acompaña una hoja manuscrita: “Resultado de los gastos e ingresos de “La Redención del Esclavo” en 4 de noviembre de 1861”.

TRANSCRIPCIÓN:
Hoy 4 de noviembre
Querido Jerónimo: adjunto va un borrador hecho deprisa de las cuentas. Se están poniendo en limpio por partidas. Pero ese borrador basta para que V. se entere. Me extraña su silencio. La colocación del tío Rafael está adelantada. V. puede disponer de su afmo. amigo que le quiere,
Emilio Castelar
Su tío de V. será colocado como mi primo Eleuterio en una sociedad de crédito por mi amigo D. Joaquín Maldonado. Ya avisaré.

1862-12-23. Carta de Antonio del Val (en nombre de Emilio Castelar) a Jerónimo Amat

Carta de Antonio del Val [secretario de Emilio Castelar] a Jerónimo Amat remitiéndole una letra de 4.000 reales por encargo de Emilio Castelar.

TRANSCRIPCIÓN:
Sr. D. Jerónimo Amat
Madrid 23 de diciembre de 1862
Mi apreciable amigo: Las muchas ocupaciones de que Emilio se ve rodeado le privan hoy del placer de escribir a V., y me encarga que remita a V. la letra que es adjunta de Rvon. 4.000 y que al mismo tiempo le diga que uno de estos días de fiesta, libre ya de los quehaceres que hoy le roban el tiempo para todo, escribirá a V. extensamente.
Haga V. el favor de hacernos saber el recibo de ésta con la letra dicha y disponga como guste de su affmo. amigo s.s.q.b.s.m.
Antonio del Val

1870-02-08. Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat

Carta de Emilio Castelar a Jerónimo Amat pidiendo le envíe nota del dinero que se han entregado mutuamente, con el fin de arreglar todo a su satisfacción.

TRANSCRIPCIÓN:
8 febrero 70 [escrito a lápiz, al comienzo de la carta]
Querido Jerónimo:
Mándame nota del dinero que me entregaste y de el que yo te he entregado pues ya conoces que con tanta catástrofe todos los papeles se los llevó la trampa. Esto, como todo, se arreglará a tu satisfacción. Ya sabes que de todo corazón te quiere tu invariable
Emilio

[1859]-08-23. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, relatando sus gestiones en la búsqueda de datos escritos sobre la capilla de la Virgen de Valme. Se refiere también a asuntos de la edición de la Corona Poética, como la letra, la fotografía y el orden de colocación de las poesías.

TRANSCRIPCIÓN:

23 de agosto
Muy señor mío y amigo:
Hubiese contestado a su muy amable y favorecida en el acto de recibirla, a no ser detenido mi deseo de hacerlo por otro, que era el de remitir a V. para que se los comunicase a Su Alteza Real el Serenísimo Infante cuantos datos escritos pudiese hallar sobre la capilla. Pero el Escribano de Alcalá no ha contestado todavía; según me dice el Señor Deán, no se han encontrado en la biblioteca de la Catedral las memorias del Padre Castro. El excelente Cantillo, hombre muy culto, tipo de la desgracia y de la complacencia, me las ha buscado con igual mal resultado en la biblioteca de la Universidad, por lo que sospecha que nunca fueron impresas y que existirían en el convento de San Francisco, del que fue guardián el Padre Castro, sólo manuscritas. Si Camacho el bibliotecario estuviese aquí, podría darnos quizás alguna razón sobre los manuscritos del Convento, pero da la casualidad que está ausente, como lo está casi todo el mundo.
Su Alteza Real, me honra de una manera que me avergüenza, tomando mi pobre, femenino, incompetente parecer sobre el carácter de la letra que me parece hermoso, y en cuanto a la fotografía, solo diré a V. que tenía yo un pensamiento continuo y era: si estuviese aquí Bécquer que entiende de ello, habíamos de sorprender a SS. AA. RR. con una vista de la vieja capilla resucitada por su piedad, ¡que gloria es para mí que haya tenido S. A. R. la misma idea que yo, pero qué pena que con ella me haya quitado la honra y el placer de prevenir su deseo!
Remito a V. el tomo de Flórez, es decir un extracto de estas memorias que dio a la prensa su hijo. El original que consta de 12 tomos manuscritos están depositados en la Escribanía de Alcalá, a cuyo Escribano hemos escrito para que nos comunique lo que dice del Valme. El otro folleto que me ha remitido el Señor Deán, solo hace de ella referencia, pero como todos esos libros viejos, tiene éste, entre muchas pesadeces, cosas interesantes. Mucho celebro que S.A.R. el Serenísimo Infante apruebe con su buen gusto, acierto, y saber, el que, reunidas y abreviadas, se pongan en una nota todas las noticias auténticas que se puedan adquirir que hubiesen sobrecargado la relación.
¡En qué compromiso me pone S. A. R. tocante al orden de la colocación de las poesías! ¿Qué le parece a V. poner en nota: “las poesías están puestas según el orden en que han llegado”? Y aunque en esto no se diga la estricta verdad, puesto que tan delicadamente impide S. A. R. que se empiece por la de Mr. de Latour, escrita en francés, ese pecado confío me lo absolverá el Padre Pila (es decir el agua bendita que absuelve las culpas veniales).
Mucho celebraré que S. A. R. esté aliviado de una incomodidad tan pequeña como incómoda y penosa. ¡Cuánto me interesa y enternece cuanto V. me dice de las vacaciones de las Infantitas y del cariño y esmero de sus augustos padres hacia ellas! Si, las virtudes domésticas son el santo fin y la más pura fuente de felicidad del hombre cuando desde tan alto se muestran, se enaltecen, se ennoblecen y se propagan, y esta es la más bella corona de Reyes y Príncipes. No me despido, porque si mañana tengo las noticias que espero, continuará molestándolo su más agradecida amiga y S.S.
Cecilia.

1859-08-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, en la que le cuenta algunos datos que ha averiguado sobre la capilla de la Virgen del Valme, así como pormenores del tomo y composiciones poéticas que se editarán.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y apreciado amigo
Antes de contestar a su muy grata, empezaré por comunicarle algunos datos más que sobre la capilla he adquirido. A su regreso, mi amigo el Sr. D. Antonio Colón, que es además de muy instruido muy curioso, ha podido adquirir las siguientes noticias. No existe en la Catedral archivo de fundaciones de ermitas y capillas. Hubo un Prior especial de este ramo que residía en Madrid y tenía allí el archivo de fundaciones. Este cargo eclesiástico hace tiempo que se ha suprimido y solo en Madrid podrían dar razón adónde ha ido a parar aquel archivo.
El canónigo Ochoa dijo recordaba que la catedral había tenido un pleito sobre la capilla del Valme, cuyos autos deben existir en la Audiencia, y ha suplicado que se la franqueen; pero como esas cosas son lentas y difíciles, si SS. AA. RR. se dignasen recomendar este asunto al Regente, en breve se podría ver ese pleito (que será el que sostuvo el cabildo para traerse aquí a la Señora y al estandarte) lo que daría mucha luz y autenticidad al asunto.
Recuerdan personas fidedignas del pueblo que esta fundación fue dotada por S. Fernando con tierras, y las personas que las han usurpado hicieron hábilmente desaparecer de la escribanía o archivo del pueblo los autos o fundaciones que las donaban a la Capilla.
¡Es un dolor oír contar las pérdidas que por el más atroz descuido ha tenido la Señora! Gran número de alhajas que se vendieron. Otro mayor de exvotos que han desaparecido, entre ellos la espada de un pez espada. Un pequeño San Fernando arrodillado ante la Señora con su manto blanco y sus espuelas de plata. Un asta o cuerno, que se conservó 600 años y desapareció ahora poco (cuando los franceses), en que bebieron los jefes y soldados cuando brotó la fuente al decir el Rey
¡Si Dios Quisiera
Agua aquí hubiera!
Hinca Pelayo
y al hincar en tierra D. Pelayo su bastón de mando, brotó la hermosa fuente. Considero como "milagro patente" del Santo que se haya conservado el pendón.
Hacíase miedo a los niños, con el "secreto" de la capilla del Varmen. Era esto (cosa extraña) un efecto de acústica que hacía que en cuatro agujeritos muy pequeños, colocados en los 4 ángulos de la capilla, se oía salir una voz que contestaba a las preguntas. Una mujer formal y verídica que los ha visto y a quien amedrentaba mucho en su niñez me lo ha referido, y era de pública notoriedad. En unas monjas de aquí, se conserva en depósito la virgencita pequeña que se colocaba en la capilla sobre la demanda, y será restituida a la capilla cuando persona competentemente autorizada por SS. AA. RR. la reclame.
Como S. A. R. el Serenísimo Señor Infante entre sus muchos dones tiene en el más alto grado el del "acierto", que le acompaña en todas sus disposiciones, así en las más grandes como en las más pequeñas, la de hacer un tomito en lugar de un folleto grande de todo lo referente a esta interesantísima Capilla y su restauración, me parece excelente idea. Mucho celebro que me autorice S. A. R. para encabezar las composiciones poéticas con el sencillo romance popular, así como que en el secreto de mi carpeta intervenga algo el orden en que se vayan poniendo. Cuento con otras muchas, pero como somos tan "pesados" para ciertas cosas los meridionales, aun no tengo en mi poder sino la de Benavides, Fernando de Gabriel y Quiroga, el oficial de Ingenieros que compuso el Canto a Sebastopol con los hermosos elogios a "Todtleben", el famoso ingeniero ruso. Les he vuelto a escribir a mis amigos para avivar su trabajo, y digo a Trueba que en lugar de, sin tener mi consentimiento, anunciar en las "hojas autógrafas" la corona poética, podría haberme enviado su prometida composición. ¡Qué cotorras son los periodistas! ¡¡¡Qué inconsiderados!!! No soy juez ni tengo idea de quién pueda ser buen fotógrafo. Legonier tiene fama de serlo muy bueno. Justiniano está malo en cama y me ha mandado a decir que esa es la causa de no haber venido a traerme su composición. La invocación a la fe que trae en su canto primero es magnífica, y si no la llamase al final "misteriosa deidad", no tendría pero, mas esas dos palabras disuenan en sumo grado.
Siento molestar a V. con una carta tan larga, pero aun tengo que comunicarle una noticia que he adquirido, enredada, pesada, larga, pero auténtica. Un caballero, llamado D. Fulgencio Heredia y Vida, que es del pueblo de Aguilar, estuvo aquí, y dijo si una persona conocida mía si tenía noticias de una capilla del Varmen. Esta persona, que es de Dos Hermanas, le contestó que sí, y por qué causa lo preguntaba, a lo que contestó que era porque habiendo registrado los archivos de su casa, y sin atinar él cómo habían ido a parar entre ellos, había hallado papeles y legajos pertenecientes a la fundación de esta capilla. Pregunté a la persona si sabría decirme quiénes eran las relaciones y amigos de ese señor, y solo me dio razón de serlo íntimos los Campo Amenos. Soy muy amiga de la marquesa, mucho; pero hay un inconveniente para que pida al marqués que procure estos documentos, y es que se cree que esas tierras donadas por el Santo a la capilla son en parte las de Cuartos. Cuartos pertenece a una fundación piadosa que sostiene el hospital de Utrera, cuyos patronos son el marqués de Campo Ameno, y mi íntimo amigo el marqués de Pabón de Jerez. No sé cómo estará concebida esa fundación piadosa que no ha podido la desamortización echarle mano. Ahora bien, el marqués no querrá que se dilucide esta antigua fundación o usurpación, porque una vez hecha, el gobierno vendería esas tierras y este perjuicio sería para el hospital que ambos patronos miran con sumo interés. Otro conducto habría, y sería Fernando Halcón, porque siendo la madre de D. Fulgencio Vida, es hermana del padre de Dolores Vida, prima hermana de su suegra Anita Romero, por lo cual, siendo parientes, aunque no lo conozca personalmente, podría pedirle estas noticias, mucho más siendo persona tan autorizada como lo es por muchos estilos.
Nunca me habría atrevido a cansar a V. con tan pesada carta, si no fuese considerando que V. tendrá un placer en comunicar a SS. AA. RR. noticias, aunque pocas y escasas, de una cosa que tanto les interesa. Como curioso y genuino, añadiré un hecho curioso. El poseedor del mencionado mayorazgo de Aguilar es su hermano mayor, soltero, que hace años que marchó y está en Roma con objeto de averiguar el nombre de los siete Arcángeles, de los que solo se conocen los de S. Rafael, S. Miguel y S. Miguel.
Concluyo dando a V. gracias por su preciosa carta, pidiéndole excusas por lo pesada de la mía, y suplicándole me ponga reverente a los pies de Sus Altezas Reales, y me crea su sincera y simpática amiga q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
29 agosto 59
Espero que recibiría V. la carta del Sr. D. Francisco Zapata que le remití.

[1859]-10-06. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, comunicando que le envía una cartera con fotografías y litografías, por si sus altezas reales quieren quedárselas, ya que a ella le traen amargos recuerdos.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy señor mío y amigo
Según convenimos anoche, remito a V. esa cartera con fotografías y litografías, por si SS. AA. RR. se dignan pasar un rato mirándolas. Después de tantos favores recibidos, no me atrevo a pedirles otro nuevo, y es que se dignen quedarse con esa cartera que tan poco vale y es para mí una fuente de amargos recuerdos; conozco que sería demasiado atrevimiento en mí, demasiada ambición, demasiada dicha que hallasen un rincón en ese regio museo que es San Telmo; pero si V. lograse que escogiesen las que más les gustasen para dárselas a SS. AA. las Infantas más pequeñas, esto sería para mí un consuelo, si por su poco valor no es digno el todo de serles ofrecido.
Mucho abuso de la bondad de V., pero me es tan grato y dulce el hacerlo, que en punto a este pecado soy incontrita pecadora.
Su más amiga y s. s. q. s. m. b.
Cecilia Böhl de Arrom
Jueves 6 octubre

1860-08-12. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, a quien agradece el envío de un retrato de la Infanta y comenta el interés de Sus Altezas Reales por favorecer a un joven (¿su sobrino?). Le relata la anécdota de un sujeto que, para obtener un favor en el Ministerio de Bruselas, se ha hecho pasar por pariente suyo con el nombre de Jacobo Caballero, diciendo ser primo de Fernán Caballero.

TRANSCRIPCIÓN:

Aunque hace pocos días que escribí a V. me apresuro a hacerlo de nuevo, para decirle llena de júbilo que recibí su favorecida con el precioso retrato de S. A. R. la Serenísima Infanta que es una alhajita, aunque no es "nuestra Infanta"; tiene más edad, menos belleza, pero al fin es "Ella".
También celebro infinito que hayan SS. AA. preferido su palacio de Sanlúcar a Santander, porque, más entrada la estación, podría no ser tan bueno el viaje por mar. En Sanlúcar estarán de enhorabuena y nosotros también por tener a ustedes más cerca.
Se comprende que el ministro no quiera en estas circunstancias alterar el personal de la legación de Nápoles, y me se figura (sin tener motivos para fundar esta sospecha) que así lo ha exigido Bermúdez.
En fin veremos si más adelante, y pasada una crisis que por razón natural no puede durar, cumple los buenos deseos que ha demostrado a SS. AA. RR. como no podía dejar de hacerlo; pero hágalo o no, no nos quitará a todos la altísima honra que nos cabe en que SS. AA. RR. se hayan interesado por este excelente joven, ni la dulce gratitud que llena y llenará siempre nuestros corazones.
Por no cansar a V. no había pensado escribir a V. sino los precedentes renglones, pero me ha sucedido una cosa tan rara, que es preciso que se la cuente. Ayer recibo una carta de un empleado en el Ministerio de Bruselas; es en extremo fina y atenta: me dice que hay un sujeto que pretende un favor en el ministerio, que no es allá conocido pero que dice llamarse Jacobo Caballero y ser primo hermano mío; y que si ello es así que en todo se le servirá. Me he apresurado en contestarle que no sólo no lo conozco, pero que ni él a mí, diciéndose primo hermano de un seudónimo, que es el nombre de autor que llevan mis escritos. Luego sentí haber hecho a ese "infeliz" quizás un mal servicio; pero como, si fuese un revolucionario, ladrón , o falsario, podría ir a presidio, yo no puedo consentir en emparentarme con los que allí moran. ¡Bueno está! ¡De manera que si este caballero del Ministerio que se llama Bamps no me escribe queda lucido Fernán Caballero en Bruselas!
No quiero cansar mas a V., pero antes de concluir le suplico exprese con tanto amor como respeto mi gratitud a SS. AA. RR.; que les recuerde el gran deseo de Conrado de poseer el retrato de S. A. R. el Conde de Eu. ¡Dios mío! ¡En qué peligro se han visto sus augustos primos! Me horroricé cuando lo leí, pues para aquellas fieras nada habría habido sagrado.
Ya sabe V. que no tiene mejor ni más simpático amigo que el que s. m. b.
Fernán Caballero
12 agosto 1860

[1860-09]-29. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier. Agradece su carta en la que le cuenta interesantes excursiones con el Príncipe y el envío de tres retratos de la Infanta. Relata un asunto sobre el hijo del conde de Ergo. Le envía una carta que ha escrito su sobrino desde Gaeta y hace comentarios a su situación. Termina con la transcripción del comentario que le hace Fernando, alabando su obra “Deudas pagadas” tras haberla leído a unos trabajadores de una viña de Jerez.

TRANSCRIPCIÓN:

¡Día de San Miguel! 29
Al poner esta fecha no es posible empezar por otra cosa mi carta, sino por desearle a V. ésta, así como todas las demás de su vida con tantas felicidades, tantas… ¡como V. se merece!
¡Cuánto no debo agradecer a V. la interesantísima carta que me ha escrito! Pero antes de todo empezaré por dar a V. la enhorabuena más sincera y gozosa, por la nueva prueba de aprecio que ha recibido V. de esos Príncipes, cuyo incesante desvelo es socorrer a los pobres y honrar a las personas que distinguen. Únome al hermoso vítor de los de Sacedón ¡Vivan los Infantes virtuosos! Vea V. como es cierto lo que tantas veces he dicho: solo el pueblo halla esas expresiones concisas que en tan pocas palabras encierran tanto sentido.
¿Sabe V. que estuve por rociar la carta de V. con agua bendita? "El fin del mundo, el desierto, las puertas o bocas del infierno", ¡solo la magna imaginación del Dante llega a semejantes parajes! Esto es una segunda pequeña campaña de África, y siempre al lado de un Príncipe emprendedor y valiente y, hay que añadir, incansable. ¡Quién hubiese sido pájaro para seguir con alas materiales a S. A. R. en tan en sumo grado interesantes excursiones! En particular las ruinas del castillo, tan alto y tan solitario, me llenaron de ansia e interés. Los castillos como todas las cosas nobles, fuertes y durables desaparecen de esta mísera y plebeya época, reemplazados por… las barricadas que improvisa la revolución, y demuele el primer soplo del orden. Tuve impulsos de extractar algunos pocos párrafos de su carta, con algunas de las sencillas y sinceras coplas cantadas ante las ventanas del Real sitio y ponerlas en "La Andalucía"; pero no me atreví a hacerlo sin la venia de V. Y apropos, mando a V. un parrafito que publica hoy esa "sabelotodo", que mucho celebraría de que fuese cierto. Muchísimo más me se ocurre y tendría que contestar a su preciosísima carta, pero tengo "tantísimas" cosas que tocar que me precisa hacerlo de todas ligeramente.
He visto, revisto, remirado, los tres retratos de nuestra amadísima "Infanta virtuosa". Tiene V. razón, la del transparente velo es el más parecido; y así debía ser porque es el más bonito. La fotografía es el palacio de la verdad, de la Democracia: es decir, en el que por decir verdades se dicen desvergüenzas, pues no solamente la semejanza (que ciertamente existe) no es exacta, sino que desfavorece al modelo. Por curiosidad se las he enseñado ("en mi mano") a algunas personas del pueblo y exclaman: ¡Ay! ¡¡S. A. la Infanta!! En seguida añaden: ¡pero es S. A. R. mucho más preciosa! ¿no es así señora? Pues ya se ve, les respondo yo, esto es la "sombra" de su bello original. Suplico a V. que dé mis más respetuosas y calurosas gracias a SS. AA. RR. Ya ocupan el distinguido lugar que les cabe en mi inapreciable álbum, aunque después de las Infantitas, sus augustas hijas, porque el letrero que tanto valora los retratos hace que no se puedan variar.
Vamos al ente misterioso, precioso y fino joven de unos 20 años. Carlos cuarto tuvo un hijo que dicen se llamó D. Luis, no sé si será aquel de quien habla Mr. de Latour en su reciente hermosa obra sobre Toledo. Tuvo éste un hijo natural que pasó al servicio de Francia con el título de Conde de Ergo y que murió en Argelia. Dejó éste una viuda, Infanta de Portugal, y este niño que ahora ha venido aquí por ver de adquirir noticias sobre su padre, que se crió aquí al cuidado del cura de San Pedro. Este señor murió, y fuese que él mismo quemase los papeles, de sumo interés para su discípulo antes de morir, o que se extraviasen, o que los herederos no los quieran dar esperando les valgan más después, ello es que el pobre conde de Ergo nada adelanta en sus gestiones. Si viviese D. Manuel Cepero mucho le valdría. D. Antonio Arraoz, fuera parte que está fatalísimo de su asma, no tiene la travesura que tenía el difunto Cepero.
Envío a V. la carta que escribe mi sobrino de Gaeta. Mi buena hermana me escribe que al leer que el Rey mandó a los buques seguirlos y que no lo hicieron se echó a llorar, amargamente, ¡porque pocas cosas habrá más "nervantes" y que más despedacen el corazón! ¡Traidores infames! ¡que se cubren a sí y a su nación de ignominia! ¿Y para qué? ¡Para seguir a un pirata aventurero, instrumento de otro aventurero hipócrita! El ministro me mandó la credencial de mi sobrino; pero como están los correos, no nos hemos atrevido a mandar el original, y sí tres copias por distintos conductos.
Anoche estuvo aquí Nicolás completamente restablecido. V. sabe supongo su pretensión y su sueño dorado. Ciertamente posee como pocos dos cosas necesarias para entrar en palacio, es la una ser un caballero cumplido moral y materialmente y la otra una virtud, que si en tenerla cupiera exageración, se podría tachar de exagerada, y esto desde niño, enseñado que fue por el inolvidable D. Nicolás, honra y prez del cabildo de esta Catedral.
Por Dios no vaya V. a pensar que soy vana porque le remito un pedazo que copio de una carta que me ha escrito Fernando desde una viña de Jerez en que está con su mujer y su suegra, pero me ha causado tan viva satisfacción, que deseo que V. la vea y sepa que estoy más satisfecha y ancha que si me hubiesen hecho académica. Un millón de gracias por el romance que no acabo de comprender si es "popular". En gran parte lo es, pero el principio no me lo parece. ¡Pícaro papel! ¡Cómo me se ha ido entre las manos! Y tantas otras cosas que tenía que decirle y solo puedo añadir que le suplico me ponga a los pies de SS. AA. RR. y me crea su más simpática y sincera amiga,
Fernán

Por la noche vino lo mejor, pues concluido el gazpacho leí a los trabajadores "Deudas pagadas", que les causó el efecto que era de esperar. ¡Qué obra tan meritoria es la que está V. haciendo amiga mía! Nunca, y eso que tan ardiente admirador soy de V., había yo comprendido tan completamente como anoche el inmenso beneficio que a la religión, la moral, la monarquía y la sociedad por consiguiente, deben a Fernán Caballero. Si cuanto leyera el pueblo se escribiese en el mismo sentido, ¡cuán fácil sería conservar intactos los principios salvadores en que estriba nuestra organización social! Durante la lectura estuvieron todos estos buenos campesinos colgados de mis labios, y ya prorrumpían en risa al oír el apóstrofe del señor al gato puesto en la mesa por los "ruines pastores moros", ya se descubrían respetuosamente al nombrar yo los santos sacramentos cuando describe V. el acto de serles administrados a la madre de Miguel, ya exclamaban cuando les leía los pasajes en que Juan José manifiesta sus deseos de ir a la guerra a pesar de sus 65 años: "¡Ah! ¡buen español!" Así como cuando expresa el abominable concepto que merece el que mata a un contrario indefenso o vencido. Y no es extraño que tal aconteciese; estas buenas gentes se veían retratadas en las páginas de V. y sentían el agrado del que ve su propia imagen en el lienzo de un gran pintor. Cuente V. pues, amiga mía, entre sus más gratos y legítimos triunfos, el obtenido anoche en la viña de la "Esperanza".

1860-12-11. Carta de Cecilia Böhl de Faber a Miguel Velarde

Carta de Cecilia Böhl de Faber ("Fernán Caballero") al coronel Miguel Velarde, ayudante de campo de S.A.R. el duque de Montpensier, rogándole transmita a los duques la petición de una obra de caridad para una mujer protegida del periodista Tubino. Comenta también que escribe un artículo para "El Español de ambos mundos" sobre las calles céntricas de Sevilla que se han convertido en carnicerías y mataderos. Termina con un comentario negativo sobre Bonaparte.

TRANSCRIPCIÓN:

Muy Señor mío y querido amigo:
Son infinitas las lástimas y pretensiones que acuden a mí, como a todos los que tienen la alta honra y la dicha de entrar en ese palacio (fuente inagotable de caridades) para que haga llegar hasta los oídos de SS. AA. RR. sus plegarias. Como es natural, me he negado siempre, diciendo que quién era yo para tomarme semejantes libertades, sabiendo a qué punto están asediados de peticiones SS. AA. RR. y pensando en mi interior que tales caridades en "escala mayor" han corrido por mis manos, que sería mil veces imprudente volverlos a molestarlos, que eso de hacer caridades con el caudal de SS. AA. RR., no está en el orden. Pero ayer recibo una carta de Tubino que me envía el adjunto memorial y a la pobre mujer. Es ciertamente uno de esos casos que parten el corazón, viendo interpuestos entre su único recurso y la más espantosa miseria ¡150 reales!
Usted sabe que a esos señores de la prensa dueños del mundo hoy, no se les puede decir que no, y menos un pobre autor, muy tímido, temeroso y vulnerable, al que mañana u otro día, directa o indirectamente, pueden zaherir dolorosamente; así no tengo más remedio, que hacer llegar a manos de S. A. R. el memorial que le ha dirigido la infeliz protegida por Tubino, que tiene buenísimo corazón. Pero no directamente, a lo que no me atrevería, como se lo escribí a Tubino, sino por una persona intermedia, (caso que se quisiese hacer cargo de una comisión que por lo repetidas que son, se hacen en extremo molestas).
El director del "Español de ambos mundos" escribe a su hermana que espera algo mío para su periódico y que si no, me "atacará"; aunque esto está dicho en tono de broma, tiene más "portée" de lo que parece. ¡Qué sobre sí están estas gentes! Tengo ganas de poner un periódico para que me respeten y tengan miedo.
Ahora ha de saber V. que si todo estalla y es ineficaz para impedir que las calles de Sevilla más céntricas y principales, a todas horas del día estén convertidas en carnicerías y mataderos, hasta la reprobación que ha oído el gobernador de los labios de la augusta persona de la Sma. Infanta, escribo para dicho periódico un artículo sobre este asunto con toda la elocuencia de la indignación y de la lástima unidas, y como dice Mora que los ingleses gustan mucho de Fernán Caballero, hará el artículo un ruido en Londres que no debe hacer gracia al gobierno. Esto no es fatuidad, porque será debido al asunto de que se trata, no al autor.
¡Qué charlar! Anoche estuvieron aquí Mr. Dumas (no Alejandro) y Mr. Böshaus, un alemán. Entre los tres ¡cómo pusimos al Sr. Bonaparte! Lo menos que se dijo fue que era un "fourbe". En cambio ensanchamos nuestro corazón hablando de SS. AA. RR. y de S. A. R. el Conde de París, tan apreciado y querido, según Mr. Böshaus, en la corte de Mecklemburgo. Sólo tengo espacio para suplicarle que me perdone y crea su más sincera amiga,

Fernán

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